Pelotazos de CMaría

Lo que tenía que ser prioritario después de la tragedia en que se convirtió la remodelación del estadio en Neiva paso a segundo plano. Es elemental  entender que recuperar el escenario resulta estrictamente necesario, tendría que ser el primer propósito de los involucrados, pero no es así.

Mientras la  Fiscalía, la Contraloría, la Procuraduría, y no se quien más este investigando lo que pasó, en el propósito de  encontrar respuestas, pasa el tiempo y  el estadio hoy en ruinas, está cada vez más cerca en convertirse en perdida total.

El despilfarro de los últimos casi 30 mil millones de pesos es poco si miramos hacia atrás y contabilizamos los valores de otras muchas, dizque mejoras o remodelaciones, realizadas en los últimos 15 años, incluida la ampliación de la tribuna oriental, las modificaciones de la pista atlética y los frecuentes arreglos a las baterías sanitarias, y que decir de la construcción de los bancos técnicos, en la época los mas costosos del mundo.

En todo esto hay mucha gente involucrada y los dineros malgastados, creo no exagerar, alcanzarían para la construcción del mas completo complejo deportivo y sobraría para un más eficiente apoyo a la promoción del deporte recreativo y de alto rendimiento.

Los cuestionamientos hechos durante tanto tiempo por este cronista en distintos medios no hicieron eco, no evitaron todo lo mal hecho en las 2 ultimas décadas, ojala hoy estos reproches se interpreten como una invitación, primero a la reflexión y al encuentro del manejo pulcro y objetivo de los recursos para el verdadero crecimiento de nuestro deporte.

Es hora de actuar diferente, no mas remodelaciones como las de las piscinas so pretexto de sedes para eventos de poca monta con nombre de mundiales, o como la del coliseo para suramericanos o preolímpicos que no comprometen, ni la participación ni el crecimiento de nuestro deporte, no mas cemento, no mas costosas canchas como la del Parque Club del Norte para la utilización de muy pocos.

Las reales necesidades del deporte huilense en general, se tienen que suplir con el apoyo a los deportistas, la capitación de los entrenadores, la promoción y realización de eventos regionales y la objetiva recuperación de la infraestructura deportiva con escenarios que ya existen y son espacios abandonados y deteriorados a consecuencia del abandono, falta de mantenimiento y subutilización.

Que lo que pasó con el estadio y otros escenarios nos ubique desde hoy en la realidad de nuestro deporte, los recursos se tienen que priorizar en beneficio de quienes lo practican, en la promoción de campeones. El Huila merece y puede enorgullecerse de sus deportistas.

El desgaste en la búsqueda de explicaciones y de responsables o tratando de justificar lo que no se justifica, no tiene que impedir la construcción de un mejor futuro, para que la mediocridad de nuestra dirigencia no se escude en posudas fotos con  los campeones exhibiendo los trofeos que ganaron con su esfuerzo y muy poco apoyo y que los muchos escenarios se llenen deportistas, para que en un futuro no muy lejano, se justifique la construcción de grandes coliseos que se honren con la gloria de nuestro deporte.

Creo que esto sigue siendo un sueño, la verdad veo lejano que esto toque la conciencia de quienes hoy quieren construir mas coliseos, o de los que están pensando básicamente en cuanto puede costar la recuperación del estadio para aspirar a una tajada del ponqué; hoy como en otras ocaciones he dedicado algo de mi tiempo a alimentar mi ilucion , la esperanza de que algún dia, el deporte de nuestra región sea mejor para que nuestros hijos y sus hijos, nuestros nietos y los de ellos, tengan la opción de crecer y formarse en el deporte que pregona el juego limpio en el que no caben  las trampas ni los ventajosos.

Para muchos, tiempo perdido, seguramente a corto plazo si, pero algún día no muy lejano, espero ver realizado el sueño del cronista, poder llenar este espacio con pelotazos de gloria