Pedro Medina, el empresario que sí cree en Colombia
El presidente de la organización ‘Yo Creo en Colombia’ y fundador de McDonald’s en el territorio nacional, Pedro Medina, dejó su exitosa vida en el sector corporativo para aventurarse en la labor de promover las maravillas del país.

Pedro Medina es el presidente de la Fundación ‘Yo Creo en Colombia’, la cual se dedica a generar confianza en el talento y las bondades del país. Fue quien trajo a McDonald’s al territorio nacional, y aunque no se arrepiente de haberlo hecho, si pudiera retroceder el tiempo se hubiera desistido de ese proyecto.
Este empresario social estuvo en la capital opita por invitación de la Cámara de Comercio de Neiva y durante su estadía habló con DIARIO DEL HUILA sobre su labor en pro de una imagen positiva del país.
¿Por qué creer en Colombia?
Porque es un país único, y no es solo por patriotismo; nosotros tenemos muchas cosas sin haber hecho nadas. Mientras el mundo se está secando, somos el país que más agua tiene por habitante en el planeta, tiene el 60% de los páramos del mundo. Colombia es la nación más feliz del planeta según el sondeo de la felicidad de 2012 y de 2004; en un mundo que no tiene claro cómo va a alimentar a próximas generaciones venideras, nosotros somos una de las siete naciones que tiene frontera agrícola para sembrar lo que ellos quieran.
Usted lideró importantes empresas, ¿por qué abandonó su exitosa vida corporativa para fundar ‘Yo Creo en Colombia’?
Eso fue en 1999, una época complicada para el país; yo daba clase de estrategia en los Andes y le pregunté a mis 39 estudiantes: ‘¿quién de ustedes se ve en Colombia dentro de cinco años?’, solo 12 levantaron la mano y le dije a los otros 27 y me dijeron ‘díganos por qué nos quedamos en Colombia’, yo les dije que por el café, los dos mares, y las flores, pero no se me ocurrió más nada, me sentí frustrado. Me di cuenta que no vendemos a Colombia porque no la sabemos vender.
¿Cómo fue ese proceso?
Montamos un proyecto de investigación durante 18 meses en cinco universidades. Ahí nació una charla que se llamó ¿Por qué creer en Colombia? Desde ese momento, el proyecto se convirtió en una bola de nieve y ocho meses después había dictado la conferencia 256 veces. Había días en que la daba hasta seis veces. Luego fundamos ‘Yo Creo en Colombia’.
¿Por qué afirma que no sabemos vender a Colombia?
Lo que pasa es que siempre nos han enseñado el lado malo, y no nos cuentan lo bueno. Los medios de comunicación, por ejemplo, nos muestran a diario noticias nefastas, que hay que mostrarlas pero que no son la única realidad del país. Colombia tiene un lado extraordinario que ni nosotros mismos conocemos, y si no sabemos sobre las cosas positivas que pasan a diario no podemos contar una verdad diferente.
¿Qué se está haciendo mal?
Siempre nos formaron desde el tema de las razas. La raza pura, o sea los europeos, era la mejor, y en la medida que se mezclaban con otras iba desmejorando esa pureza. Desde que estábamos chiquitos, como país, nos inculcaron que lo mejor era lo que venía de afuera. Ahí empezó todo.
¿Qué le falta al Huila para creer en sus bondades?
Falta educación. Falta que todos los huilenses aprendan en el colegio que la primera aerolínea de capital, Taxi Aéreo Opita-TAO privado estuvo aquí; la primera empresa de mensajería, Transfederal, también nació acá. Y los huilenses colonizaron el norte de Colombia con algodón. Ustedes deben saber que son pioneros y que no pueden dejar perder ese talento. Que si vienen los japoneses y europeos al Desierto de La Tatacoa y San Agustín es porque son lugares maravillosos, y muchas veces no reconocemos nuestras bondades.
¿Es optimista con el proceso de paz?
La paz no se decreta, se construye. Estamos perdiendo la gran oportunidad de construir en paralelo a lo que está sucediendo en La Habana, la paz localmente. Pero debe ser un trabajo concertado, del día a día, de vecino con vecino. De crear redes de solidaridad y ayuda mutua. Qué maravilloso fuera que los miembros de una comunidad vivieran como tal, compartiendo sus bienes, pertenencias, insumos. Todo en una ‘común unidad’.
¿No es algo muy utópico?
Puede ser utópico, pero todos los grandes proyectos empiezan con un sueño. De hecho, en mi edificio ya lo estamos desarrollando y estoy seguro que por contagio positivo irá calando en otras comunidades.
¿Extraña su éxito en la vida corporativa?
No me hace falta el poder, los dos carros con los guardaespaldas ni las influencias. No me hace falta el megasalario, ni las opciones de acciones. No tengo en exceso, trabajo para vivir.
Usted fundó a McDonald’s en Colombia. ¿Qué significa esto en su vida?
En el momento cuando lo hice fue algo muy importante porque nos convertimos en el mayor empleador de estudiantes universitarios en Colombia, 1.125 estudiantes; porque logramos 350 proveedores colombianos, porque nos volvimos un referente y le subimos el estándar a la industria de comidas rápidas; antes de McDonald’s había muchos restaurantes que no prestaban un buen servicio, que no tenían la infraestructura adecuada para funcionar y manejaban precios muy altos. Esto hizo que el sector se ‘pellizcara’ y empezara a mejorar.
¿Y ahora qué piensa?
Si en ese tiempo hubiera sabido todo lo que sé ahora y hubiera visto la vida como lo hago ahora no hubiera traído a McDonald’s al país. Primero, porque el procesamiento y consumo de carnes rojas es uno de los tres causantes del calentamiento global. Tampoco lo haría porque hoy en día soy prolocal, sin ser antiextranjero; prefiero un restaurante chiquitico pero colombiano.
¿Se arrepiente de ser el gestor de McDonald’s en el país?
No, para nada. Las decisiones que uno toma son correctas porque están basadas en la información y experiencia que uno tiene, y en el contexto en el que uno opera. En esa época estaba seguro que era una gran idea, además que pertenecía al sector corporativo, y por eso lo hice.
¿Ha vuelto a comer McDonald’s?
No porque no como carnes rojas ni tomo gaseosas.
Perfil
Pedro Medina es un empresario social, un educador y un catalizador. Como empresario fundó McDonald’s en Colombia y la lideró durante 7 años. En el 2001, la Revista Dinero lo reconoció como uno de los 20 empresarios del año y la Cámara de Comercio Colombo Americana como Colombiano Ejemplar. También ocupó puestos gerenciales en Sofasa, Propilco y Móbil. En septiembre del 2004, el expresidente Álvaro Uribe y el periódico El Colombiano lo reconocieron como Colombiano Ejemplar en la categoría Economía y Negocios. La Revista Cambio en el 2006 lo reconoce como uno de los 50 líderes menores de 50 años en Colombia. Finalista del concurso “Emprendedor social del año 2005” de la revista Dinero y Fundación Schwab.
Actualmente, es presidente de la Fundación Yo Creo en Colombia y presta asesorías. Lleva 17 años como profesor de estrategia y desarrollo empresarial en la Universidad de los Andes, Rosario y CESA. En el 2002-2003 fue Fellow en el Centro de Asuntos Internacionales de Harvard donde investigó metodologías para construir capital social en Colombia. Actualmente es Fellow en el Batten Institute de la Universidad de Virginia donde desarrolla formas innovadoras de enseñar emprendimiento. En su rol de catalizador y junto a su Fundación, le ha llegado a 540.000 colombianos en 157 ciudades y 26 países. Medina estudió Relaciones Internacionales, Economía e Historia en la Universidad de Virginia y tiene un MBA de la misma universidad. Además de esto, tiene un Bachelor en Hamburguerología de la Universidad de la Hamburguesa en Chicago. Autor del libro Puentes, Redes y Trampolines, Medina escribe en 12 periódicos y revistas.