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Dominical/ Creado el: 2015-07-26 09:54

Opita, eminencia de la pediatría en Italia

Mario Barreto Manrique es un pediatra huilense que ha consolidado su exitosa carrera en Italia. Siguiendo los pasos de su padre, Miguel Barreto, pionero de la pediatría en Neiva, ahora goza de un gran prestigio en el país europeo.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | julio 26 de 2015

Usted diseñó un aparato para detectar problemas respiratorios. ¿De qué se trata?

Era un pequeño recolector de óxido nítrico en el gas expirado mediante flujo y presión expiratoria controladas, utilizando un sistema valvular que permitía descartar la fase inicial de la expiración y durante la misma maniobra recolectar el aire proveniente de la vía respiratoria inferior en unos sacos de material no reactivo para que el óxido nítrico, que es un radical libre, se mantuviera estable.

El sistema off-line que validamos con una serie de experimentos fue publicado en la revista Pediatric Pulmonology en el 2001 y nos sirvió para hacer recolecciones a distancia del hospital (en escuelas), sin tener que transportar el medidor de las concentraciones de óxido nítrico, una cámara de quemioluminiscencia, que por su volumen, peso y anexos requeridos hacía muy poco práctica su movilización. Este recolector nos sirvió en varios estudios; como el nuestro, otros recolectores fueron propuestos en varios centros. En los años sucesivos, con el desarrollo tecnológico, la industria creó aparatos de medición portatiles que sustituyeron la recoleccion off-line.

¿En qué consiste ese método no invasivo?

Es un método para medir la inflamación broncopulmonar (sobre todo aquella alérgica) en forma no invasiva, esto es, sin disturbar al niño. Durante estos años me he interesado en métodos para detectar moléculas implicadas en la patología respiratoria, sea mediante análisis de la fase gaseosa expirada, de la fase líquida o “condensada” obtenida por refrigeración del gas expirado así como la medición de la temperatura del aire expirado. Estos y otros tipos de análisis siguen siendo materia de investigación. En el futuro se llegará a medir en tiempo real un número cada vez mayor de marcadores de procesos biológicos mediante maniobras simples y cuantas veces el control clínico del paciente lo requiera.


Usted también se destaca en la docencia. Háblemos de esa faceta.

Compartir conocimientos me sirvió para formar los primeros técnicos de función pulmonar (que a mi llegada a Roma no existían) y trato de aplicarlo no solo con los estudiantes de cualquier profesión o nivel, sino también en el contacto médico-paciente. En pediatría, instruir y motivar gradualmente el niño al automanejo de su asma es un ejemplo.

¿Qué se siente ser una eminencia mundial en neumología infantil?

No me siento una eminencia mundial en neumología infantil y ojalá nunca llegue a sentirlo. 

¿Pero sí se considera una mente brillante?

No; admiro a la gente que entiende velozmente. Necesito a veces mucho tiempo y reflexión en mis análisis, pero eso sí, soy testarudo. 


¿Cómo se puede llegar tan lejos profesionalmente?

Es solo cuestión de tiempo, interés, persistencia y autocrítica.


¿Se imaginó ese éxito y reconocimiento cuando era estudiante de medicina?

No, pero recuerdo que soñaba con hacer algo que en alguna forma representara para mí un motivo de satisfacción que me hiciera sentir útil a los demás.

 

¿Hubo algo que le resultara difícil durante su consolidación profesional en Italia?

Sí, Italia no es un país fácil para el extranjero y el ambiente médico es muy competido. Sin embargo, conocí personas valiosas que en el ámbito profesional me sirvieron de ejemplo y estímulo.


¿Qué sensibilidad le generan los niños?

Le doy un ejemplo: a veces cuando el trabajo aumenta en consulta o durante un turno de urgencias, llego a sentirme cansado y hasta deprimido; pero cuando escucho a los padres y examino al niño olvido mis problemas. Curar niños es a veces un trabajo duro, pero muy gratificante.


¿Sus bases en pediatría las tiene en su papá, Miguel Barreto. De qué manera influyó él?

En muchas formas. Desde niño seguía con interés su trabajo. Él era muy curioso y tenía la costumbre de consultar libros o revistas médicas cuando tenía alguna duda y a veces lo hizo por asistirme en casos clínicos de alguna dificultad. La actualización, el sentido práctico, la generosidad, la capacidad de generar confianza en el niño y sus padres y la comprensión de la dinámica familar durante la consulta, son algunos de los valores que vi en él y que atesoro.


Él fue pionero en la especialidad en Neiva, de mucho renombre. ¿Sintió alguna presión de que fuera comparado con él?

Tal vez al comienzo, sin embargo con el tiempo seguimos caminos muy diferentes. Él se sentía orgulloso de mi trabajo en Italia.


¿Qué recuerdo profesional tiene de él?

Era muy disciplinado y agradecía a los norteamericanos el haberle inculcado el sentido de responsabildad en su trabajo. Me gustaba observar su forma de examinar a los niños, su paciencia y modo afectuoso de tratarlos, el diálogo con los padres a veces salpicado de buen humor. A menudo me aconsejaba sobre varios aspectos de la pediatría y muchas veces lo acompañé en sus cirugías.

¿Y qué recuerdo personal?

Muchos, especialmente su alegría y la forma de avecinarse a las personas. Cuando hacía mi especialización de pediatría en Medellín, tuve que presentar un trabajo en el Congreso de Neumología Infantil en Manizales y él vino a acompañarme, inicialmente creí que tendría dificultad en comunicarse con mis profesores, pero en poco tiempo entabló con ellos una relación casi de camaradería y en la fiesta de clausura iba de mesa en mesa echándole coplas a los asistentes, todos a las carcajadas. Un comentario de uno de mis profesores a mi regreso a Medellín me dio la idea de todo: “se ve que su papá es un personaje en su tierra”.

 

¿También tiene la vena artística como la de don Miguel?

Cuando niño lo acompañaba a los desfiles de San Pedro en una carroza tocando el tambor, el chucho o la puerca. Formábamos una murga con primos y amigos, nos pintabamos patillas y bigotes de carbón; los borrachos se nos acercaban a enseñarnos coplas, algunas bien verdes. Luego aprendí a tocar un poco de piano, tiple, guitarra y después el cuatro llanero, todo al oído. He perdido mucho la práctica pero no he olvidado el golpe del tambor y aún lo distingo del “macho-renco”.


Hace 26 años vive en Roma. ¿Cómo mantiene el vínculo con el Huila?

Casi constante. Viajo allá cada vez que puedo; es como un oasis de familiaridad, amistad, alegría y cosas en común muy arraigadas. Vuelvo a Neiva y hablo opita en seguida. En Roma todo es diferente y he aprendido a aceptarlo sin comparar costumbres o personas, pues aquí también he encontrado cosas positivas y buenas amistades.

 

¿Le gustaría volver al Huila?

La idea de volver a Colombia y al Huila siempre me ha gustado; lo importante es encontrar el momento justo para hacerlo. Probablemente necesitaría hacerlo en forma gradual, viendo las posibilidades creativas (de investigación) para aplicar al menos en parte lo ya adquirido.

 

Perfil:

Médico de la Universidad Nacional de Colombia, título validado en Italia en la Universidad de Roma “Sapienza”. Especialista en Pediatria, Universidad de Antioquia. Tiene un doctorado en Ciencia Pediátricas de la Universidad de Roma “Sapienza”.

Lecciones, seminarios y actividades de tutor para estudiantes de medicina de pregrado y de post-grado (Especializacion en pediatría, Doctorado) de la Facultad de Medicina y Psicologia, Universidad de Roma “Sapienza”. Vicedirector de la Escuela de Especializacion en Pediatria con sede al Hospital S. Andrea, Roma. Docente del Master en Neumología Pediátrica de la Facultad de Medicina y Odontología de la Universidad “Sapienza”. Ha enseñado a estudiantes de enfermería (Escuelas de Enfermería del Hospital “San Pietro” y del Hospital “Sant’Andrea”, Roma), también ha dado lecciones a estudiantes de otros cursos (Técnicos de obstetricia y de ortopedia) y Asistencia clínica y manejo del Laboratorio de Función Pulmonar en el Servicio de Fisiopatología Respiratoria Infantil, en la Clínica Pediátrica, en el Policlinico Umberto I (Universidad  “Sapienza”). Consulente en Función Pulmonar y Neumología Pediátrica, y Dirigente médico (pediatra) de la Unidad de Pediatrí en el Hospital Sant’Andrea.

Además ha desarrollado actividades cientificas: estudios epidemiológicos sobre la salud respiratoria infantil en Italia, Polonia y Libia.

Además ha hecho investigación clínica y epidemiológica en varios campos de la pediatría, especialmente en función pulmonar de lactantes y niños, biomarkers no-invasivos de inflamación de las vías aéreas, enfermedades respiratorias, asma y alergias.

Es miembro de las sociedades científicas de la Sociedad Italiana de Pediatría, la Sociedad Italiana de Medicina Respiratoria Infantil, la Sociedad Americana Torácica y la Sociedad Europea Respiratoria.

Asimismo ha publicado cerca de 160 artículos científicos en varias revistas médicas: Chest, Pediatric Allergy and Immunology, Respiratory Medicine, Pediatric Pulmonology, Clinical and Experimental Allergy, Pediatric Research, Journal of Breath Research, Frontiers, The Pediatric Infectious Disease Journal, Journal of Asthma.