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Dominical/ Creado el: 2017-05-14 06:44

Mujer Policía, corazón de madre

Ser madre y hacer parte de la Policía Nacional es una virtud, de la cual muy pocas mujeres tienen el orgullo. Esta es la historia de una uniformada que por más de 29 años ha prestado sus servicios a la ciudadanía enfilando las líneas de las fuerzas policiales.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | mayo 14 de 2017

César Escallón
Diario del Huila

Para la Sargento Mayor Martha Perdomo, ser una miembro de la Policía Nacional es un orgullo. Esta mujer, desde los 19 años de edad inició su carrera en la Policía, adquiriendo experiencia y forjando oportunidades para su vida personal y profesional.

Martha, quien nació en 1969, es la menor de cuatro hermanos. Terminó su bachillerato en el Colegio Liceo Santa Librada, e inicio estudios técnicos  en mecanografía, contabilidad y taquigrafía.

Tras culminar los estudios, quiso incorporarse a la institución gracias a los consejos dados por sus familiares en especial unos de sus hermanos; quien le habló de los beneficios y  cualidades que obtendría si formaba una vida al servicio de la comunidad mediante la Policía Nacional.

Inicios

Para la hoy Sargento Mayor, quien es madre de dos hijos, la lucha por ingresar a la Institución fue un mérito obtenido con mucho esfuerzo.

“Yo terminé mis estudios técnicos, posteriormente hice los trámites para incorporarme. Ingresé a los 19 años como Agente; cuando yo entré a la policía se hacía un trámite como cualquier otro. Anteriormente el grado que existía antes era el grado de Agente, pero al igual teníamos que hacer el mismo proceso de incorporación, había que presentar unos exámenes físicos, unos exámenes de conocimientos generales, se hacia el proceso correspondientes de selección, a medida que iba pasando ciertas etapas del proceso, le iban dando viabilidad para poder continuar en el trámite, este proceso duró más o menos un año, después que nos hicieron la visita, de 15 mujeres que nos presentamos para esa época, solamente fuimos seleccionadas siete personas”, narró la Sargento.

Esta mujer, ha sido denominada como una de las uniformadas más estrictas y comprometidas del Comando de la Policía Metropolitana de Neiva, debido a su formación y disciplina.

“Cuando llegó el tiempo para irnos a la escuela, estuve en la incógnita; el primero de agosto del año 1989, me enviaron a la escuela de Carabineros que está ubicado en la localidad de Suba de la ciudad de Bogotá. Ahí inicie el curso de Agente, curso que duró seis meses. El primero de febrero del año 1989 recibí el grado y empecé a trabajar en la ciudad de Bogotá. Los inicios en la institución fueron marcados porque prácticamente había salido del seno materno y salir a enfrentarme la vida de ser policía”, contextualizó la mujer.

Progreso en su carrera

Esta mujer quien además es esposa de un uniformado, logró progresar en su carrera profesional mediante  las acciones que realizó y sus aptitudes para ayudar a la ciudadanía.

Inicialmente, la uniformada trabajó en el Centro Automático del Despacho en Bogotá, donde era la encargada de atender el llamado a las quejas de los ciudadanos. La experiencia adquirida durante los tres años que permaneció en el cargo, la impulsaron a presentarse al concurso de cabo segundo, al cual ingresó luego de aprobar las pruebas y exámenes.

Como Sub Oficial de la Policía; fue trasladada a la Estación León Trece donde se desempañaba como Comandante de la estación. Con el pasar del tiempo, su interés por seguir creciendo profesionalmente, la impulsó a presentarse al curso de Cabo Primero en la Escuela de Policía de Sibate, donde una vez aprobado el proceso, fue designada al departamento del Huila, donde trabajó como comandante guardia durante ocho meses, para luego hacer parte, durante ocho años, de los equipos de inteligencia policial del departamento.

¨La experiencia en el equipo de inteligencia, fue una experiencia muy bonita, enriquecedora. Había más riesgos porque se vivía una problemática más bien compleja, atentados, secuestros, hostigamiento, nos tocaba estar pendiente de las iglesias que no se fuera a presentar secuestros masivos¨ manifestó.  

Con el trabajo realizado hasta ese momento, Martha continuó creciendo en su entorno profesional. Hizo parte de la Policía de Infancia y Adolescencia, labor que recuerda con nostalgia, pues su sueño siempre fue trabajar con niños. Desde hace dos años es la secretaría privada y ayudante de la unidad del Coronel Juan Carlos León, comandante de la Policía Metropolitana de Neiva. 

Matrimonio

Pero en medio del proceso laboral, esta mujer conoció el amor a sus 22 años, como resultado tuvieron dos hermosos niños: “me case a los 22 años, cuando yo me case ya tenía tres meses de embarazo, de ahí ya nació la niña, hoy tiene 24 años y también es miembro de la policía, un niño de 15 años y ya casi termina bachillerato. A la que de pronto le toco más difícil fue a mi hija quien es la mayor,  mi hermana se hacía cargo de ella junto con mi mama. Hay episodios que los marcan a uno, como cuando el niño aprendió a caminar yo estaba en una misión en un pueblo y me enteré porque mi hermana fue la que me llamó y me informó de la alegría que pudieron compartir”, manifestó.

Charlando con Martha se puede deducir la gran persona que es, responsable en sus tareas como miembro de la Policía y como madre,  pues diariamente se preocupa por mantener el orden en su familia. Sabe reflejar el orgullo de ser madre. Además es un ejemplo para que las mujeres de hoy en día vean que con amor, disciplina y dedicación, se puede mantener una familia ejemplar.