La discapacidad no apagarán los sueños de Fabián y Fáiver
Fabián Andrés y Fáiver Cortés sueñan con dejar en alto al departamento del Huila en natación en los próximos Juegos Paranacionales. El deporte unió a estos dos personajes que -con el pasar del tiempo- se han convertido en amigos, incluso el nadador ve a su entrenador como un papá.

Una tarde común y corriente en el barrio Galindo de la comuna 9 de la ciudad de Neiva, la vida cambiaría para Fáiver Cortés Losada, un joven de 19 años que a pesar de su pequeña estatura y su discapacidad, quería luchar por su vida y deseaba salir adelante, pero siempre encontraba obstáculos que le impedían mostrarse como alguien capaz de hacer feliz a otras personas.
Sin pensarlo, sin querer y desmotivado de la vida, Fáiver se acercó a un congreso en el barrio donde vive, sería para él la mejor tarde de su vida; pese a ello, seguirían aún los obstáculos en su vida. En esta ocasión, decidió salir adelante sin pensar en lo que dijeran.
A la vida de Fáiver, quien sufre de raquitismo renal y que por esta enfermedad tuvo retraso en su crecimiento y algunas fracturas óseas, llegaría Fabián Andrés Molano Vásquez, un entrenador de natación de 27 años de edad y quien llevaría a Fáiver a convertirse en uno de los mejores nadadores de 100 metros de natación libre.
El día que le cambió la vida a Fáiver
El día que se realizó el congreso en el barrio Galindo, Fabián vio de lejos a Fáiver, lo llamó y empezó a hablarle, la invitación no tardaría en llegar, “¿sabes nadar?” y ante el no y miedo de Fáiver, Fabián terminó por convencerlo, “yo te enseño, vamos, anímate y con ello perderás el miedo a las piscinas”.
De ahí en adelante la historia sería otra, Fáiver aprendió a nadar y Karen Cardoso, la novia de Fabián y quien durante muchos años fue una gran nadadora de subacuáticas y que por una enfermedad tuvo que dejar la natación, vio en él la habilidad de que no solo tomará esta disciplina deportiva como un hobby sino como competencia.
“Es una gran persona, tiene una discapacidad física y eso no le impidió salir adelante”, dice Fabián que se convirtió no solo en su entrenador sino en su amigo, pero Fáiver expresa su cariño diciendo: “Fabián para mí es como un papá, desde que llegó a mi vida se convirtió en un apoyo incondicional”.
Los obstáculos
Al principio, Fáiver miraba su enfermedad como un obstáculo, pero ello cambió con la ayuda de Fabián y Karen. Otro de los obstáculos fue su mamá, quien no quería que su hijo entrenara, no veía nada bueno en ello.
“Mi madre me decía que era perder el tiempo entrenar, que yo para nadar no serviría por mi enfermedad. Pero no le hacía caso, pese a que ella se ponía brava yo me iba para el Parque de la Rebeca a iniciar mi superación”, dice con una sonrisa Fáiver Cortés Losada.
Pero fue en el primer viaje de competencia que tuvieron en Cali y donde su mamá fue a acompañarlo, cuando la madre del deportista cambió de pensamiento y decidió ser su apoyo para que continuara con sus entrenamientos, el verlo ganar la llenó de emoción y orgullo.
Pero los obstáculos para el deportista seguían, Fáiver vive en el barrio Galindo y para poder entrenar debía ir al Parque de la Rebeca y su entrenador, con tal de que no fallara iba a recogerlo. “Fáiver es de escasos recursos, la limitación de él no le permite caminar mucho, entonces, muchas veces íbamos con un amigo en la cicla y lo recogíamos, cuando los logros como deportista se empezaron a ver, buscamos patrocinios y es ahí cuando muchas personas nos empezaron a ayudar y nos daban $20.000 o $50.000 para sus pasajes”, dice Fabián Andrés Molano Vásquez, su entrenador.
Hoy en día, Fáiver -en Medellín- tras lograr la medalla de plata en los 100 metros de natación libre, logró clasificar a los Juegos Paranacionales, las justas deportivas más importantes del país para las personas con discapacidad. Ante ello, el Inderhuila le da una mensualidad al deportista y el Inder Neiva le presta los escenarios deportivos para que entrene.
Fabián, ejemplo de superación
Fabián Andrés Molano Vásquez, entrenador de Fáiver, también cuenta con una discapacidad, pese a quedar muy joven en una silla de ruedas, decidió superarse por medio del deporte.
“Yo llegué de Bogotá a estudiar Educación Física en la Universidad Surcolombiana en el 2008 y allí empecé a formarme en una carrera que siempre me ha gustado, vine a Neiva por el trabajo de mi mamá quien en Gigante iniciaría de enfermera jefe en la clínica de este municipio y cuando iba a pasar al quinto semestre, sufrí una caída que me produjo una paraplejia que me impidió el movimiento de mis piernas y fue allí cuando empecé a aventurarme en el mundo de la discapacidad”, expresó Fabián.
El 2 de enero de 2010, Fabián se sube a un árbol y sin tener el conocimiento de que este era vidrioso y al estar en la parte alta, una de las ramas se parte y cae, sufriendo un golpe en la columna. En el Hospital y tras los exámenes, se da cuenta de que no volvería a caminar.
“Pero días después y al ver a mi mamá sufriendo, decidí iniciar una nueva vida y quería superarme, después de un semestre regreso a la universidad y aunque profesores y compañeros me decían que eligiera otra carrera, yo quería seguir estudiando educación física y puse todo mi empeño y logré terminar mis estudios”, aseveró el entrenador.
Cuando falta un mes para que se realicen las justas deportivas, Fabián sigue entrenando a Fáiver y con la ayuda de Karen lucharán por estar en el pódium en los Juegos Paranacionales, ambos saben que es un esfuerzo mutuo pero juntos confían que la discapacidad no apagará sus sueños y seguirán luchando sin límites por los deportistas.