JUSTAS ELECTORALES 76 Y 78
Las elecciones de 1974 fueron interesantes por los programas tan bien definidos y opuestos de los candidatos presidenciales.

Saboreamos los colombianos una campaña de propuestas con la famosa “Ley de desmonte del Frente Nacional”, que dejaba atrás la paridad parlamentaria, escalón posterior al libre juego electoral que se había dado para asambleas y concejos en justas electorales de mitaca en 1972. Sin embargo la Constitución obligaba hasta 1978 la paridad en el ejecutivo, cuatrienio que se pasaría a la representación “Justa y equitativa”.
Alfonso López solicitaba amplio respaldo para obtener un “Mandato Claro” electoral, donde no solo se demostrara con alta votación presidencial el respaldo a sus propuestas, sino que se lograra bancada mayoritaria que garantizara la aprobación de su paquete de medidas económicas, políticas y sociales. Entre ellas estaban la reforma tributaria, una constitucional, la creación de varios institutos descentralizados entre los que se incluía el HIMAT, la abolición del concordato con la Santa Sede que daría estatus al matrimonio civil y la legalización del divorcio. Abrir relaciones con los países de la cortina de Hierro, en especial con la URSS; pasar en el campo petrolero del sistema de concesión al de participación, y legalizar tratados fronterizos pendientes, labor en la que le colaboró tanto, Indalecio Liévano Aguirre como Ministro de Relaciones Exteriores.
El programa de Gómez Hurtado era desarrollista, incluía hasta la compra de un buldócer para cada municipio. María Eugenia continuaba con la propuesta populista de la Alianza Nacional Popular, ya con menos de la mitad de seguidores que llegó a tener su padre en las elecciones de 1970.
El gobierno de López Michelsen desencantó pronto, lo terminó de malograr la crisis energética que hizo que los precios se disparan, pasándose como decía la gente, del “Mandato Claro” al “Mandato Caro”. Lo anterior complicó también el manejo de la bonanza cafetera debido a las heladas en el Brasil. Los medios de comunicación se vinieron lanza en ristre contra sus medidas económicas y actitudes desastrosas de miembros de su gabinete, especialmente de Alberto Santofimio Botero y María Elena de Crovo, quienes se desempeñaban como Ministros de Justicia y Trabajo, respectivamente.
Los Caballero Calderón -parientes de la primera dama, Cecilia Caballero de López-, reconocidos periodistas que estuvieron largos años escribiendo para El Tiempo y El Espectador, lo mismo que los caricaturistas de los principales diarios del país, no cesaban en sus mordaces críticas diarias, especialmente Pepón. Recuerdo que Lucas Caballero “Klin”, con su humor mordaz, apodó al Minjusticia como “Pinina”, comparándolo con una niña argentina precoz, tierna, caprichosa y adorada por su padre, personaje principal de una serie de TV que por entonces se presentaba en el Canal Nacional. Pronto enfrentaría el gobierno un paro nacional médico promovido por ASMEDAS, y más tarde otro total nacional que trajo serios dolores de cabeza.
En el Huila hubo seis gobernadores en dicho cuatrienio, dos conservadores los dos primeros años, tres liberales y un Coronel del Ejército el resto de período presidencial. Olga Duque no había hecho política en el Huila pero fue la primera mandataria del gobierno López, reemplazada por David Rojas Castro siete meses después. Rojas quien fue el que más duró, entregó catorce meses más tarde a Jaime Ucrós García, quien renunció a los seis, siendo reemplazado por Carlos Vargas Villalba, fallecido en Bogotá el 17 de febrero de 1978. Fue encargado de inmediato el Coronel Hernán Hurtado Vallejo, sucedido pronto por el Abogado laboyano, Leonte Muñoz Calderón.
En 1976 la votación menguó considerablemente, el liberalismo logró 35.425 votos, 18.536 para la lista oficial y 16.189 para la Dignidad Liberal. Con dichos votos fueron elegidos de la oficial, Guillermo Plazas Alcid, Segundo Rafael Pino Muñoz, Tarsicio Oviedo Acevedo y Jorge Eduardo Gechem Turbay, con las suplencias de Rafael Zambrano Trujillo, Reinaldo Ramírez Castañeda, Gustavo García Bahamón y Roberto Cortés Ortiz. Alfonso Araujo Motta inscribió una lista disidente pero solo logró 700 votos.
La Dignidad Liberal eligió a Rodrigo Lara Bonilla, Humberto Vargas Castro, y José Vicente Ortiz Salas, con suplencias de Nelson Sánchez, Belisario Sánchez Díaz y Rubén Ordoñez Ortega. Cedieron una curul con respecto a las elecciones anteriores.
Los conservadores lograron 38.989 votos, de los cuales 24.089 pertenecieron a la oficial integrada por Felio Andrade Manrique, Luz Ángela Silva de Fernández, Ángel María López Barreto, Florencio Escobar C., y Luis Alberto Andrade M., con las suplencias de Edmundo Aljach Zajar, Julián Bahamón Trujillo, Luis Jairo Ibarra Obando, Lisandro Trujillo Pérez y Emiro Cabrera Chaux. Fueron elegidos como conservadores disidentes, Jorge Puyo Sanclemente con 4.221 sufragios y la suplencia de María Leticia Castro C. Lo mismo que Octavio Ramírez Macías quien logró un respaldo de 3.489 votos, con la suplencia de Clímaco Sánchez C.
Hubo otros disidentes conservadores que no lograron curul, Héctor Afanador Cabrera -2.726 votos, Octavio Durán Vargas -2.322-, y Elcira Olaya de Cleves quien alcanzó 2.041.
La ANAPO sacó curul para José Alejandro Ramírez Cortés con suplencia de Octavio Parra, y la Unión Nacional de Oposición un escaño con Hernán Rojas Cabrera y Luis Ernesto Cabrera Caicedo.
Los debates en la asamblea fueron interesantes, estas bancadas fueron las encargadas a nivel regional de adelantar la campaña de 1978, resultado bien reñido entre Julio Cesar Turbay y Belisario Betancur Cuartas. Las parlamentarias en esta ocasión fueron bien interesantes especialmente para los liberales, quienes con la votación para Senado a nivel nacional, decidían la escogencia de candidato a la Presidencia de la República, entre Turbay Ayala y Carlos lleras Restrepo, obedeciendo al Pacto de San Carlos.
Se realizaron el 26 de febrero de 1978, Guillermo Plazas Alcid quien representaba al turbayismo, logró con la suplencia de Roberto Liévano Perdomo, 38.103 votos. Rodrigo Lara Bonilla quien hacía parte del Movimiento de la Democratización Liberal liderado nacionalmente por Carlos Lleras Restrepo, alcanzó su curul para Senado con 25.754 votos. El Ingeniero Julio Bahamón Vanegas fue su suplente.
También fueron elegidos para el mismo período por el Huila, Felio Andrade Manrique y Álvaro Sánchez Silva, cabezas de lista por el alvarismo y pastranismo respectivamente. Santiago Cardozo Camacho y Olga Duque de Ospina fueron sus suplentes. Ambas listas que respaldaban la candidatura de Belisario Betancur Cuartas, lograron 57.503 votos.
Manuel Castro Tovar y Jesús Vargas Valencia fueron elegidos Representantes a la Cámara por el partido Conservador, al tiempo que el liberalismo logró tres curules con Diego Omar Muñoz Piedrahita, Segundo Rafael Pino Muñoz y Jaime Ucrós García. No sobra anotar que por entonces el Huila elegía cinco escaños para la Cámara baja. Luz Ángela Silva de Fernández, José Antonio Gómez Hermida, Rafael Zambrano Trujillo, Julio César García, y Ernesto Durán Cordovés, fueron sus respectivos suplentes.
Perdió su curul como Representante, el Médico Álvaro Leiva Liévano, quien sacó 5.754 votos sin tener paraguas de Senado. Lo mismo Josué Rodríguez Díaz, con 4.624 votos. Muy rezagados quedaron, el candidato de la “Dignidad Liberal en Marcha”, Abogado Álvaro Carrera con 797 votos y el Ingeniero calculista Antonio José Puentes del FUP, con 912.
Por: Orlando Mosquera Botello