Inocentes y familia herodiana
Por Orlando Mosquera Botello
Cuando los romanos organizaron el oriente en el año 63 a.C., Pompeyo designó a un sacerdote llamado Hircano para que gobernara Galilea, Samaria, Judea y Perea. Hircano tenía un visir sagaz, un idumeo llamado Antípatro, que sabía usar el poder en forma astuta para ventaja de su familia, lo que nosotros llamamos nepotismo.
Con esa perspicacia logró que dos de sus hijos, Fasael y Herodes, obtuvieran gobernaciones claves, y cuando Antípatro fue asesinado en el año 43 a.C., los dos jóvenes le sucedieron juntos en el visirato en la corte de Hircano.
Fasael pronto fue víctima de un ataque de los partos, consecuencia del asesinato de Julio César. Herodes huyó a Roma e impresionó de tal modo a Octavio (el futuro Augusto), que recibió el mandato de recobrar Palestina, lo que logró entre los años 39 y 36 a.C.
Herodes dirigió con éxito su administración pro-romana durante 34 años, construyó el puerto romano, la base militar de Cesarea y la edificación de un templo a Augusto en Samaría. Al tiempo se reconciliaba con los judíos que lo odiaban por su sangre idumea, edificando el gran templo en Jerusalén, santuario principal del pueblo de Israel donde guardaban en lugar especial el Arca de la Alianza, el candelabro de los siete brazos y utensilios que empleaban en el culto.
Dividió la oposición suprimiendo la antigua aristocracia a pesar de casarse con Mariamne, mujer bella perteneciente a la vieja casta, y estimuló la lealtad a su casa fundando un partido judío a quienes llamaron los Herodianos.
Valga anotar, que como en Israel no había separación marcada entre la ley civil y la religiosa, los fariseos y saduceos eran bien fanáticos, ya que funcionaban también como partidos políticos. Los celotes también hacían presencia en el panorama político, movimiento nacionalista e intransigente, considerado como uno de los primeros grupos terrorista de la historia.
Tenía su brazo armado que daba muerte a quien colaborara con el gobierno pro-romano, y a militares romanos que dieran papaya -motivo por el cual, estos últimos, preferían andar de a caballo-, pues solían apuñalarlos por la espalda con una daga bien pequeña que llamaban la “Sicarita”, la que tenía una especie de garfio en punta para rasgar bien el pulmón al sacarla. La cargaban entre los pliegues de sus túnicas. Su objetivo era una Judea independiente.
Ante tal situación, Herodes aseguró su poder por medio de un ejército mercenario y un sistema de plazas fuertes. Este era el rey Herodes del tiempo en que nació Jesús; llamado “el Grande”, con fama de buen diplomático, soberbio y arriesgado, quien sometió a constante tensión su familia, en medio de asesinatos y paranoia.
La tradición Católica y el evangelio de San Mateo (2:16), narran que cuando reinaba Herodes en Judea, los reyes magos se dirigieron a Belén a adorar al Mesías, guiados por una estrella. Que cuando Herodes se enteró le dio temor de perder su trono, motivo por el cual, fingiendo interés por el niño, los despidió con un “vayan y se informan bien y cuando lo encuentren me notifican para ir a adorarlo”.Sin embargo, estos recibieron un mensaje de Dios, informándoles las intenciones del gobernante y no lo hicieron.
Herodes guiado por su afán de mantener el trono y al no tener conocimiento sobre Jesús, ordenó asesinar a todos los menores de dos años, pero el Mesías ya estaba en Egipto, pues José había recibido un mensaje divino que les avisaba de esta fatal amenaza. Así, todos los bebés que fueron asesinados, son los Santos Inocentes que recordamos hoy.
Seis años después muere Herodes, su testamento divide el reino en tres regiones que había gobernado astuta y despiadadamente. De allí que a sus descendientes se les llame Tetrarcas -la tetrarquía era un sistema de gobierno colegiado-.
A Arquelao, igual de ambicioso que su padre, le correspondió Judea e Idumea, desde luego la mejor parte. Era hijo de Maltace, una samaritana madre también de Herodes Antipas, quien recibió Galilea y Perea.
Felipe, hermano medio de Arquelao y Herodes Antipas, le corresponde Iturea, Traconítide y los territorios asociados en el norte del lago de Galilea. Era hijo de una judía llamada Cleopatra. A este que también llamaban Herodes Filipo, le va bien, pues según el historiador Flavio Josefo, fue justo a diferencia de sus hermanos. Se casó con su sobrina Salomé, hija de Herodes Filipo y Herodías. Escogió a Betsaida como capital de su territorio, donde murió tranquilo y sin herederos.
Cuando José retorna de Egipto, decide vivir en Nazaret, ciudad que hace parte del territorio de Herodes Antipas, espacio por el momento con relativa paz, pues Arquelao, quien heredó vicios de su padre pero no habilidad, había contenido en forma sangrienta los desórdenes que estallaron en Jerusalén. El resultado de la represión fue un levantamiento más amplio por parte de los celotes, que requirió firme intervención de Varo, gobernador de Siria. El gobierno de Arquelao termina en el año 6 d.C., cuando dicha protesta hizo que fuera desterrado.
Herodes Antipas, el tretrarca, gobierna Galilea y Perea 34 años. Tiene todo el respaldo del emperador Tiberio, pero problemas con Calígula, quien lo destierra con Herodías.
Este Herodes fue el que aprisionó y ejecutó a Juan el Bautista. Lo relata San Mateo en su capítulo 14, del versículo 1 al 12. Lo apresó y encadenó por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano. Juan le decía que no era lícito tenerla. Le daba temor matarlo porque el pueblo lo tenía por profeta, pero en su cumpleaños le agradó como danzó la hija de Herodías, a quien prometió bajo juramento, darle lo que pidiese. Ella aconsejada por su madre, pide la cabeza de Juan. Herodes ordenó decapitarlo a pesar de sentir tristeza, dice la escritura. La cabeza se la entregaron a la joven en bandeja, y esta se la llevó a su mamá.
También tuvo un breve encuentro con Jesús en Jerusalén cuando Pilato para congraciarse con Herodes, se lo envía durante el juicio. (Lucas 23:6-12). Herodes viendo a Jesús se alegra porque espera una señal de Él, pero Jesús cayó ante sus preguntas.
Herodes Agripa I-, nieto del primer Herodes, tuvo buenas relaciones con Calígula, motivo por el cual terminó reemplazando a Felipe el menor de los Tetrarcas, cuando murió. Luego cuando Antipas fue desterrado, Galilea y Perea pasaron a su poder, y en el año 41 d.C., recibió de Claudio todos los dominios que tuvo su abuelo bajo su mando. Este es el que aparece en Hechos 12. Murió a los 34 años por enfermedad intestinal, y Palestina pasó de inmediato a ser gobernada directamente por Roma.
Por último debo agregar, que Herodes Agripa dejó un hijo adolescente que fue designado por Claudio, rey de Cálcides en el 48. En el 53 le añadieron territorios de Felipe el tetrarca, junto con una zona occidental de Galilea, incluyendo la ciudad de Tibería. Fue llamado Agripa II-, último de la línea herodiana. Aparece en la Sagrada Biblia en Hechos 25, donde, como huésped del procurador Festo, escuchó la defensa de Pablo.
La celebración del día de los Santos Inocentes es internacional, especialmente en el mundo hispanohablante, con bromas de todo tipo. Desde luego más suave de las que nos hacen a los huilenses más seguido de lo calculado, como es el caso del Embajador de la India, la venida de Betania y el agotamiento de la gasolina por un paro agrario.
FELIZ AÑO.