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Dominical/ Creado el: 2017-01-29 09:04

Hoy, departamento no cuenta con presencia de FARC: Marino Valencia

Para el Comandante de la IX Brigada el balance de acciones para frenar la delincuencia en el Huila por parte de la unidad castrense que dirige fue excepcional. Reitera que habrá lucha frontal contra el narcotráfico, la minería ilegal y delincuencia común.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | enero 29 de 2017

Para Marino Valencia, hay cifras de operaciones militares que se deben destacar y que han puesto al departamento en una buena posición luego de haber sufrido por décadas la dureza de un conflicto armado; ello se evidencia en el incremento del 20% en el turismo, un crecimiento altísimo frente al porcentaje nacional y a lo que se tenía en el Huila, los datos positivos en producción de petróleo, gas y energía, y el retorno a tierras abandonadas por la violencia.

Que balance operacional hace del 2016?

El año 2016 fue un año muy positivo, no solo para las acciones del Ejército Nacional sino para el progreso del Departamento.

Dentro de nuestros roles principales está el de combatir el sistema de amenaza terrorista (FARC, ELN, los grupos armados organizados y los grupos delincuenciales), una lucha frontal en la que se logró un incremento significativo del 13% con referencia al 2015, pasando de 519 capturas a 587.

Al hacer referencia al sistema FARC, desde el 2015 hasta el 29 de agosto del 2016 (cese bilateral), se hizo una labor fundamental que fue lograr que esas estructuras que estaban en el Departamento hicieran un repliegue a sus áreas de acumulación de donde son oriundas; es decir, lo que quedo producto de la derrota y disminución de la capacidad militar de los frentes 17, 21, 25, 66 la ‘Jacobo Arenas’, Columna Móvil Manuelita Sáenz y la Columna Móvil ‘Teófilo Forero Castro’, todas estas organizaciones armadas ilegales se vieron obligadas a dejar el Huila y replegarse a sus áreas de retaguardia en Caquetá, Meta, Tolima y Cauca.

Un trabajo que se adelanta no solo en coordinación con la Policía Nacional, el CTI y la Fiscalía, sino además con las entidades de Gobierno tanto Departamental como municipales. Operaciones militares que nos permiten hablar de la victoria militar. Fue el 2016 el año de finiquitar las acciones sobre las FARC y gracias a ello hoy no hay en el Huila ninguna Zona Veredal de Tránsito a la Normalidad, ZVTN, logrando además que no se registrará un solo atentado terrorista, la reducción de la extorsión en un 46%, así  como la neutralización  de campos y áreas minadas.

Logramos la entrega voluntaria, con su armamento, de más de 20 integrantes de este sistema y la captura de 28 más, especialmente de quienes se dedicaban a la extorsión, logrando con esto disminuir la capacidad de afectación no solo extorsiva, sino en otros delitos como el hurto de ganado, el homicidio y lógicamente el secuestro.

El ELN y los grupos armados organizados (Clan del Golfo, Puntilleros, Pelusos), no existen en el Huila, gracias al trabajo de interrelación y control institucional que evitó su ingreso. Otro de los factores de inestabilidad que fue objeto de una ofensiva grandísima fue el narcotráfico, hoy podemos decir que el Departamento se encuentra libre de cultivos ilícitos producto de las operaciones que en el 2016 permitieron la erradicación de más de 35 hectáreas de siembras ilícitas, toda vez que si bien estas se encontraban en las zonas limítrofes con otros departamentos, amenazaban con expandirse y afectar suelo huilense.

Logramos 48 capturas por este flagelo cuya cadena delictiva inicia con la siembra y procesamiento en los departamentos de Caquetá, Putumayo y Cauca, siendo el Huila visto por las bandas de narcotraficantes como un corredor de movilidad que se ha ido cercando permanentemente; en el 2016 se logró la incautación de importantes cargamentos, más de tres toneladas de marihuana y dos de pasta base de coca, con un incremento de efectividad  del 60% con referencia al año 2015, el desmantelamiento de 10 estructuras de producción, la destrucción de seis toneladas de insumos líquidos y sólidos y la inmovilización de 18 vehículos que servían para este delito.  

La minería ilegal  fue otro imperativo operacional que arrojó más de 64 capturas, la inmovilización de 10 estructuras de maquinaria pesada, entre retroexcavadoras y volquetas, fueron incautadas y destruidas cuatro dragas y 70 bombas empleadas para la extracción ilegal de oro que generaban la destrucción de los cauces de los ríos y la erosión de tierras y bosques.  

Un balance operacional que hace parte de ese gran circulo virtuoso de la productividad que nace con la seguridad; por eso todos los estudiosos de finanzas saben que las inversiones en seguridad, no son gastos, ni costos, son eso inversiones, que van a generar una gran capacidad a quien la emplea. Ello se evidencia en el incremento del 20% en el turismo, un crecimiento altísimo frente al porcentaje nacional y a lo que se tenía en el Huila, los datos positivos en producción de petróleo, gas y energía, el retorno a tierras abandonadas por la violencia ya es un hecho, la reducción en la extorsión y la libre movilidad por las carreteras.

La tarea también redundó positivamente en la generación de energía, se estima que la Hidroeléctrica El Quimbo logró una producción media de 2.216 Gwh/año, generando el 4% de la demanda nacional, igual porcentaje aportó la Represa de Betania con un medio de energía de 2.105 Gwh/año.

En el sector de hidrocarburos el Huila registró una producción de 249.804,98 barriles de crudo con un costo de 13’724.285,60 dólares, mientras la movilidad vial incrementó del 10,75% al 24,87% con un ingreso de 2’879.344 vehículos y la salida de 2’883.988, para un total de 5’763.332 automotores.

¿Qué acciones esta adelantado la Fuerza Pública para contrarrestar las acciones criminales en el departamento del Huila?

El Ejército Nacional dentro de su Plan Espada de Honor 4 y 5 que finiquitó a fecha 31 de diciembre y ahora el Plan de Campaña de Estabilización y Consolidación Victoria que va desde el año 2017 a diciembre de 2018, establece unas rutas fundamentales; entre ellas están las acciones de prevención que implican una gran capacidad de la institución en el desarrollo de operaciones terrestres unificadas con el fin de generar actividades de disuasión a factores de inestabilidad.  Dentro de este rol estamos haciendo trabajos intensos para reestructurar y restablecer nuestro sistemas de inteligencia, ocupando esas áreas que fueron en algún tiempo bastiones y sus centros para el desarrollo de actos de terrorismo y delincuenciales por parte del sistema FARC; un trabajo mucho más coordinado e interagencial, no solo en los aspectos netamente jurídicos sino de inteligencia, de trabajo, de educación, de capacitación a los miembros de la Fuerza Pública para ser mucho más efectivos contra las amenazas persistentes.

Otro de los roles es el de configurar las capacidades gubernamentales y no gubernamentales, en un trabajo mancomunado con las organizaciones privadas, con el sector público, organizando y entrelazando nuestras misiones, nuestro plan estratégico con los planes de desarrollo, participamos en ellos y apuntamos con nuestras capacidades a apoyar el alcance de los objetivos propuestos dentro de cada de los mismos.

Finalmente está el rol de vencer, que es el de generar tales derrotas a las amenazas criminales para que los responsables tomen la decisión de abandonar las banderas de la criminalidad y se sometan a la justicia o por el contrario sean sometidos por la  fuerza del Estado.

¿Con el secuestro del Ganadero Fabio Durán parece volver ese clima de incertidumbre a los huilenses o esto lo calificamos como un hecho aislado?

Lo primero que le quiero decir a los huilenses es que tengan confianza en sus Fuerzas Militares, los retos que asumimos continuamente, no son producto del azar, hacen parte de un planeamiento, sabemos que vamos a enfrentar nuevos fenómenos criminales, nuevas actividades y nuevas amenazas.

El Huila ya ha dado un paso grandísimo en el cambio del comportamiento frente al crimen y al terrorismo. El Departamento no cuenta con presencia de FARC, gracias a que no contamos con Zonas Veredales de Transición a la Normalidad, no tenemos en la actualidad y trabajamos para que no exista presencia del ELN, de ser así los combatiremos con las armas legítimas que nos otorga la Constitución.

Sin embargo, dentro de lo que se vivió con el sistema FARC, no significa que no existan delincuentes y que no vean oportunidades para ocupar estos espacios. ¿Qué estamos haciendo nosotros?: un trabajo mancomunado no solo con las autoridades, con la Policía, sino también con la población, por eso la invitación más grande es que sigan confiando en nosotros, pero sobre todo que nos generen ese ciclo de información, de hecho el llamado no es a una denuncia formal, pero si a información oportuna que nos permita neutralizar actividades delictivas como el secuestro de nuestro ganadero Fabio Durán, para nosotros es de vital importancia rescatarlo, que regrese a casa y que los responsables sean llevados ante la justicia. 

No podemos hablar que volvimos a la época del pasado; la criminalidad siempre estará pendiente de cómo va a hacer daño o qué y cómo va a obtener dinero quitándoselo a los demás. Tampoco podemos decir que es aislado, porque sería restarle importancia; es un hecho supremamente delicado, una sola persona que sea secuestrada es de vital importancia para nosotros y es de nuestra mayor prioridad, pero tampoco podemos decir que el Huila es inseguro, que quien  entre al Departamento va a ser secuestrado, por eso este hecho lo estamos asumiendo como el más alto imperativo para la tranquilidad de los huilenses y es decirles cuenten con nosotros, cuenten con su Ejército, sin embargo necesitamos del concurso de toda la sociedad, teniendo en cuenta que la seguridad no solo involucra a la Fuerza Pública sino a cada uno de los ciudadanos que están en el territorio.

Desafortunadamente tenemos influencia de sectores y de organizaciones criminales que nos están afectando, que vienen de los departamentos vecinos, pero estamos trabajando de manera coordinada con las autoridades de estas zonas, para  evitar que se creen  Zonas Grises de Interés Criminal (ZGIC) que puedan afectar la seguridad de los huilenses. 

Algunas personas indican que en el Huila se ha incrementado la extorsión. Que acciones se están adelantando para hacerle frente a esta problemática.

La extorsión es un delito que hay que mirarlo bajo varios escenarios, hay delincuentes que a través de llamadas telefónicas buscan incautos que suministren el dinero, están son las que tienen relación con la extorsión de tipo carcelario.

La mayoría de esas llamadas son las que impactan en la percepción que tiene la comunidad del aumento de las extorsiones, pero el balance final frente al hecho de ser pagada una extorsión o ser intimidado para el pago, se ha reducido.

Es de resaltar las 36 capturas por extorsión, al tiempo que se continúan los procesos de judicialización, se incrementaron las aprehensiones en flagrancia en un 14%, se frustraron cinco secuestro y se logró el rescate de un ciudadano, acciones que a su vez redundaron en que los huilenses dejaran de pagar por los delitos que atentan contra la libertad personal un total de 3’.328.435.000.

La delincuencia está abierta a cualquiera de las modalidades, pero ese trabajo no es sólo de la Fuerza Pública, debe ser comunidad, organismos de seguridad y todos los elementos del poder judicial para llevar a feliz término la judicialización de un delincuente que hace una llamada para intentar extorsionar.

Para ello hemos intensificado nuestras campañas de prevención, las que hemos incrementado en casi un 300%, empleando  los medios de comunicación, las redes sociales, el sistema puerta a puerta, persona a persona, pasamos y visitamos veredas, fincas, el comercio, indicándoles cual es el procedimiento e invitándolos a informar, entendemos la percepción porque una llamada afecta, pero requerimos información en tiempo real.

¿Que pueden esperar los huilenses de las Fuerzas Militares que usted dirige?

Máximo compromiso, el mayor estado en la cima moral para enfrentar los diferentes fenómenos criminales y los factores de inestabilidad en el Departamento; realizamos una  lucha frontal contra el narcotráfico, la minería ilegal y delincuencia común. Cuentan con un Ejército que tiene una gran capacidad para prevenir (disuadir), configurar y vencer las amenazas; reaccionamos de manera efectiva cuando obtenemos información de la posible vulneración no solo a la libertad, sino al patrimonio o al maltrato de una persona, reaccionamos de forma inmediata para dar la protección, para cumplir lo que nos manda la Constitución en su artículo 217.

Ni una hora de descanso, máximo de compromiso y de esfuerzo por ustedes, todas nuestras capacidades al servicio de la comunidad, eso es lo que pueden esperar de su Ejército. Un mayor esfuerzo desarrollando operaciones de seguridad  de área extensa y de estabilidad contra el sistema de amenaza persistente que genere las condiciones de seguridad a los huilenses, blindando la infraestructura, la política, la economía y los activos estratégicos del Departamento.

¿Cuáles son esos temores que ustedes como militares le ven al actual proceso de paz?

Ninguno, nosotros somos los victoriosos, logramos la victoria militar sobre las Farc para llevarlos a una mesa; ya el proceso como se desarrolla es de neta competencia del Gobierno Nacional con toda las facultades que tiene y que le otorga el pueblo colombiano dentro de un Estado Social de Derecho. No tenemos ningún temor, porque nosotros fuimos los que llevamos al sistema Farc a la negociación.

Tenemos un compromiso inmenso donde nuestra cima moral debe quedar en lo más alto, para garantizar que ese proceso, de acuerdo a la Constitución y la Ley y lo que determine el Presidente de la República, se cumpla, a garantizar que esas zonas donde las FARC estuvieron, estén seguras, a que la criminalidad se combata.

En varios escenarios le he mencionado a las agremiaciones, a la comunidad en general, que el proceso con FARC es un proceso en el que ésta organización es un  ingrediente más en una gran bolsa  de factores de inestabilidad, ósea ese ingrediente sale de ese listado, pero el resto de factores nos van a afectar; todavía tenemos narcotráfico, grupos de delincuencia organizada, microtráfico, violencia intrafamiliar, todos esos elementos van a ser combatidos con toda la capacidad y con la Espada de Honor del Ejército Nacional. Nuestro trabajo sigue siendo el de garantizar la seguridad de los huilenses.

¿Es esta una oportunidad para que los miembros de las Fuerzas Militares  que son investigados piensen en acogerse al acuerdo de justicia transicional; les servirá esto para saldar sus cuentas con los altos tribunales.

Los procesos que se han desarrollado y llevado en contra de la Fuerza Pública, la gran mayoría han sido adelantados bajo una jurisdicción que no cubre las acciones militares, es decir, son investigados bajo el ámbito de los Derechos Humanos y  no del Derecho Internacional Humanitario que es el que regula cualquier infracción a la misma en el desarrollo de un conflicto armado.

Cuando hablamos de la pregunta “saldar sus cuentas”, es como si fuéramos culpables de enfrentar o participar en un conflicto armado en defensa del pueblo colombiano, lo que está haciendo en esta jurisdicción especial para la paz y el proceso de justicia transicional, es evaluar aquellos hechos que fueron juzgados sin la protección jurídica dentro de un conflicto armado y lógicamente ahí se van a enfrentar otra cantidad de infracciones que pudo haber cometido el integrante de la Fuerza Pública en empleo y exceso de la fuerza y de sus capacidades, que desencadenó, desafortunadamente, en la vulneración de derechos de ciudadanos en medio de este conflicto.

La justicia transicional permite determinar en qué parte infringimos el DIH, en que parte nos excedimos y en que parte funcionarios o integrantes de la Fuerza Pública en una forma desafortunada y en un hecho sin ninguna justificación, sobrepasó los límites.

La justicia especial para la paz y la justicia transicional tienen un objetivo fundamental, llevar la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición a las víctimas, entregarle lo que ellos necesitan saber y garantizarles que eso no volverá a pasar.  En el caso de la Fuerza Pública es decirles que si nosotros nos excedimos, lo asumimos, lo aceptamos y nos comprometemos a no volver a sobrepasar y no infringir estas normas para que en defensa del resto de los colombianos no causemos daño a otros colombianos, sino por el contrario, asumimos con honor la responsabilidad de defenderlos y garantizar el respaldo, el amor y sobre todo la legitimidad con la cual hoy en día todos los colombianos reconocen a este Ejército como “el Ejército Nacional de Colombia”  el único y verdadero Ejército.