jueves, 29 de mayo de 2025
Dominical/ Creado el: 2014-10-07 08:23

Hong Kong: “la revolución de los paraguas”

“China prometió que Pekín mantendría la democracia en Hong Kong durante 50 años… queremos que mantenga su palabra”.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | octubre 07 de 2014

 

La “revolución de los paraguas”, así se reconocen  las  protestas que completan 12 días en la excolonia británica que reclama elecciones libres, organizada por la Federación de Estudiantes y Occupy Central with Peace and Love (movimiento prodemocracia liderado por Benny Tai, abogado y sociólogo). Estos hechos  ensombrecen  la celebración del 65 aniversario de la llegada al poder del Partido Comunista  encabezado por Mao Zedong aquel primero de octubre de 1949, fecha en que vio la luz la República Popular China. Los hongkoneses luchan por que se cumplan las libertades democráticas (libertad de expresión, prensa, reunión y voto) que el Reino Unido y China negociaron  en 1982 y 1985 entre  Margaret Thatcher y Deng Xiaoping, el reformista que sucedió a Mao, y que se tradujo en la entrega en 1997  de la  que fuera  por 156 años colonia   británica .Bajo el principio de “un país, dos sistemas”, convirtió a Hong Kong en Región Administrativa Especial de China,  dirigida por alguien con  espíritu patriótico, en palabras de Deng: “Alguien que respeta a la nación china, apoya la soberanía china sobre Hong Kong y no quiere dañar la prosperidad y la estabilidad de la excolonia”.

Transcurridos 17 años las circunstancias han cambiado y generan opiniones como la de  un miembro de Occupy Central quien señala: “China prometió que Pekín mantendría la democracia en Hong Kong durante 50 años… queremos que  mantenga su palabra. Edward Chin afirma: “Nosotros queremos votar en elecciones libres”, y se refiere al gobierno comunista chino como “una máquina totalitaria, y el presidente Xi Jinping (como) peor que todos sus antecesores”. Todo comenzó cuando Occupy Central marchó en protesta por las restricciones del gobierno chino a la democracia política que recuerdan las protestas de 1989 en la Plaza Tiananmen reprimidas por el régimen que fue sordo al clamor de los estudiantes y que conjuró a sangre y fuego. El jefe del ejecutivo Leung Chun-Ying es vituperado por los manifestantes que piden su renuncia, ante lo cual se abre el diálogo con Carrie Lam Cheng, secretaria jefa de la administración hongkonesa advirtiendo que no está en juego la dimisión del actual mandatario. Los estudiantes aceptan entrar en una discusión pública que incluya la reforma política y elecciones libres en 2017 pero en las últimas horas el clima se ha enrarecido al ser atacados por bandas gubernamentales, débil respaldo de la policía, lo cual es visto como contradictorio que un día la policía antidisturbios los ataca con gases lacrimógenos y luego llama al dialogo pacifico.  

Hong Kong (HK), tercer centro financiero más eficiente del mundo después de New York y Londres,  es una ciudad desigual con cerca de 7 millones de habitantes, 8,8% de estos son millonarios, el más rico Li Kang-Shin con US $31 mil millones y octavo en el ranking mundial según la revista Forbes, convive con 1.3 millones (18%) que padecen la pobreza bajo la sombra de rascacielos en los que una urbe desindustrializada, con un sector terciario dinámico incapaz de garantizar salarios competitivos  hace incierto  el sueño de prosperidad  para jóvenes y clase trabajadora.   .

Mientras China continental es el mayor productor de manufacturas, bienes de consumo y consumidor clave para la economía a escala global. Con un peso para la economía equivalente al de Chile, HK empieza a sentir el rigor de las protestas: sucursales bancarias cerradas, viajes de negocios cancelados, interrupción del transporte público; además el turismo y el comercio, que representan 10% del PIB se verán afectados, afirma la consultora Capital Economics, además de la inconformidad de los empresarios con la protesta, en una bolsa donde cotizan poderosas compañías como HSBC, PetroChina y se tranzan billones de dólares. Su economía contribuye al  éxito  económico chino, pues se ha beneficiado de las inversiones, la energía y la visión empresarial, de este atípico experimento que ve crecer el capitalismo dentro de un “modelo comunista con características chinas. La  isla depende de la reexportación de manufacturas chinas, turismo y bienes consumidos por los continentales, que le representan ingresos considerables. Además la “Perla de Asia”, como también se conoce  es uno de los mayores puertos del mundo, supera los 14 millones de contenedores al año y conecta  los mercados de Asia, Europa y África.

En agosto del año en curso China determinó que las elecciones del Jefe de Gobierno en 2017 se realizarán bajo un sistema restrictivo de solo dos o tres candidatos preseleccionados por un comité afín a las políticas continentales, interpretando a su manera el acuerdo de “un país, dos sistemas” (19 de diciembre de 1984) según el cual, el sistema chino no tendría injerencia directa en los asuntos de HK.

HK fue refugio de exiliados chinos procesados y desplazados por la invasión japonesa como consecuencia de la guerra ( Manchuria 1937) que la convirtió en base militar para su campaña de Asia durante la Segunda Guerra Mundial, posteriormente sería recuperada por los británicos (1945) tras la rendición incondicional de Japón. En 1949 continúa la llegada de chinos, y esta migración ofreció  mano de obra barata que permitió su rápido crecimiento especialmente en el sector manufacturero, una de las más productivas y ricas regiones de Asia, lo que incentiva la llegada de más refugiados en los años 70 y 80 incluidos vietnamitas.

Desde 1997 la Universidad de HK realiza encuestas sobre identidad, encontrando que más del 40% se siente más hongkonés que chino, porcentaje que ha ido en aumento durante los últimos 17 años. No obstante hay quienes piensan lo contrario, que HK se parece cada vez más a China, que el socialismo con características chinas les favorece; pero se escuchan voces como la de quienes apoyan la protesta porque: “Si HK se volviera como China, sería una auténtica vergüenza".

Lo que está en juego es la política exterior China que ha definido impulsar grandes reformas económicas que desarrollen y modernicen sus fuerzas productivas, hagan del gigante asiático la gran empresa manufacturera mundial obviando todo enfrentamiento en política exterior y conciliando toda protesta que ponga en juego el férreo orden institucional representado por el PCChino, presidido por Xi Jinping quien ha reiterado que “el Gobierno Central sigue apoyando de forma firme la administración de Leung Chun-Ying y la gestión de estas actividades ilegales por parte de la policía del territorio, en el marco de la ley”. El experimento de desarrollar un capitalismo con libertades políticas al estilo occidental, heredado de Gran Bretaña dentro de una China comunista (“un país dos sistemas”) hace crisis. La estabilidad política no está en juego mientras la protesta se mantenga en el marco de la ley la fortaleza de HK en el escenario financiero mundial no se ve  amenazada puesto que: “Las autoridades chinas y de HK tienen suficiente poder y recursos para contener problemas significativos”.

El profesor de Desarrollo y Relaciones Internacionales de City University HK, Rubén González dice que sus estudiantes de China Continental comprenden el mensaje del régimen: El progreso económico no traerá una apertura política de patrones occidentales. Sus compañeros hongkoneses son conscientes de la debilidad frente al todo poderoso gobierno de Pekín, por lo cual entonan en las calles un éxito de los 80 del grupo Beyond: “Perdona que en esta vida siempre haya sido un rebelde, amado la libertad y que todavía tema caer algún día. Es muy fácil traicionar tus propios sueños, pero ¿A quién le importa si un día tan solo quedamos tú y yo?”. Bogotá, 03/10/2014