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Dominical/ Creado el: 2016-08-14 07:47

Hay muchos nubarrones en el horizonte del país: Martha Lucía Ramírez

‘Ojalá, el gobierno se mantenga firme en exigir que se suspenda el secuestro y den razón de todos los secuestrados por el ELN, como condición para conversar con ese grupo’

Escrito por: Redacción Diario del Huila | agosto 14 de 2016

Jorge Parga Vanegas
Diario del Huila 

Con un llamado al conservatismo, para que recupere su vocación de poder, la exministra Martha Lucía Ramírez no descartó la posibilidad de liderar una nueva propuesta presidencial.

Sin embargo, advirtió que Colombia tiene en el horizonte muchos nubarrones que se tendrán que despejar para que haya progreso.

La dirigente política criticó la conformación, por parte del Gobierno, de la unidad nacional, y dijo que solamente fue llamada la clase política amiga del Presidente, dejando por fuera a importantes sectores gremiales, sociales y sindicales del país.

La excandidata habló también con DIARIO DEL HUILA sobre los acuerdos de paz con las FARC y las inminentes negociaciones con la guerrilla del ELN.

El país está a la expectativa de conocer si su nombre estará de nuevo en el abanico presidencial para las elecciones del 2018. ¿Está tomada ya la decisión?

Lo único cierto es que mientras estemos vivos, debemos tratar de servirle mejor a Colombia; de aquí a dos años hay mucho tiempo. Espero que tengamos la oportunidad de seguir trabajando para lograr un manejo del Estado más transparente, eficaz y al servicio de todos los colombianos.

Si decide participar en la contienda electoral del próximo año, ¿se   sometería usted a las reglas de juego del Partido Conservador para el proceso de escogencia del candidato presidencial o lo hará de forma independiente?

Por supuesto que si el Partido Conservador recupera su vocación de poder y opta por tener una candidatura que pueda liderar una propuesta para sacar a Colombia adelante con progreso y oportunidades de desarrollo para todos, espero poder participar en ese proceso. Pero, si el Partido Conservador vuelve como sucedió en la candidatura del 2014, a priorizar los acuerdos que coloquen en el poder candidatos distintos a los del conservatismo, tal como sucedió con el presidente Santos y posteriormente, con la Gobernación del Huila, miraremos otros escenarios para hacer nuestro trabajo y ayudar a transformar verdaderamente a Colombia, pensando en la gente que no tiene por qué seguir aplazando sus aspiraciones de educación, trabajo y progreso para todos.

¿Ve usted al procurador Alejandro Ordóñez como su competidor en la  campaña presidencial por el Partido Conservador?

El doctor Alejandro Ordóñez es, sin duda, un funcionario que ha demostrado carácter y compromiso en el manejo del Estado y la función pública y, aparentemente, tiene aspiraciones políticas. Será el pueblo colombiano quien en su sabiduría escoja a la persona más adecuada para liderar el destino del país, porque lo cierto es que hoy por hoy, se ven muchos nubarrones en el horizonte. Tenemos que despejar esos nubarrones a como dé lugar para que Colombia entera sienta el progreso.

Se afirma que el proceso de paz polarizó al país. ¿Tiene usted la misma percepción y de qué lado estará en la campaña del plebiscito?

Sí creo que el mal llamado proceso de paz ha polarizado innecesariamente al país. Esto es simplemente un proceso de negociación para terminar el conflicto con las FARC. La paz verdadera es mucho más ambiciosa que eso. Para la paz verdadera se necesita justicia, educación, empleo y sobre todo, acabar la corrupción, que es el peor cáncer que sufre nuestro país. Lamentablemente, toda esa agenda se ha dejado de lado para firmar el acuerdo con las FARC. Debemos orientar esa agenda del desarrollo y el progreso con objetivos ambiciosos pero posibles. Yo sé que podemos lograr mucho más en beneficio de la gente del campo y de las ciudades. Para ello hay que convocar el esfuerzo amoroso de todos los que de verdad queremos a Colombia. El error de la supuesta unidad nacional fue convocar solamente a la clase política amiga del Presidente, dejando por fuera a los empresarios, los trabajadores, los sindicatos, los campesinos, las organizaciones sociales y, por supuesto, también a la oposición para haber construido una agenda de trabajo con reformas estructurales que, de verdad, le sirvan a 46 millones de colombianos para avanzar y tener un país de gente feliz.

No entiendo cómo algunos están ya en la campaña del Sí al plebiscito y otros en la campaña del No, cuando todavía no conocemos los textos completos de esta negociación, ni sabemos las soluciones acordadas para las famosas salvedades o agenda pendiente pedida por las FARC. Por ejemplo, ¿de qué tamaño será el fondo de tierras?, ¿cómo asegurarnos de que Las FARC entreguen la totalidad de recursos del narcotráfico y las extorsiones, en lugar de entrar a hacer política con esa plata maldita, frente a la cual ninguno de los que hacemos política limpia y sin comprar votos tendríamos cómo competir?

¿Cuál es su opinión sobre la posición ambivalente del Partido Conservador frente al gobierno del presidente Santos?

Esa posición que usted considera ambivalente es el producto de dos sectores del partido con posiciones claramente distintas. Esa división obedece en parte a no haber convocado como debe ser a las bases del conservatismo para escucharlos, conocer su percepción sobre la negociación y el plebiscito, saber a través de ellos si la seguridad se ha deteriorado como dicen muchos, o si por el contrario, el pueblo siente reales posibilidades de lograr un país sin las amenazas de grupos armados ilegales, llámense como se llamen.

El Partido Conservador requiere un viraje profundo en su orientación para evitar que la doctrina y valores de la colectividad se confundan con los intereses de un grupo de parlamentarios, que llegan al directorio para manejar el partido según su agenda y ambiciones personales,  en lugar de llegar a construir partido aumentando sus militantes, promoviendo una mayor participación del conservatismo en la solución a los problemas nacionales y ejerciendo un verdadero liderazgo frente a la sociedad civil que, en la actualidad, mira con desdén y desconfianza a la clase política.
Estoy segura de que el conservatismo de las bases, de los directorios departamentales y municipales, de los conservadores del común, no está aún en el Sí al plebiscito cómo lo están ya al parecer, casi todos nuestros congresistas. El director del partido, David Barguil, se equivocó al atender con tanto afán las invitaciones de palacio, en lugar de darle la prioridad debida a convocar las bases y haber reunido la convención desde hace 8 meses, tal como lo obligaban la ley y los estatutos del partido.

¿Qué mecanismos considera usted debe implementar el Partido Conservador para que se respete la autonomía estatutaria de los Directorios Departamentales?

Ante del giro que requiere el partido, consiste justamente en que funcione adecuadamente la veeduría y el tribunal de ética del partido, para que ningún miembro de la colectividad ni mucho menos los congresistas, se sientan autorizados a pasar por encima de las decisiones de los directorios por acuerdos políticos que consultan intereses particulares y no el desarrollo de la colectividad, ni mucho menos su verdadero potencial electoral que se maximiza en un partido unido, no en un partido que nos dividen desde afuera, normalmente desde el Palacio presidencial, con la aceptación de algunos congresistas y muchas veces, miembros del directorio; cualquiera que tenga aspiraciones políticas a nombre del conservatismo, debe someterse a las reglas del juego cumpliendo totalmente las decisiones.

Frente al debate sobre la participación de las FARC en política, ¿es partidaria usted de que a esa guerrilla se le otorguen curules en el Congreso y de qué forma?

Obviamente, como culminación de un proceso que termine definitivamente el conflicto con las FARC, debe haber un mayor espacio político para quienes militan en esa organización; sin embargo, esa participación de las FARC en la política debe estar permitida solamente para quienes no tengan responsabilidad directa por crímenes de lesa humanidad, ni crímenes de guerra, tales como el reclutamiento de niños, los secuestros, las minas  contra la población civil o el asesinato de soldados con francotiradores.

Adicionalmente, las FARC deben hacer política cumpliendo las reglas del régimen electoral colombiano; es decir, presentándose a elecciones populares para que sea el pueblo quien escoja a los que podrán acceder al poder político en representación de esa organización.

En su criterio, ¿cómo debe operar el beneficio jurídico para la amnistía con las FARC?

No soy partidaria de que se entreguen a las FARC un número determinado de curules por el solo hecho de firmar un acuerdo, ese es un ventajismo político injustificado para alguien que sabemos que tiene el objetivo de tomarse el poder por la política, ya que no pudieron lograrlo por la fuerza.

¿Ve usted viables los diálogos de paz entre el gobierno del presidente Santos y la guerrilla del ELN?

Nunca estuve de acuerdo con que se iniciaran negociaciones con las FARC sin exigirles previamente la terminación de los secuestros, el reclutamiento de niños, ni las acciones terroristas contra la población civil y la infraestructura.

Considero que no ponerles condiciones humanitarias fue un punto de partida que colocó en condición de debilidad al Gobierno Nacional frente a las FARC.

Ojalá, el gobierno se mantenga firme en exigir que se suspenda el secuestro y den razón de todos los secuestrados por el ELN, como condición para conversar con ese grupo y obviamente, para iniciar luego una negociación.

¿Está de acuerdo con la propuesta de la Ministra de Educación para que en Colombia se imponga la ideología de género?

Una cosa es cumplir con la obligación constitucional de respetar los derechos y la dignidad humana de cualquier colombiano, independiente de su preferencia sexual, y otra muy diferente es imponer como usted dice, la ideología de género o hacer promoción de este tema. Me parece que a los niños no hay necesidad de confundirlos frente a un abanico de posibilidades, sino que hay que darles un mensaje único de respeto por cualquier persona humana y por su dignidad.

¿Piensa regresar a la institucionalidad del Partido Conservador y cómo son hoy sus relaciones con las directivas de esa colectividad?

No me he retirado de la dirección del partido, aunque francamente no asisto a la sede con la frecuencia que quisiera, pues en primer lugar, son muy pocas las citaciones que hace el presidente al Directorio. Por  otra parte, echo de menos el que no presenten documentos de análisis sobre los temas nacionales que permitan debates intelectuales y políticos, que realmente estén en sintonía con el trabajo político grande, ese trabajo que tiene que ver con el buen manejo del Estado para el beneficio de todos los colombianos, sin excepción.

¿Para cuándo tiene proyectado visitar el departamento del Huila?

Espero visitar muy pronto el departamento nuevamente, pues estoy trabajando desde hace dos años en un proyecto de empoderamiento de mujeres en todo el país, no sólo mujeres conservadoras.

Quiero que todas las mujeres colombianas jóvenes y mayores desde el estrato 1 hasta el 25, tomen más conciencia de sus capacidades y se preparen cada día para tener lugares de liderazgo e impacto en el país, tanto en el campo de la economía como en el campo de la política.

Quiero visitar el Huila para hacer un foro de mujeres empoderadas, que tomen conciencia sobre su mayor desarrollo y fortaleza emocional, intelectual, social y política, y para que trabajemos hombro a hombro, con los hombres en el Huila y en todo el país, para impulsar a Colombia con desarrollo, respeto, honestidad e inclusión de todos en las oportunidades maravillosas que ofrece este país, y que a veces, parecería que nuestros dirigentes estuvieran empeñados en desperdiciar.