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Dominical/ Creado el: 2014-02-09 04:56

Gorky Muñoz: ‘amo la construcción, es mi arte y le debo mucho a esta labor’

El Concejal visible 2014, habló con DIARIO DEL HUILA sobre su vida personal, su amor por la vida, su familia, su deseo de superación y sus aspiraciones en la política por ser Alcalde de Neiva.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | febrero 09 de 2014

Gorky Muñoz Calderón es un hombre de 47 años de edad, nacido en Neiva, hijo de Amparo Calderón, ama de casa, y de José Ignacio Muñoz, mecánico Diésel. Fue presidente del Concejo de Neiva durante 2013 y esta semana fue escogido por varias entidades importantes de la región como ‘Concejal Visible 2013’, por su labor en la corporación. Esta Casa Editorial, habló con Muñoz de sus encantos y desencantos en la vida y cómo logró llegar al Concejo de Neiva.

Con la mirada al horizonte, Muñoz comenzó a recordar cada uno de los sucesos de su vida y cómo fue poco a poco abriéndose camino, hasta lograr superarse en medio de las desavenencias  de la vida, hasta llegar a convertirse hoy en concejal de Neiva.

Nació en el barrio La Independencia de Neiva y se crio en una familia muy humilde, compuesta por sus padres y 7 hermanos. Por cosas del destino, su padre decidió emprender otro camino lejos de ellos, cuando él era muy pequeño, lo que hizo que su madre tomara las riendas del hogar y alternara su vida familiar con diversos trabajos para lograr sacar sus hijos adelante. Esto hizo que Gorky el mayor de la familia se aferrara a su madre y se convirtiera en su brazo derecho para tomar decisiones y ejecutar labores en casa.

“Mi madre para mi es una persona especial, valiente, muy trabajadora y siempre, ¡siempre! Nos inculcó el trabajo. Nos motivaba constantemente para que estudiáramos, para que viviéramos bien y nos superáramos en todo. Siempre nos decía que había que trabajar honestamente y salir adelante”, afirma al referirse con mucho orgullo a su madre, quien murió hace varios años.

Estudios

Por ello inició sus estudios en la sede educativa Ricardo Borrero Álvarez y más tarde cursó hasta el grado décimo en el Instituto Técnico Superior de Neiva, pues por las condiciones económicas, no muy cómodas, debió trabajar desde los 14 años de edad, para ayudar en su casa. Al inicio trabajó en construcción y también en ‘obra blanca’, acompañando a uno de sus hermanos.

“Recuerdo mucho cuando vivimos en el barrio Alberto Galindo y allí en aquel tiempo no había acueducto y nos tocaba ir hasta el río a traer agua para poder subsistir. Era algo especial, íbamos a traer el agua y entre todos nos ayudábamos porque siempre fuimos muy unidos. Incluso hasta hoy, seguimos siendo unidos y nos ayudamos”, expresa.

Sobre su juventud, Muñoz se describe como un hombre bastante “juicioso”, el cual no salía de su casa sin el permiso de su mamá; además, siempre fue buen estudiante y le gustaba todo lo relacionado con el consejo estudiantil de su colegio.

Sin embargo a los 18 años, decidió dar el sí y se casó con Luz Marina Trujillo, “su compañera incondicional”, como él mismo la describe, con quien formó un hogar compuesto por 3 mujeres y un hombre y quien hasta el día de hoy le acompaña.

“Para mi madre fue muy duro cuando me casé. Pero yo nunca la abandoné, yo la ayudaba mucho y dos años después ella murió. Me hubiera gustado mucho que hoy ella estuviera viva y viera a sus hijos, lo que somos y cómo estamos gracias a ella, a mi madre”, afirma Muñoz con mucha nostalgia en su rostro.

“Mi esposa ha estado conmigo siempre; ella me ha acompañado en todo y bueno, yo he tenido muchos errores, hemos pasado muchos momentos difíciles pero aun así ella me ha perdonado y seguimos juntos”.

Trabajo comunitario

El concejal formó su hogar y gracias a su madre, Gorky entró a trabajar en Comfamiliar del Huila como mensajero y poco a poco fue escalando hasta llegar a ser funcionario de planta. Hizo parte del sindicato de la empresa y fue fiscal y vicepresidente de este sector.

“Yo trabajaba en Comfamiliar. De allí salí y durante un año viví en el campo. Regresé a Neiva y trabajé mucho. Arranqué ya de lleno con la construcción como ayudante, luego  fui albañil, fui maestro de obra, porque yo en el Técnico aprendí dibujo técnico y esto me sirvió mucho para conocer, para leer los planos y saber cómo se hacían o diseñaban. Yo amo, amo mucho la construcción. Es mi arte y yo le debo mucho. Gracias a ella he podido subsistir en la vida, he comido gracias a este oficio, la educación de mis hijos también se la debo a esto y gracias a esta labor he conocido mucha gente”, expresó el concejal Muñoz.

Cuando tenía 32 años, junto con un grupo de amigos, ya cansados de andar viviendo en arriendo, nos unimos y organizamos y fundamos una organización llamada ‘Fronteras del Milenio’, una ONG. “Desde allí comenzamos a hacer nuestro trabajo y nos organizamos y Yo decía en aquel tiempo, que la única forma de que los políticos nos pusieran atención era uniéndonos y en eso le insistía a la gente, por esto legalizamos nuestra asociación y comenzamos a trabajar para tener el sueño de muchas familias, que es el de tener casa propia y así organizadamente, hacíamos rifas, almuerzos y reuníamos fondos. Yo me tomé a pecho eso y quería darles resultados a toda esta gente: amas de casa, o mujeres cabeza de hogar, aseadoras, albañiles, maestros de construcción, y vendedores de Mercaneiva”.

Y fue así que con los fondos que recolectaban en la asociación Fronteras del Milenio, compraron un lote al sur de Neiva y allí iniciaron la construcción del barrio que lleva su mismo nombre.

“Yo bregaba mucho con los políticos para gestionar recursos; yo iba y los esperaba varias horas para hablar con ellos y los políticos a veces me atendían a veces no. Eso era difícil. Es así que mis amigos me dijeron Gorky porque no te lanzas al concejo y pues tuve el apoyo de 300 familias y fue así que en el 2003 salí elegido como concejal. Entre 2003 y 2007 fui concejal”, cuenta Gorky y agrega que esto lo motivó y lo comprometió más para trabajar por estas familias que lo eligieron.

En el siguiente periodo de 2007 a 2011, no quedó elegido, dice él que por algunos desaciertos que cometió y esto lo llevó a perder el apoyo de algunos amigos, pero también le hizo valorar más este trabajo y el deseo de hacer las cosas bien en la política.

En 2011 es nuevamente escogido concejal de la ciudad, porque como él afirma, “nunca paró de trabajar por su gente”. Hoy siente que ha valido la pena pues se siente muy contento por haber sido escogido como Concejal Visible 2013.

“Yo me he superado, siendo concejal, terminé mi bachillerato, luego hice un técnico en administración de negocios y actualmente soy estudiante, estoy en quinto semestre de Administración Pública en la Corporación Universitaria Politécnico Grancolombiano. Quiero seguir creciendo y me deseo a corto plazo es ser alcalde de Neiva, para poder seguir sirviéndole a la comunidad”, concluyó.

 

DINHORA DEL PILAR MONTAÑEZ R.

Especial para Diario del Huila