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Dominical/ Creado el: 2017-05-21 12:36

Estudios de la PTAR no se ajustan a las necesidades de Neiva

Desde el año 2011 el municipio de Neiva contrató los primeros estudios que permitieran la ejecución de la PTAR; hoy, seis años después, la revisión y conceptualización del estudio realizado por ACODAL demuestra que los diferentes productos no cumplen con los requisitos básicos que se necesitan para la construcción de la planta.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | mayo 21 de 2017

Yesenia Polanía Pascuas

Diario del Huila

 

La Planta de Tratamiento de Aguas Residuales PTAR, es uno de los proyectos que urgen a la ciudadanía neivana, sin embargo, es evidente que no se puede comenzar la ejecución del mismo sin la realización de los estudios pertinentes que cumplan con todas las características técnicas, académicas y científicas requeridas, ya que, si se hace sin tener en cuenta ese factor, podrían estar generando un problema mucho mayor al que existe hoy en Neiva con las aguas residuales.

 

En el año 2011, EPN, hoy Las Ceibas Empresas Públicas de Neiva ESP, constituyó la “Unidad Ejecutora del Plan Maestro de Agua y Saneamiento de Neiva para adelantar las acciones y actividades técnicas legales, financieras y administrativas de apoyo al municipio de Neiva, y a las Empresas Públicas de Neiva, para la formulación e implementación de los proyectos de agua potable y saneamiento”, y adicionó al objeto de  la consultoría inicial la obligación de realizar los “Estudios y diseños del Sistema de Tratamiento de Aguas Residuales STAR de Neiva, en tres fases de trabajo: Fase I, diagnóstico, productos 1, 2 y 3; Fase II, selección del sistema óptimo de tratamiento, producto 4; desarrollo ingeniería de detalle y pliegos de licitación, productos 5 y 6”, contrato realizado con el Consorcio Neiva 2009.

 

Plazos y costos

Ahora bien, hasta aquí se sabe que se contrataron los estudios y se conoce cuáles debían ser los productos entregados según la fase que fuera desarrollando el Consorcio en su trabajo.  Adicional a esto, mediante el contrato se logró identificar que el plazo fijado para entregar los Estudios y Diseños de la PTAR fue de siete meses; es decir, desde el 12 de abril de 2011 hasta el 11 de diciembre de ese mismo año.

En cuanto al costo del estudio contratado, éste fue convenido en $2.250.000.000 (dos mil doscientos cincuenta millones de pesos) más el IVA, este valor mencionado fue calculado teniendo en cuenta que equivalía al 5% del costo directo de la obra.

Revisión de los estudios efectuados

Luego de que la comunidad realizara diferentes denuncias ante la Fiscalía General de la Nación y la  Procuraduría, se originaron dudas frente al convenio de consultoría  con el Consorcio Neiva 2009, Empresas Públicas de Neiva (en ese entonces) convino la revisión de los estudios mediante un contrato  con la Asociación Colombiana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental ACODAL Seccional Centro,  “prestación de servicios profesionales para revisar y conceptuar  la información técnica  y financiera de las alternativas de tratamiento, estudios y diseños de la PTAR del municipio de Neiva, de conformidad a lo dispuesto en el Contrato de Consultoría N° 015 del 2009 y Otrosí N° 003”, así se denominó el contrato con ACODAL, el cual tuvo un valor de  $64.009.976  con IVA incluido.

Conclusiones del informe de ACODAL

El informe final que entrega la firma ACODAL a Las Ceibas EPN en diciembre de 2016 pone en evidencia la baja calidad de los estudios, su NO pertinencia y carencia de los recursos que se habían estipulado en el contrato. Ellos en su informe resaltaron las debilidades que tenía el estudio en cada uno de los productos que debían ser entregados, según correspondiera a las fases de elaboración del estudio.

En el análisis del Producto I, que correspondía a Información Básica, ACODAL señaló que en el estudio “falta precisión en información  fundamental relacionada con el proyecto PTAR Neiva, por ejemplo en temas de amenazas, vulnerabilidad, y riesgo; zonificación ambiental; capacidad de asimilación del Río Magdalena, inexistencia de un adecuado sistema de conducción de aguas lluvias,” además, “no existe ninguna justificación  matemática o técnica argumentada, para la selección del método de proyección de población(…)”.

 

Para el análisis del segundo producto, que corresponde a Procesos de Tratamiento de Aguas Residuales se menciona que “(…) no se hace  una exposición de criterios de selección que tengan relación y coherencia con las características  y limitaciones de la ciudad de Neiva, con su población o con el Río Magdalena. En ningún momento se hace referencia a las características del agua residual generada, ni a los requisitos de eficiencia de depuración, ni a las características de temperatura, ni a la cercanía de la población, costos de inversión, de operación  u objetivos de calidad del Río Magdalena, ni a las necesidades de protección de la salud pública o del ecosistema hídrico (…)”.

El tercer producto concierne a la Selección de los Procesos de Tratamiento, allí se especifica que “faltan soportes en referencias técnicas y en la literatura científica, así como la ausencia de un método de validación cualitativa del ejercicio realizado, podría llevar a pensar que la calificación de las tecnologías carece de validez”.

Y en el cuarto y último producto, ACODAL analiza en cuanto al Estudio de Factibilidad del Sistema Óptimo de Tratamiento que “el desarrollo de este producto es, en principio, correcto. No obstante, la falta de claridad  y de certeza en  las proyecciones  de población, caudales y cargas que se estimaron en el Producto I, así como el poco soporte y justificación en la selección de alternativas tecnológicas, ponen en duda buena parte de lo realizado por el Consorcio Neiva 2009  en este producto. En adición, no hay soportes de cálculo que avalen el diseño preliminar realizado”.

De esta manera, se pone en evidencia que si la administración municipal decide comenzar la construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales para Neiva, esta no cuenta con los estudios  de diagnóstico de factibilidad que respondan a las necesidades previas  de la construcción.