El rol del docente y la escuela en la prevención del bullying
El Bullying, es generado entre compañeros de estudio donde también se puede observar compañeros que avalan este fenómeno con su complicidad, silencio e indiferencia.

Por Hernán Darío Mora Beltrán
Est. Licenciatura en Humanidades y Lengua Castellana.
Universidad del Magdalena
El Bullying,también conocido como hostigamiento escolar, patinaje escolar, matoneo escolar, se define como un comportamiento en el cual, de manera constante y deliberada se hace que otra persona se sienta, incómoda, asustada o amenazada, haciendo que aquellos estudiantes a quienes se les aplica se sientan intimidados e impotentes, sin poder llegar a defenderse.
Esta práctica es una tortura metódica y sistemática, que se reproduce en todos los estratos sociales, en todos los cursos o grados y en colegios o escuelas públicas o privadas.
El Bullying, es generado entre compañeros de estudio donde también se puede observar compañeros que avalan este fenómeno con su complicidad, silencio e indiferencia.
Bajo el anterior contexto, en los ambientes escolares se ven a menudo acciones de bullying que combinan intolerancia, discriminación, prejuicios, trastornos de salud mental y física y que resultan ser devastadores y humillantes para quién lo sufre pues pierden la confianza en sí mismo y la tranquilidad, llena de rabia, deseos de venganza y temor y es un problema que se mantiene por el silencio, tanto del que lo sufre como de los testigos y que afecta gravemente el clima escolar dentro y fuera del aula.
Frente a este fenómeno al docente le corresponde un rol en prevenir y atender el bullying en la sala de clases, en este orden de ideas es necesario que los docentes trabajen con los estudiantes en la construcción de valores de convivencia y ambientes escolares cooperativos, incluyentes y participativos donde los conflictos puedan ser tratados y resueltos en forma constructiva, propositiva y dialogada. Porque, en definitiva, no se trata tan solo de colocar la violencia en el centro del debate, sino también de aprender nuevas formas de convivencia, reconciliación y paz para el ejercicio de una ciudadanía responsable en un ambiente escolar democrático, incluyente y equitativo.
Las habilidades para lograr una buena convivencia no pueden ser inculcadas a los estudiantes por imposición, sino que deben transmitirse como un modo de vida, una forma de comportarse, de “estar con el otro”; trabajar con este enfoque desde los primeros grados, favorece que los niños y niñas aprendan desde pequeños a reaccionar frente a la intolerancia y la provocación, a controlar la ira, a ser generadores de propuestas, a buscar soluciones pacíficas. En suma, que puedan ser capaces de reconocer las consecuencias negativas y destructivas de la violencia y el maltrato, tanto para ellos y ellas como para los demás.
Así mismo cada escuela debe decidir cómo actuar, en caso de detectar una situación de bullying. El primer paso es proteger al estudiante que está siendo agredido. El docente debe saber que existe una gran diferencia entre frenar el bullying cuando está en las primeras fases, y detenerlo cuando ya lleva un tiempo instalado.
En conclusión algunas recomendaciones que considero se deben tener en cuenta frente al bullying y el papel de la escuela y docente son:
- La escuela debe estar vigilante a situaciones que se presenten desde el primer momento y no permitir que avance el acoso que un alumno le tenga a un compañero.
- - En horas de recreo mantener la disciplina y vigilancia en lugares estratégicos como pasillos, baños, bibliotecas, patio y en los mismos salones de clase.
- Los agresores atacan o acosan al compañero siempre evitando ser vistos por los mayores.
- Organizar talleres, charlas, sobre disciplina, respeto, solidaridad, agresión física.
- Mantener una relación de armonía en la escuela para que seamos ejemplo para los niños y adolescentes.
- Llamar a padres y representantes en casos que se presenten de víctimas y victimarios para solucionar con ellos la problemática.
- Establecer un comité de convivencia en la escuela, integrado por docentes, padres, madres y alumnos, ayuda a llevar adelante acciones consensuadas previamente. Esto permite actuar de manera coherente dentro de la institución e involucrar a la comunidad en la problemática.
Otro elemento clave para superar los casos de Bullying son abrir el diálogo como herramienta fundamental que tenemos los adultos para poder acompañar y guiar a niños, niñas y adolescentes, hacia relaciones basadas en el respeto por el otro y la otra y la valoración de las diferencias. Escuchar a los estudiantes y acompañarlos en la búsqueda de soluciones integrales que fortalezcan sus proyectos de vida y familiares. Es lo que nos permitirá detener el bullying.
Por último y no menos importante un factor fundamental para la solución articulada de este fenómeno es una alianza entre la escuela y la familia, con el objetivo de cuidar, proteger y construir herramientas para educar y evitar el acoso entre pares. La familia es un actor que articulado a los Docentes crean ambientes escolares que permitan favorecer una convivencia escolar armónica, y crear un ambiente confortable para aprender y enseñar donde se propicien muchas oportunidades de transformar situaciones negativas en otras positivas.