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El general machaco

Orlando Mosquera Botello.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | enero 31 de 2016

En el mundo hay personajes que pasan a la historia por sus genialidades, ocurrencias o gracejos. Muchos con nivel intelectual alto, generosidad económica admirable o cierto ángel que los hace centro de reuniones. Su sentido de independencia es fuertemente criticado o aplaudido, al punto de ser tratados como locos o inteligencias desperdiciadas, pero lo admirable es que gozan de determinada estrella para los negocios y recreación, carácter y capacidad innata para mandar el mundo al carajo.

A varios se les recuerda con alegres canciones, por anécdotas que terminaron en leyendas bien orladas, o gracias a la lírica. Nadie recordaría, por ejemplo, al señor Torres como el Embajador de la India, si no fuera por la canción de Jorge Villamil Cordovez. Hombre leído, políglota, osado y de dominio propio admirable.

En Ciénaga de Oro -municipio de Córdoba-, vivió Roberto Ruíz, ciudadano alegre y amiguero con fama de derrochador que falleció en condiciones precarias. No fue muy adinerado pero siempre ganó bien cuando la moneda colombiana valía. Por su exagerada generosidad, Antolín Lenes le compuso un famoso porro que lleva su nombre y que, desde luego, grabó la Billos´s. Viajado, ameno, de presencia y buena familia; rico en léxico y experto en ritmos musicales. Como dice la canción, fue “el preferido por las muchachas”, las que le dieron la poquedad de 26 hijos que amó y ayudó con toda el alma porque nunca le falto medios para educarlos. Muchos fueron los amigotes despreocupados que se lo bebieron, con los que gozó teniéndolos a su alrededor en las prolongadas parrandas.

El General “Machaco”, llamado así por sus amigos, es uno de ellos. Hernán Velasco Zea nació en una de las familias más estimadas del Huila, nieto del General payanés Benigno Velasco Valencia -primo hermano del Poeta, político y traductor, Guillermo Valencia Castillo, quien fuera dos veces candidato a la Presidencia de la República (1918 y 1930)- y la dama Matilde Cabrera Muñoz. Vino al Huila para organizar la IV División del Tolima que la integraban cinco batallones (San Clemente, Cazadores, Sucre, Páez, y Garzón) y un escuadrón de 50 hombres de caballería. Don Eloy Zea (caleño) y doña Celsa Rocha (de Chaparral) fueron sus abuelos maternos, desde luego, liberales. Don Eloy fue dueño de la famosa hacienda Paso Ancho de Cali.

El General Velasco Valencia tuvo cinco hijos, Matilde, Joaquín, Benigno (Gran dirigente liberal del Huila durante la primera mitad del siglo XX), Amelia y Antonio, padre de Hernán.

Hernán inició su primaria en el Colegio de la Presentación de Garzón, donde tuvo por condiscípulos a Édgar Méndez Cabrera y Fernando Calderón González, entre otros. De allí pasó al colegio Esteban Rojas de Garzón y luego, al Simón Bolívar donde se graduó de bachiller en 1960. Estudió Derecho en la Universidad del Cauca, la que le dio el título de Abogado en 1968. Allí tuvo como profesores a Libardo Campo, Ernesto Zea Velasco, Álvaro Concha Narváez, Jorge Obando Velasco, Benjamín Iragorri, entre otros.

Fue famoso en el medio estudiantil e intelectual caucano y desde luego, permanente invitado a reuniones y fiestas. Siempre ha gozado de ser un galán y excelente parejo, quien goza especialmente con el paso-doble y la música tropical. En toda parte deja historia y anécdota, así como llega sonriendo, sale feliz de último en toda reunión.

En época del Frente Nacional, fue nombrado Juez Civil Plena Competencia del Municipio de Palermo, cargo paritario que ocupara Heriberto Carrera Valencia como conservador. De allí pasó a ser Juez Segundo Civil Municipal de Neiva y Juez Primero Civil del Circuito de Neiva. Más tarde se desempeñó como Juez Penal del municipio de El Agrado.

En cierta ocasión, como juez y viajando a Palermo en taxi en medio de dos señoras, se le ocurrió decir que “Ojalá no salga el Renco”, cuando llegaron a la plaza principal de Guagua y se bajaron, una de las damas le dijo: “Mire doctor, le presento a Saúl Quintero, el Renco”.

El doctor Rafael Azuero Manchola, ya ex Ministro de Gobierno y nombrado Alcalde de Neiva en 1967 por el Gobernador Víctor Alcides Ramírez Perdomo, lo escogió como Secretario Privado, de donde pasó a ser Jefe de Valorización en la alcaldía de Rodrigo Lara Bonilla y gobernación de Augusto Paredes Tamayo. Valga anotar que el Gobernador Ramírez Perdomo y el doctor Azuero Manchola salieron de dichos cargos, tras la famosa Carta de Oporapa que proponía a Misael Pastrana Borrero como candidato presidencial, tras una misiva firmada por intelectuales costeños que auspiciaban la de Julio Evaristo Sourdis, ex Contralor General de la República.

Dicha carta que no fue redactada en Oporapa sino en un paseo en Rivera –nombre escogido para darle sonoridad e inquietud al tema- fue socializada entre los firmantes en casa del dirigente Jesús Narváez y escrita por el entonces Secretario de Gobierno, Diego Omar Muñoz Piedrahita, la que fuera firmada desde luego por el Gobernador, todo su gabinete y el Director de Salud Pública, Hernando Emilio Cuéllar Lara, causando revuelo nacional y gran protesta por parte de la oposición dirigida por la Alianza Nacional Popular, quien exigió garantías y el retiro inmediato de los firmantes. El doctor Carlos Lleras nombró de inmediato como Gobernador al Magistrado Augusto Paredes Tamayo, hombre ecuánime y sensato, para calmar pronto la tormenta. Todos salieron, incluido el Alcalde, quien según Hernán Velasco Zea -su Secretario Privado y único sobreviviente de quienes integraron su gabinete-, no firmó la misiva, y según él, existió otra carta redactada por el doctor Azuero, que no se dio a conocer porque el señor Darío Silva Silva, entonces director del Noticiero Colosal, se adelantó a promulgar la primera.

Tras su gestión en el Departamento Administrativo de Valorización, es nombrado Secretario Jurídico del Instituto de Crédito Territorial, bajo la dirección de Óscar Montoya. Pasa al Juzgado Segundo municipal y luego es nombrado Juez I Civil del circuito donde se desempeña por 3 años.

Al ser nombrado Alberto Losada Lara, Embajador de Colombia ante la República de Líbano, lo encarga de la oficina que lleva grandes negocios, será asesor jurídico del industrial Ramón Alfonso Tovar, durante 17 años. Fue invitado a integrar el gabinete del Gobernador Álvaro Sánchez Silva como Secretario de Educación pero prefirió continuar litigando.

Fue fundador del Centro de Conciliación de la Cámara de Comercio de Neiva y su primer director. Ha sido Abogado externo de los bancos Cafetero, del Estado, del Comercio, Central Hipotecario, Caja de Crédito Agrario, el Fondo Ganadero y el Banco de la República.

Hernán Velasco es un contertulio cotizado, su actividad social es permanente y en la Tertulia “El Botalón” participa con intensidad en todos los temas. Así como se preocupa por su tierra, lo hace con sus amigos que son incontables en todo el departamento. Casado con Laura Blanco García, padres de Marcela, esposa de José Luis Yepes Blanco, personas altamente estimadas en nuestra región.

En su deleite, bailando.

El General Machaco.

Hernán Velasco con su hija Marcela.

El General Machaco.

La moto del General Machaco.

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