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Dominical/ Creado el: 2014-08-17 08:32

El esplendor de una conciencia

En 1991, el doctor Mario Galán Gómez me obsequió un libro editado por la Fundación LUIS CARLOS GALÁN, titulado:

Escrito por: Redacción Diario del Huila | agosto 17 de 2014

¡NI UN PASO ATRÁS, SIEMPRE ADELANTE¡ Desde luego, trata la vida de su hijo inmolado hace 25 años, escritos que presentan con estas interesantes palabras: “Yo no le prometo al país que le voy a resolver todos sus problemas; lo que quiero prometerle es que le voy a ayudar a que tenga una mentalidad adecuada para saber manejar y resolver sus problemas”.

Por entonces el doctor Mario era integrante de la Comisión VIII- del Senado de la República, donde yo laboraba y tuve desde luego la oportunidad de tratarlo. En ese momento era un hombre de 78 años, sencillo, lúcido, reposado, ameno, ubicado por encima del bien y del mal, tras haber ocupado importantes cargos en Santander, la ONU y la Presidencia de Ecopetrol durante más de diez años. Nos trató a todos los empleados con cariño y consideración extrema, como lo hacía con todo el mundo.

Cuando leí su aparte en este libro, me conmovió la forma cómo conocía a fondo su hijo, tal vez como pocos padres hoy. Por tal motivo publico hoy y la semana entrante, segmentos de este que tituló EL ESPLENDOR DE UNA CONCIENCIA, el que inicia citando al escritor ruso, L. Andreiev, autor de la obra “La Vida del Hombre” que reza así: “Los que tienen un noble corazón inmaculado van al sacrificio…”

“Luis Carlos Galán Sarmiento desarrollo su vida en uno de los períodos más interesantes de la historia. Nació en los últimos años de la II- Guerra Mundial: 29 de septiembre de 1943.

En esa época se adelantaba en el país un debate candente y profundo, encaminado a restablecer las normas morales de la gestión pública que estaban en crisis por abusos en el ejercicio del poder.

Los candidatos a la Presidencia, Gabriel Turbay y Jorge Eliecer Gaitán, coincidían en ese objetivo, y ambos se propusieron acabar con la corrupción administrativa y perfeccionar y ampliar la democracia.

La tesis del primero se concretó en el “Reajuste drástico de la democracia”, pues consideraba que ésta era presa de los privilegios políticos, económicos y sociales, los cuales impedían el ejercicio de la justicia y la convivencia humana en un plano de equidad y pulcritud.

Jorge Eliecer Gaitán propugnaba por “la restauración moral de la república”, que empezaba a caer en las garras del clientelismo, la corrupción y el abuso del poder por parte de los detentadores del mismo.

Todo esto debilitó el prestigio del liberalismo en el poder y no solo originó la aparición de grupos de influencia, sino también el debilitamiento de la mística y del fervor ideológico del partido. Las preocupaciones de cambio de la llamada “Revolución en marcha”, se desdibujaron y languidecieron, lo cual unido a la inconformidad social y política produjo, entre otros efectos, el gran sacudón político que motivó la caída del liberalismo, en 1946. El partido mayoritario se dividió y perdió el control del gobierno. Como consecuencia, se presentó la lucha entre un partido que llegaba al poder, sin tener las mayorías nacionales, y un partido mayoritario dividido, que necesitaba unificarse y corregir sus errores para volver a lograr el favor y el respaldo de la opinión pública.

A raíz de esa lucha se desata la violencia política, originada exclusivamente en el sectarismo de uno y otro partido, que asume características horrendas, pero que todavía tiene cierto penacho ideológico; y como fruto amargo de esa violencia se produjo el asesinato del gran líder popular Jorge Eliecer Gaitán, cuyas consecuencias desestabilizadoras, aún perduran.

Durante ese período, Luis Carlos, que era apenas un niño, escuchaba en la casa las conversaciones que se tenían sobre la violencia que se estaba apoderando del país. En estas charlas se analizaban las causas que habían determinado la división liberal y cómo esta la había originado, en gran parte, con la reelección del doctor López Pumarejo y el efecto desmoralizador de la corrupción administrativa y política.

Por esa época adelantaba yo el programa que se había aprobado para elaborar la “Geografía Económica de Santander”, y también este era otro de los temas en las charlas de sobremesa. Mis hijos oían con gran atención, en esas charlas, discusiones sobre la problemática económica y social del departamento, las fallas estructurales de la economía regional, sus recursos naturales y humanos, las posibilidades aún no aprovechadas de la zona y la búsqueda de una estrategia económica para el mejor aprovechamiento de sus recursos, e igualmente, escuchaban muchos relatos sobre la historia y las gestas del pueblo santandereano. La creación de la Universidad Industrial de Santander, también fue tema recurrente, pues se la consideraba necesaria no solo como iniciativa cultural, sino como un polo de desarrollo para la ciudad de Bucaramanga.

Así empezó Luis Carlos a apreciar los valores y virtudes de su pueblo santandereano y a comprender cómo ese individualismo a ultranza le ha impedido avanzar por los caminos de la asociación de capitales a desarrollar una política económica y social más eficaz y positiva. En esa época es cuando empieza a interesarse por Colombia y a apreciar la contribución que su pueblo ha hecho para la conquista de la libertad y la formación de la República, y el valor decisivo del determinante geográfico en el destino de un pueblo.

Por esa época, yo desempeñaba el cargo de Contralor General del Departamento (1943-1947), y adelantaba simultáneamente con la Geografía Económica de Santander, la elaboración del Régimen Fiscal de los Municipios de Santander”, que contribuyó en forma positiva y exitosa para implantar una organización más eficiente de las rentas departamentales y municipales de la región.

Luis Carlos supo, entonces, lo que era un presupuesto y empezó a enterarse de lo que era una política fiscal, el aprovechamiento eficiente de los recursos, lo que era una administración de renta más cuidadosa y esmerada, más previsiva, el mérito de las finanzas organizadas para una gestión pública exitosa.

Asimiló, igualmente con avidez creciente, toda la información sobre la revolución comunera, las causas que la motivaron, las injusticias que padecían las gentes, el sojuzgamiento a que estaban sometidas y la obra y el valor de ese labriego sencillo y altivo que se levantó como una bandera de rebelión contra la injusticia y el despotismo.

Empezó a conocer, entonces, la vida del comunero José Antonio Galán, a darse cuenta de que un elemento del pueblo, sencillo y franco, un campesino laborioso y gallardo tuvo suficiente comprensión para apreciar la justicia y solidarizarse sin temor con la suerte de sus hermanos oprimidos, hasta llegar con su entrega a la causa de los explotados, a dar su propia vida por el bien de sus semejantes.

A finales de 1948, después del asesinato de Gaitán, fui designado Contralor General Auxiliar de la República, por el Contralor General doctor Antonio Ordoñez Cevallos; en ese momento estaba en todo su apogeo la violencia política.

Nos tocó entonces, adelantar una gestión muy difícil, muy delicada, tratando de proteger a los copartidarios perseguidos, sin romper o descuidar las exigencias de la técnica y la eficiencia administrativa.

La cosa no era fácil y pudimos afortunadamente sortear la situación  con éxito. En ese período, Luis Carlos se dio cuenta de lo que era la violencia política …