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EL CONSENSO DE SAN CARLOS

El Palacio de San Carlos fue erigido en el siglo XVI por orden de Francisco Porras -sacerdote de la Catedral Primada-.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | marzo 02 de 2014

Está ubicado en la esquina sur-oriental de la calle 10 con carrera 5ª, el que por décadas tuvo su entrada principal por dicha carrera. En 1937, el gobierno adquiere predios vecinos para construir un inmueble de tres pisos e instalar allí las oficinas de la Cancillería. Esta nueva fachada se convertirá en su entrada principal, obra realizada por el Ingeniero Pietro Cantini, quien acababa de construir el Teatro Colón.

Ha sido morada de familias aristocráticas, sede de Seminario, biblioteca pública y sitial del Gobierno Nacional a solicitud de Simón Bolívar. En 1908 es convertido totalmente en sede de la Cancillería, cuando Rafael Reyes ordena el traslado de la Presidencia al Palacio de la Carrera, casona donde nació el precursor de la Independencia, Antonio Nariño.

El Palacio de San Carlos fue incendiado el 9 de abril de 1948, su restauración fue concluida en 1950 y cuatro años después el General Rojas Pinilla le traslada de nuevo el despacho presidencial. Allí ejercieron la Presidencia, Alberto Lleras, Guillermo León Valencia, Carlos Lleras, Misael Pastrana, Alfonso López y Julio César Turbay. Este último los tres primeros años, pues en 1979 la Presidencia se reasienta definitivamente en la Casa de Nariño, quedando de nuevo San Carlos como sede de la Cancillería.

Desde luego, allí se han tomado muchas decisiones trascendentales. Alfonso López Michelsen fue quien propuso que se buscara un mecanismo que garantizara la unión liberal y la escogencia de un candidato único liberal para el período 1978-1982, buscando que permaneciera en el poder, dado que por entonces no existía Ley de partidos como hoy. El documento del Consenso a que llegaron los más prestigiosos líderes liberales, fue firmado allí y por tal motivo citado históricamente como “Consenso de San Carlos”. Desde luego, López Michelsen fue el garante del consentimiento.

Él había sido Gobernador del Cesar y Ministro de Relaciones Exteriores de Carlos Lleras Restrepo, lo mismo que su socio en el famoso “Progresismo Liberal”, movimiento que dividió y equiparó la votación frente al oficialismo liberal en 1972, presidido por Turbay Ayala en dirección plural con Víctor Mosquera Chaux, Álvaro Uribe Vélez, Migdonia Barón Restrepo, Germán Zea Hernández y Carlos Holmes Trujillo.

El entonces Presidente también había recibido el respaldo de Turbay en la Convención Nacional de junio de 1973, en la que Lleras por error táctico pidió votación prematura para que “De una vez por todas” se escogiera el candidato para 1974. El hecho de haber votado los turbayistas por López en dicho evento, varios congresistas lo tomaban como acuerdo tácito para que en el siguiente período Turbay fuera el candidato, tema que producía altos celos en el sector Lleristas.

Convinieron que la suma respectiva de votos de sus amigos para Senado daría una tendencia cierta que había que respetar, adhiriendo decididamente quien perdiera a quien ganara. En el Huila Guillermo Plazas fue cabeza para Senado por el turbayismo, lista confirmada en convención departamental realizada en la Casa Liberal. Al tiempo el Movimiento de la Dignidad Liberal buscó hacer lo propio, citando a convención en el Teatro Cincuentenario, donde se definiría la cabeza de Senado entre Jaime Ucrós y Julio Bahamón Vanegas.

A Rodrigo Lara nadie le discutía su derecho a encabezar lista de Cámara de Representantes, tras ser suplente de Ucrós en el período 1974-78, quien no lo dejó ir un solo día al Congreso. Se había presentado en el cuatrienio un tema bien molesto con el Gobierno Nacional, pues a poco tiempo de haber sido nombrado Lara en cargo diplomático, López llamó a su amigo Jaime Ucrós para que ocupara la Gobernación, quedando la curul del Huila vacía y en el ambiente la confirmación del distanciamiento entre Lara y Ucrós. Por tal motivo los amigos de Rodrigo deseaban que Julio Bahamón Vanegas -gran amigo de Rodrigo-, encabezara Senado.

La convención fue agitada, no llegaron a ningún acuerdo y terminaron dando facultades a Carlos Lleras para que elaborara la lista, en la que tenían que converger todas las aspiraciones, homogenizar de nuevo el movimiento, garantizar la elección de quien encabezara Senado y de paso dar buen aporte electoral a la candidatura de Lleras, en cumplimiento al Consenso de San Carlos.

Lleras consideró que Rodrigo Lara debería encabezar la lista de Senado con suplencia de Julio Bahamón Vanegas, y Jaime Ucrós la de Cámara con Ernesto Durán Cordovéz como compañero de fórmula. La campaña de Lleras tuvo como lema, “El Presidente para una época difícil”. Vino a Neiva a cerrar campaña en la Concha Acústica “Jorge Villamil Cordovéz”, manifestación buena que se disolvió rápido por amago de borrasca. La presencie y recuerdo perfectamente que Lleras la cerró con una frase simpática: “Soplan vientos de triunfo”.

Las elecciones parlamentarias se llevaron a cabo el 26 de febrero de 1978. En el Huila obtuvo Rodrigo Lara y por ende Carlos Lleras, 25.754 votos. El oficialismo le aportó a Turbay 38.103 votos.

Los conservadores eligieron senadores por el Huila, a Felio Andrade y Álvaro Sánchez Silva, con las suplencias respectivas de Santiago Cardozo y Olga Duque de Ospina. Sobra decir que los dos respaldaban la candidatura de Belisario Betancur.

Lleras tuvo el respaldo de la gran prensa nacional, de los grandes productores agrícolas, la banca y un reducido número de parlamentarios, entre ellos Augusto Espinosa Valderrama, Rafael Caicedo Espinosa, Fabio Lozano Simonelli, Alegría Fonseca, Emilio Urrea Delgado y María Izquierdo de Rodríguez. A Turbay lo respaldaba la gran mayoría de parlamentarios de provincia, los programas de opinión de la TV., la clase media emergente, los cafeteros, y varios periódicos de provincia.

Pasadas las elecciones parlamentarias y habiendo perdido, Carlos Lleras no se pronunció a favor de Turbay, más bien asistió a un homenaje que amigos de Belisario le hicieron en el hotel Tequendama, apareciendo en foto con él al día siguiente en los diarios nacionales. Partió iracundo al exterior y algo similar hizo la mayoría de sus congresistas. El único Senador que adhirió públicamente a Turbay y lo hizo en la Convención Nacional que lo ratificó como candidato de su partido, fue José Manuel Arias Carrizosa, a quien Turbay llevó luego al Ministerio de Comunicaciones para dar cumplimiento a la promesa de traer a Colombia la televisión a color. Otro que se sumó de inmediato fue el Representante a la Cámara, Jaime Ucrós García. Rafael Pino Muñoz y Diego Omar Muñoz Piedrahita, fueron elegidos Representantes por el Oficialismo Liberal; Jesús Vargas Valencia y Manuel Castro Tovar por el conservatismo.

Las elecciones Presidenciales se realizaron el 4 de junio del mismo año. Fueron reñidas, Turbay obtuvo 2.503.681 votos, y Belisario Betancur 2.366.620. Hubo liberales Lleristas que a título personal invitaron a votar por Turbay, contribuyendo indiscutiblemente a los 197.061 votos de diferencia.

Por Orlando Mosquera Botello.