Davos: se predica pero no se aplica
La edición 45 del Foro Económico Mundial (21 a 24 de enero) reunió en Davos (Suiza) a 2500 empresarios, 40 jefes de estado y líderes políticos procedentes de 140 países, que abordaron temas como seguridad mundial, pandemias, revolución tecnológica, calentamiento global y económicos con énfasis en pobreza y desigualdad.

La edición 45 del Foro Económico Mundial (21 a 24 de enero) reunió en Davos (Suiza) a 2500 empresarios, 40 jefes de estado y líderes políticos procedentes de 140 países, que abordaron temas como seguridad mundial, pandemias, revolución tecnológica, calentamiento global y económicos con énfasis en pobreza y desigualdad.
El Foro fue presidido por Hari S. Bhartia, copresidente y fundador de Jubilant Bhartia Group; por el Reino Unido, Katherine Garrett-Cox, directora ejecutiva y responsable de inversiones de Alliance Trust, Young Global Leader Alumnus, Jim Yong Kim, presidente de The World Bank; la hindú Winnie Byanyima, directora de Oxfam International; el norteamericano Eric Schmidt, presidente de Google; y el brasilero RobertoEgydio Setubal, vicepresidente del Consejo de Administración de Itaú Unibanco.
La directora de Oxfam llamó la atención sobre la participación femenina porque no ocupan posiciones de liderazgo político o empresarial, solo 15% de los participantes eran mujeres, aunque se hable de equidad de género.
En relación con factores que amenazan la seguridad mundial, Rusia preocupa por su poder desestabilizador en el conflicto con Ucrania y las sanciones de que ha sido objeto. También la crisis en Oriente Próximo, el surgimiento del Estado Islámico que controla parte de Siria e Irak, atractiva por su fanatismo a jóvenes y aventureros que lleva al asesinato de colaboradores de la revista Chalie Hebbo de París. En ese contexto pasó inadvertida la masacre de unas 2000 personas en la ciudad de Baga (Nigeria) a manos del grupo yihadista Boko Haram, además de 10.000 desplazados según la organización Médicos sin Fronteras.
Otro tema fue el virus del ébola, que carece de estrategia cierta de control, que requiere mil millones de dólares según la ONU para asumir este reto en el 2015 en países como Guinea, Liberia y Sierra Leona: Gran parte del dinero solicitado irá a la OMS, Unicef y el Programa Mundial de Alimentos. Esta epidemia ha cobrado la vida de 8000 personas en los tres países africanos. Bill Gates, co-fundador de Microsoft, señaló que en unos 15 años se contará con una vacuna y un sistema de tratamiento para combatir el sida, mientras las infecciones por malaria serán reducidas entre un 95% y 100%.
La vocería sobre cambio tecnológico fue asumida por el chino Jack Ma, fundador de la compañía Alibaba quien manifestó interés por crear una Organización Mundial del Comercio Digital e-WTO, según él “las cosas que no funcionan generan oportunidades de negocio […]”, quizá en referencia a la inoperancia de la OMC. Hicieron presencia los directores de Microsoft, Facebook y Google, pero hizo eco lo dicho por el CEO de Vodafone: “Permitir el acceso a la banda ancha equivale a instalar tuberías para que llegara el agua potable, y tiene un efecto igualmente revolucionario”. Ya había advertido Zuckerberg (CEO de Facebook) "Mucha gente en el mundo no tiene acceso a internet, hay sólo una tercera parte de la gente que tiene acceso, 2.700 millones de personas, la penetración de internet crece más lento de lo que pensamos". El ministro de las TIC de Colombia, Diego Molano, destacó las aplicaciones informáticas que contribuirían con la reducción de la pobreza, emplearon 70 mil personas, que podrían democratizar las comunicacines, facilitar las actividades comerciales agrícolas, haciendo más incluyente el proceso de paz.
El cambio climático trajo el tema de las energías renovables, que no han resultado favorecidas por el desplome en los precios del petróleo, pese a la gran inversión (US $312.000 millones en 2014); en cuanto a combustibles fósiles, algunos proyectos de exploración han sido cancelados, como también los subsidios en algunos países. El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, exhorto a la inversión en bonos verdes y la fijación del precio del carbono para combatir el cambio climático, por lo cual más de 1000 empresas y 70 gobiernos han mostrado su aprobación. Es de notar que Alemania genera tres cuartas partes de su electricidad con fuentes renovables, en tanto que Washington y Pekín, los mayores contaminantes, no se comprometen a reducir sus emisiones (110 millones de toneladas diarias) y aplazan su compromiso.
Sobre el crecimiento económico, Davos miro con optimismo el que EE. UU., más que China, jalonará la economía mundial al crecer 3,4%, visto con buenos ojos por al gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, como también con las medidas del BCE, que esperan recuperar la alicaída economía europea. El tema de la desigualdad inquieta a la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde: “La excesiva desigualdad de ingresos refleja que las 80 personas más ricas del mundo controlan el 50% de la riqueza global, que se convierten en un obstáculo para el crecimiento económico sostenible, al tiempo que señaló ‘aumentar los ingresos de los pobres tiene un efecto multiplicador que no se produce si se aumenta el ingreso de los que ya son ricos’”.
Complementando lo anterior, Oxfam señala que la riqueza del 1% de los más ricos del planeta equivale a la que posee el 48% de la población de menores recursos. Para la Cepal en su informe “Panorama Social de América Latina 2014” la reducción de la pobreza y la indigencia en la región se estancó durante el 2014, dado el contexto de desaceleración económica y el no aprovechar los buenos precios del petróleo y demás commodities en la década pasada. Latinoamérica mantiene el 28% de su población en estado de pobreza y el 12% en indigencia. Por país los 5 peores son Honduras (69,2% pobres), Nicaragua (58,3%), Guatemala (54,8%), El Salvador (40,9%) y República Dominicana (40,7). Colombia registra 30,7%, y mejor posicionadas: Argentina (4,3%), Uruguay (5,7%), Chile (7,8%), Costa Rica (17,7%), Brasil (18%) y Perú (23,9%)
El desplome de los precio del petróleo golpea a países como Rusia, Venezuela y algunos de Oriente Medio, que según el Banco Mundial, por cada 10% de caída del precio, reduce su crecimiento hasta un 2,5%. Colombia podría dejar de recibir este año $9 billones de pesos. Los importadores se ven beneficiados, pues pueden crecer hasta un 0,5% por cada 10% de caída. Para algunos países europeos como España, que importa más del 90% del petróleo que consume, es una oportunidad de crecer, bajando los costos de transporte terrestre, aéreo y marítimo. En países como EE. UU., el consumidor paga en promedio US $2,20 por galón, mientras en Colombia cuesta US $3,30 el galón, dada la confusa formula con que se calcula el precio y la tasa impositiva que lo rige.
En Davos “se predica pero no se aplica”, se asocia a una tertulia de los ricos del mundo o sus voceros, pues el costo de inscripción promedio es de US $40.000 (cena US $50, hotel US $700, alquiler de helicóptero de Zúrich a Davos US $10.000), impagables para el ciudadano común. Allí nada se decide pero todo se sabe, y por el contrario incentiva una industria del liderazgo mundial en la que se apoyan escuelas como Harvard Business School que exige a sus estudiantes asistir a estos eventos y empresas como Nestlé tienen en su staff miembros de ocho países. Este liderazgo, arrogante y autista no escucha las voces de sus millones de clientes y consumidores, pues todos se sienten amos del universo, expertos en pobreza y desigualdad, pero no dispuestos a ceder una milésima parte de sus riquezas.
* Ex rector de las universidades Surcolombiana y Nacional. Profesor asociado de la Universidad Nacional de Colombia.