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Dominical/ Creado el: 2017-05-02 07:05

Colombia necesita conciliación y reconciliación: Virginia M. Bouvier

Actualmente las mujeres cumplen un papel muy importante en la sociedad y cuando se asemeja ese rol con términos como mediación y género, el resultado llega a ser de gran distinción en una sociedad donde el patriarcado ha dominado por décadas.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | mayo 02 de 2017

Por María Alejandra Martínez
Social Communicator and Journalist
Washington D.C.

Desde hace 14 años el Instituto de Paz de los Estados Unidos, ubicado en Washington D.C., cuenta con una de las mujeres más importantes y con una gran experiencia en conocimiento en temas de conflicto, paz, resolución y mediación como lo es la Doctora Virginia M. Bouvier, quien desde el 2006 ha  tenido a su mando el portafolio de Colombia por parte del Instituto de Paz. Así mismo, Bouvier fue profesora de literatura y cultura latinoamericana en la Universidad de Maryland por un periodo de siete años. Ha trabajado como consultora y directora de investigación para la Conferencia de Liderazgo de las Mujeres de las Américas, un proyecto conjunto al Diálogo Interamericano y el Centro Internacional de Investigación sobre la Mujer, y como consultora para USAID, ONU-Mujeres, Banco Mundial, La Fundación Levi Strauss, Levi Strauss y Cía. Y el Fondo CS. Sus áreas de especialización incluyen a Colombia en procesos de mediación y paz, análisis y prevención de conflictos, sociedad civil, género y construcción de paz. Además de eso, es graduada de Wellesley College, donde tiene una maestría en español de la Universidad de Carolina del Sur y cuenta también con un Doctorado de la Universidad de California, Berkeley en estudios latinoamericanos.

¿Por qué trabajar en Colombia mediación, prevención de conflictos, género y construcción de paz?

Después de una semana de haber hecho la proposición decidió ir a Colombia, con la intención de poder ver y hacer un estudio más detallado y de observación sobre lo qué estaba pasando en el conflicto armado. Eso con el fin de poder ofrecer algunas ideas y herramientas que aportaran a esa construcción de espacios sin violencia. Por esta razón, decide ir a Colombia para analizar que se podía hacer desde la comunidad internacional en Colombia y poder tener un proceso como el que se observa ahora, el cual en ese momento no existía.

La Doctora Bouvier destaca: “en un principio no era trabajar directamente con Colombia, ya que lo que había pensado el Instituto era trabajar con personas que habían estado en el conflicto, y realizar estudios donde se tuviera otro enfoque”. Sin embargo, la Doctora Bouvier observó que las personas se le acercaban porque sabían sobre su intención y le contaban sus preocupaciones, ideas y propuestas; logrando cambiar de parecer con ese tipo de acciones. A tal punto que después del 2006, el trabajo en Colombia cambio significativamente donde hasta la fecha ha logrado buscar siempre el desarrollo de esas capacidades en tres áreas claves, donde la participación de las mujeres en un proceso de solución de conflictos, tiene una mayor facilidad de ejecutarse y extenderse a un posible sostenimiento de paz.

“Obviamente fue un momento muy diferente, pero algo que se pudo apreciar es que en las regiones hay muchas iniciativas, lo cual era algo que merecía un apoyo y visibilizarla, aunque ese cambio fue a través de los años, porque al principio todo fue un aprendizaje”

Hasta la fecha, el proyecto ha tratado de ofrecer esa abertura a las diferentes verdades que puede tener un país. “Si uno escucha no para debatir sino para entender, comprender y así entrar en una actitud no de odio; por el contrario de reflexión y análisis, las situaciones y los contextos serian diferentes”, destacó la Doctora Bouvier.

¿Cómo describir ese primer impacto con un país como Colombia hace diez años cuando empezó el proyecto?

Esquizofrénico define ese primer contacto que tuvo con Colombia, por el simple hecho de tener que escuchar a las personas víctimas del conflicto en diferentes regiones del país, incluyendo Bogotá, Barrancabermeja, Magdalena Medio, Antioquia, etc. “Es un realismo mágico que muchas veces no se logra conciliar con todas las visiones que uno encuentro en las regiones que es muy diferente a ir solo a Bogotá. Hay una necesidad de conciliación y reconciliación”, expresó la Doctora Virginia Bouvier.

Hallazgos del proyecto

Con la implementación del programa de mediación y género, a las áreas a las que se tuvo acceso, los hallazgos que se tienen fueron de gran utilidad. Se llegó a conocer muchas personas tanto hombres como mujeres que hacían mediación dentro de sus barrios, iglesias o el gobierno mismo, lo cual nos daba una señal de que algo se estaba haciendo bien. “Y fue así como encontramos a un grupo de mujeres que mediaban con miembros de los grupos armados para negociar con el fin de que no se llevaran a sus hijos, prevenir el reclutamiento o que se los devolvieran”, lo cual para nosotros era un ejemplo con una validez importante y que nos daba un ejemplo de cómo si se puede hacer algo en cuanto a mediación, aclara Virginia Bouvier.

Otro excepcional ejemplo fue en Antioquia, allí un grupo de mujeres negociaron un cese al fuego en su región, algo realmente fascinante, y que muchas veces es difícil lograr por la simple condición de ser mujer, se ven como una amenaza, pero en realidad se tiene un acceso para poder hablar con las personas que tiene el dominio del hombre, pero que respetan el papel que tiene la mujer. Esa mujer que es madre, llega a tener un mando y una imagen diferente. “Es una transgresión de las normas, algo que esta fuera de orden y necesita de la intervención para que vuelva a la normalidad”.

Para la ejecución del proyecto, se contó con la presencia de mujeres periodistas, de prestigio y con una excelente capacidad de mediación; Ana Teresa Bernal, de Unidad de Victimas; mujeres líderes en grupos indígenas y afro-colombiano, una poeta, negociadoras de La Habana en ese momento, e incluyendo excombatientes, específicamente cinco mujeres que habían pertenecido a grupos de insurgencia. Cada una con un mundo muy diferente, pero todas representaban a un mismo país.

“El que intervinieran en el grupo hizo que las voces se utilizaran para crear poder, a través de un ejercicio de aprendizaje ellas lograron muchos de los objetivos generales y específicos. Pero yo creo que lo más importante fue ver la evolución que tuvieron y como esas mujeres hacen tantas cosas que muchas veces no se les reconoce por falta de motivación y reconocimiento para hacer algo mas y no solo lo básico”, indicó Doctora Bouvier. 

¿Que aspectos positivos y debilidades cabe destacar en el último proceso de paz?

“La gran diferencia con el proceso del Caguán, es que cada una de las partes entro con una agenda lo cual se hizo más difícil. Muy diferente al actual, ya que cada una de las partes inició con una agenda de cero y siempre la idea es pensar en conjunto y como tratar de tener una salida entre ambas partes”.

Al empezar un proceso, siempre hay que estar conscientes que se al fin se va aprender de los errores, y tener una conclusión. Lo más valioso que ha podido tener el proceso de paz hasta el momento ha sido ese esfuerzo por reconocer ambas partes. Y lo más importante fue dar la batalla para la aprobación e implementación. Elena Ambrosi, se refirió a ese sacrificio que hizo con sus hijos, el no tener que verlos, siendo un ejemplo de tenacidad y talento que es de admirar. Asimismo, en las fallas se incluye las comunicaciones y pedagogías, ya que hizo falta esos para hacer sentir al pueblo colombiano en un acompañamiento, dejando a un lado ese factor vital de acompañamiento y educación a una sociedad para ver el proceso con otra perspectiva y así se hubiese podido crear una mayor preocupación de la sociedad civil para saber que estaba pasando y la participación de los mismos en la Habana.

En las pedagogías para la paz, la universidad para contribuir con esto tenía una gran voluntad entre ellos, pero el gobierno no supo aprovechar esa abundancia de conocimiento para enseñar algo y dar a conocer a la gente un acuerdo que era tan denso y largo de leer. Mejoró mucho el proceso en la medida que se construyó esa relación ya establecida en cuanto a la construcción del acuerdo. Me hubiera gustado ver una participación mayor de los jóvenes, lo planteé con algunos de los negociadores, lo cual es vital porque ellos son la futura generación. Esa abertura de su presencia y demostrar que todo lo que se está haciendo es para ellos y construir un futuro más estable.

Resultados del proyecto

Como resultado de ese grupo de mujeres mediadoras, una de ellas es mediadora y visito 35 regiones de Colombia para buscar artistas de esas y conocer un poco el proceso de paz y mediación, utilizando los ritmos tradicionales que tiene Colombia, y como estos artistas se expresaron a través de esas canciones. “Eso se hace parte cortar esa brecha y hacer alianzas con grupos indígenas, y grupos en las regiones para crear proyectos de dialogo, de sanación, etc.”.

Por otro lado, como resultado del éxito del programa, en el Putumayo hay 65 mujeres mediadores que prestan servicios de mediación en diferentes municipios, lo cual es un modelo de gran satisfacción y éxito. También se llevó a cabo un diplomado de mediación, el cual participó otro grupo de mujeres con la tarea de aprender en qué consiste ese término y de qué manera se puede adaptar en un proceso de sanación a tal punto de tener reunidos a las dos partes y tener una responsabilidad de los hechos con la capacidad de escucha y comprensión para tomar decisiones y empezar una nueva etapa.

¿Qué tan complejo puede llegar a ser el hecho de ser mujer y tener la mediación como una habilidad en un país donde el hombre ha dominado? “Es importante el tono, el humor y depende de la situación y las herramientas que tenga la mujer. El poder de la oración es lo que hablan muchas mujeres y la necesidad de crear un reconocimiento para mediar y tener esa base. Sin embargo, hay que tener claro que esa persona es un ser humano y no debemos condenar y tener prejuicios, y verlos desde el punto de vista de que fue lo que radico o lo llevo a hacer eso. Toda la sociedad es víctima, sin embargo, hay unas que son más que otras. La dignidad es clave para ese proceso, eso hace parte del oficio del mediador”, destacó la Doctora Virginia en tono de reflexión durante la entrevista.

Finalmente la Doctora Bouvier, hace mención la tragedia de la otra Colombia que no ha tenido el cuidado del Estado, y siempre lo que se ha logrado es construir esa confianza y yo creo que, con Mocoa, esa parte del país está ofreciendo algo diferente para encontrar esa oportunidad. Pero de verdad quien puede asumir la responsabilidad, y como se previene y analizan las causas.