Colombia, un país sin abogados expertos en tecnología
En nuestro país, son pocas las firmas y abogados que ofrecen este tipo de servicios, siendo una necesidad sentida del mercado legal colombiano dada la expansión de la tecnología.

Por Paola Méndez
Especialista en Gestión de Reputación
No es un mito, Colombia es un país de abogados. De hecho, es la segunda nación del mundo con más juristas por cada 100.000 habitantes, después de Costa Rica, según la Corporación Excelencia en la Justicia. Las razones por las que esto ocurre son múltiples, comenzando porque vivimos en un país sobre judicializado y de muchos conflictos, con un proceso de paz que ha involucrado a todos los sectores de la sociedad y que avanza bajo normas legales que, en un escenario cambiante, son las que establecen las bases del funcionamiento social, político y económico del país.
De otra parte, la prolongada crisis en Venezuela ha provocado que las grandes multinacionales pongan sus ojos en Colombia como una de las mejores plazas para localizar sus oficinas regionales. Esa estabilidad jurídica del país, sumada a los programas del Gobierno creados para potenciar la inversión extranjera, han dado sus frutos, creando un escenario ideal para el ejercicio de todas las ramas del Derecho.
Los bachilleres, año a año, siguen eligiendo esta como una de sus carreras favoritas en su lista de posibilidades. Pero, con más de 300.000 tarjetas profesionales expedidas formalmente para el ejercicio de la abogacía y la sobrevalorada creencia cultural de que con poco esfuerzo los jóvenes graduandos consiguen una muy buena remuneración y una fácil ubicación laboral, muchos de estos egresados no se preocupan por seguir preparándose para ser más competitivos o abandonan sus carreras para ejercer otras actividades relacionadas con el manejo de la ley. Como pocas, el Derecho admite casi cualquier inclinación vocacional, convirtiéndose en una carrera que proporciona prestigio, oportunidades y acceso a un sinnúmero de cargos.
Un reciente estudio realizado por la revista Dinero reveló que existen varias tendencias en el mercado jurídico nacional, que van desde la conformación de bufetes gigantes, algunos fruto de fusiones con grandes firmas mundiales, hasta la híper especialización en áreas atípicas, lo que va de la mano con la tendencia mundial de crecer en áreas de práctica con un nicho cada vez más definido. Al tener negocios cada vez más sofisticados, es imprescindible contar con una asesoría legal a la medida.
Perfil internacional
Según nuestro análisis, la rama del Derecho mejor pagada y con escaso talento local especializado es la que está relacionada con la tecnología, es decir los abogados que se dedican al peritaje forense, al levantamiento de sistemas de seguridad de la información (SGSI) o a la redacción de complejos contratos de desarrollo tecnológico.
De acuerdo con un estudio realizado en varias firmas colombianas, los pocos profesionales expertos llegan, incluso, a cobrar más de 700 dólares por hora de consultoría; en Europa, los costos son hasta de 1.200 dólares. Estos talentos privilegiados se posicionan no solo como una de las especializaciones mejor pagas del Derecho, sino de las más demandadas por el mercado laboral colombiano. Su conocimiento tecnológico y jurídico les permite resolver temas tan complejos como las transferencias de bases de datos, hasta el levantamiento de pruebas que requieren la integración de evidencias digitales con pericias técnicas, físicas o químicas.
Otra de las ventajas en el ejercicio de esta especialización de competencias jurídicas y de tecnología es que su mercado no se limita a lo local, ya que la jurisdicción en estos temas, en la mayoría de los casos, son, incluso, internacionales, como las patentes de tecnología, la propiedad intelectual, el manejo de evidencias digitales y/o pruebas técnicas, o el conocimiento en microchips, software y hardware esenciales en cualquier empresa del mundo de hoy.
De hecho, llama la atención que en el país solo la Universidad Sergio Arboleda ofrece especialización y maestría para abogados sobre Seguridad de la Información e Informática Forense, cuyos graduandos son los únicos certificados oficialmente para liderar, dirigir, coordinar y administrar incidentes y/o eventos de seguridad de la información, planes de gestión del riesgo o de continuidad operativa de los negocios, así como procedimientos de recuperación, en caso de desastres, con certificaciones internacionales en temas de informática forense (ENCE y/o CHFI y/o ACE), y/o en temas de seguridad de la información (Auditor Líder ISO 27001/2013 y/o CEH, y/o CISM, entre otros), contrario a lo que sucede en países como EE UU, donde hay más de 130 posgrados sobre el tema.
Finalmente, es de advertir que, pese a las claras necesidades del mercado, son pocas las firmas y abogados que ofrecen este tipo de servicios, siendo una necesidad sentida del mercado legal colombiano, más cursos y profesionales expertos en Derecho y tecnología.
Una carrera que va creciendo
Según Francisco Bernate, profesor titular de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario, son tres las razones que hacen que las personas decidan estudiar abogacía.
La primera es de tipo cultural pues, como él dice: “se cree que los juristas se ubican laboralmente muy fácil y que son trabajos usualmente bien remunerados, lo que la hace muy atractiva”.
La segunda, es que es una carrera que admite cualquier tipo de inclinación vocacional y la tercera razón es que “al ser un país sobre judicializado, de alto conflicto, en el que se vive día a día en los estrados, apoyados en la legislación, pues se convierte en una carrera que da prestigio, de oportunidades y con acceso a un sinnúmero de cargos”.
Por su parte, el decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Inca, Luis Eduardo Martínez considera que esta es una de las carreras con mayor número de profesionales porque es primordial para el funcionamiento del orden social, político y económico de los países.
También considera que en Colombia las facultades deben buscar que los profesionales que están formando se especialicen, inclusive, “desde su tercer año de carrera, preparándolos acorde con las necesidades de su entorno, pensando en la sociedad actual y en los retos del país en todos los frentes de su desarrollo”.
Conciencia académica
Se estima que en Colombia pueden existir, aproximadamente, 230.000 abogados titulados, sin embrago desde algunas universidades se indica que se debe ejercer conciencia en la calidad de ese alto número de abogados, en parte, “por la proliferación de facultades que no cumplen las exigencias para el adecuado ejercicio de la abogacía”.
Capacitación constante
Cabe decir que el aumento de la oferta de educación jurídica en país, que se mantiene en crecimiento cada año se debe. En parte, a la expansión de la oferta privada en las universidades y al auge de especializaciones que, al atender la demanda, también la fortalecen.
Además, el tener un posgrado es ahora un requisito casi indispensable para acceder a mejores puestos, con una remuneración interesante.
Igualmente, en la búsqueda de un escalafón profesional más alto, le siguen una maestría, e incluso, un doctorado en Derecho, que le imprima categorización y un espacio global a la profesión, especialmente en un país en desarrollo económico y en camino al aumento de su competitividad.