jueves, 11 de septiembre de 2025
Dominical/ Creado el: 2015-10-31 10:10

Clara López acusa de matoneo a algunos periodistas y medios

Yo soy enemiga de tratar de ponerle ningún bozal a la libertad de expresión, pero definitivamente, un monopolio en medios de comunicación no debe ser ni público ni privado.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | octubre 31 de 2015

Édgar Artunduaga

Especial Diario del Huila

Pasaron las elecciones y en Bogotá ganó Peñalosa. Quienes perdieron reaccionaron de diversas maneras, unos más serenos que otros. Clara López Obregón reaccionó furiosa, según la apreciación general.

-No tanto, yo siempre estoy serena, explica ella. Y profundiza en sus críticas a la prensa:

Estoy absolutamente convencida de que los medios de comunicación jugaron un papel muy cuestionable, desde el punto de vista del equilibrio democrático. Lo tengo que decir con la franqueza que me caracteriza: hubo un desequilibrio generalizado que está a la vista.

El tema no es solamente de cuántos minutos o cuántos segundos se le otorgan a cada persona, sino el contexto en el cual se da y la matriz de opinión que se genera a su alrededor. Si a una persona le van a endilgar todos los males de los partidos a los que pertenece, pues tiene que ser a todos, no solamente a uno.

Pero, ¿cómo no referirse al horrible gobierno de Samuel Moreno?

Nosotros, desde un comienzo, cuando se dio el escándalo de la contratación, como partido político asumimos nuestra cuota de responsabilidad política y nos fue mal en las elecciones de hace cuatro años, solamente sacamos 35.000 votos. Pero cogieron eso como un martillo, no para cobrarle al Polo Democrático sino para impedir que yo pudiera tener una opción igual de ser alcaldesa. Yo entré a la campaña política con un altísimo prestigio que medían las propias encuestas; y salí con un prestigio bastante reducido y no por alguna actuación mía en la campaña o en mi vida personal o pública, sino por el golpeo permanente, el matoneo permanente de algunos medios y de algunos de los personajes de los medios que, hoy en día, son más importantes que los congresistas y hasta que el propio Presidente de la República.

¿Se sobreactúan algunos periodistas y medios de comunicación?

Definitivamente, y han asumido jefaturas políticas sin responsabilidad política y eso es lo que a mí me parece más preocupante. Por eso es que llamo a la reflexión. El tema no es que uno se sienta mal porque perdió las elecciones, no, uno puede ganar y sentirse bien o perder y sentirse mal, pero no puede perder, jamás, la objetividad. La crítica la hice ‘pasito’ durante la campaña. No busco condenar sino valorar nuestra democracia.

La invito a que mencione nombres concretos…

Fui sometida a dos entrevistas que merecen ser valoradas por su contenido, por las preguntas, una fue en Blu Radio y otra en Caracol Radio, no por una sino por una batería de personas que parecían recién salidas de un Olimpo, en el que ellos mismos se sienten sin tachadura para poder juzgar a todos los demás y tratarlos mal, con irrespeto.

¿Contra usted y en favor de quién fueron esas entrevistas?

Cuando lo hacen para denigrar de una persona y dejan a los otros incólumes, y no les hacen las preguntas duras, equivalentes, fue en contra mía, yo no sé si para favorecer a uno o a dos de los otros candidatos.

Una de estas personas ‘retrinaba’ monos animados denigrantes en contra mía y eso lo hacía un periodista de Caracol, cosas denigrantes y calumniosas.

¿De quién está hablando?

Hablo de Gustavo Gómez, en el caso del video. Y las entrevistas de radio fueron conducidas, una por Darío Arizmendi y otra por Néstor Morales.

Yo no me voy a poner a decir a quién favorecían. Estoy diciendo que a mí me estaban tratando de sacar del juego político.

¿Por ser de izquierda o por ser mujer?

Por ser ambas cosas, por ser mujer y por ser de izquierda, doble condición que resultó doblemente objeto de discriminación.

¿El problema arranca con los medios-monopolio?

Aquí todos los poderes tienen control, aunque no funcione bien el total de la democracia, pero los guardianes de la democracia, que eran los medios de comunicación, se han tornado, recientemente, en un factor de poder que no responde a los criterios del equilibrio con el mero autocontrol.

Yo soy enemiga de tratar de ponerle ningún bozal a la libertad de expresión, pero definitivamente, un monopolio en medios de comunicación no debe ser ni público ni privado. Se están convirtiendo en otra cosa, tenemos que valorar, evaluar y ver qué es lo mejor para la sociedad, porque algo está mal y yo lo sentí en carne propia. No estoy diciendo que hubiera ganado las elecciones, estoy diciendo que fui persistente y sistemáticamente matoneada por los medios.

Hemos hablado de radio. ¿También prensa y televisión?

Sí, en la prensa escrita me pasó exactamente lo mismo. En El Espectador no me entrevistaron y en El Tiempo, el grueso de las preguntas y centímetros están dedicados a Samuel Moreno y muy poco a mis propuestas.

Lo extraño es que usted, sobrina de López Michelsen y amiga de tantos poderosos, sea maltratada…

Me hace falta, para el equilibrio, decir que yo tengo parentela en todos los medios, gente muy poderosa, yo vengo de la clase gobernante de este país y no comparto su política. El tema aquí no es de nepotismo ni de afinidad familiar sino de afinidad política, de convertir los medios de comunicación en factores políticos, cuando los medios de comunicación, en una democracia, tradicionalmente han sido medios de información completa y veraz al ciudadano.

Cuando esa cercanía y esa amistad se transforman en cuestión política, ¿la gente se olvida de la persona, de su condición y del buen trato?

Eso es lo que yo vi en la campaña. No puedo decir que me insultaron porque no se rebasaron. Pero sí hubo actitudes que deberían revisar facultades de comunicación, una ONG, o un observatorio de medios. La periodista de RCN se puso muy brava conmigo cuando hice la observación y ella habló de la milimetría de minutos. Yo no sé cómo están los minutos, hasta deben ser iguales, pero una cosa es que los minutos se destinen a alabar a la persona o a hablar de sus propuestas o a permitirle mostrar cuáles son sus bondades y sus flaquezas, y otra, que sistemáticamente, todas las preguntas sean para ponerla en una luz negativa frente al electorado. A mí me presentaron como si yo fuera un reo de la justicia 

Hay quienes piensan que su discurso del domingo fue una pataleta…

Cuando subí a dar mi discurso, no lo tenía todo en mente, pero había varias mujeres que estaban en frente de mí, reclamando que yo hablara de la falta de decencia de los medios de comunicación.

Yo no digo que tengo el monopolio del lenguaje perfecto, posiblemente no utilicé las mejores palabras, yo dije que había sido una campaña cochina. El tema de fondo es que si yo hubiese sido hombre, tenga la seguridad que usan otros términos. Es que quieren poner a las mujeres en la política a actuar como hombres y yo no soy una mujer de confrontaciones personales, yo soy incapaz de utilizar términos personales y echarle agua sucia a mis contendores en medio de una campaña.