jueves, 11 de septiembre de 2025
Dominical/ Creado el: 2014-10-10 08:57

Bondage: placer entre cuerdas

Cada día cobra mayor fuerza la práctica del bondage, que no es otra cosa que la de tener relaciones sexuales mientras se está atado.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | octubre 10 de 2014

¿Piensa que su vida íntima es monótona y aburrida?, si siente que su deseo sexual disminuye de a poco y que no hay nada que pueda hacer ¿qué tal animarse a probar nuevas experiencias junto a su pareja? Hay muchas cosas que dos personas pueden hacer en la cama, si se animan a apostar el bondage es una de las opciones que cada vez coge mayor auge.
El bondage consiste en la dominación sexual de la pareja a través de herramientas, vestimenta y juegos eróticos entre los que entran la sumisión y en los casos más extremos el masoquismo. El bondage es el principio de todo, se trata de las ataduras eróticas que se aplican a la pareja vestida, semidesnuda o desnuda con el fin de practicar la dominación

¿Es demasiado extremo?
La verdad es que esto dependerá estrictamente de la pareja y de lo que le resulte excitante. Para muchas personas, de hecho para la mayoría, asumir de vez en cuando el rol de dominar a su pareja resulta extremamente placentero, y es que una ronda de sexo duro no le cae mal a nadie. Pero el bondage puede ir desde lo más simple como atar los brazos o las manos de la pareja, hasta lo más complejo usando cuerdas que se venden especialmente para este acto.
Generalmente el bondage, al igual que otros juegos sexuales, no produce un efecto erótico por sí mismo, salvo que la atracción por el compañero sexual sea buena. Son excepciones los que no pueden sentir deseo sexual si no realizan esta práctica, en cuyo caso el acompañante es lo de menos. Si este es su caso tiene que reinar la precaución al elegir a los acompañantes, es muy peligroso dejarse atar por un desconocido/a. El bondage como casi todos los juegos sexuales avanzados precisa tiempo para que las condiciones del juego se vayan dando progresivamente, por eso es necesario un cierto nivel de intimidad y de complicidad.

¿Cómo comenzar?
Si no tiene claro si a su pareja le gusta la idea del sexo duro lo mejor es consultarlo antes, de lo contrario podría sorprenderse. Ahora si está consciente de que es una gran fantasía entonces comience desde lo más simple y si luego les apetece vayan a lo más complejo. Por ejemplo una noche puede presentarse con unas esposas, ésto de seguro hará que el otro enseguida entre en calor y es que imagina lo excitante que puede ser esposar a su pareja mientrasusted lo llevas a la cumbre del placer estimulando todas sus zonas erógenas. Si ambos han disfrutado de esta experiencia entonces pueden evaluar la posibilidad de adquirir un sistema de ataduras más complejo.

Negociado 
Las escenas de bondage se suelen negociar de antemano, expresando libremente ambos participantes lo que se puede y lo que no se debe hacer, también se acuerda una palabra neutra para usarla cuando el dominado no quiera que las cosas vayan a más o cuando empiece a sentirse mal, el dominante debe parar radicalmente cuando el dominado pronuncie la palabra convenida. La palabra de seguridad también es una orden para acabar con la situación. Independientemente de que se pronuncie la palabra o no, no es conveniente permanecer atado en posturas forzadas más de unos cinco minutos, sobretodo si la parte atada está azul o fría.

Los accesorios necesarios

-Esposas o un pañuelo para atar a su pareja.
-Si es mujer una lencería erótica debe ser el código de vestimenta para comenzar a estimularlo a través de la vista.
-Un antifaz o pañuelo para que no vea nada, esto aumentará el erotismo.
-Juguetes sexuales y es que mientras está atado(a) que mejor que estimularlo hasta alcanzar el clímax. -En el caso de las chicas, lubricante por si desean jugar con un consolador.
-Puede probar con una fusta suave para darle pequeños golpesitos, nada que cause mucho dolor.

Nada que temer
El bondage no necesariamente tiene que conducir a una experiencia sadomasoquista extrema si ustedes no lo desean. Solo se trata de estimular la vida sexual a través de unas cuantas fantasías eróticas con las que de seguro se divertirán mientras prueban el extremo del placer, por eso deje los tabúes a un lado y ábrase a la oportunidad de atar a su pareja y estimularle hasta que alcance el clímax, disfruten de su intimidad y su vida sexual y permítanse salir de la rutina mediante nuevas experiencias.