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Dominical/ Creado el: 2014-10-25 04:32

Arquitecta, soñadora y con alma bondadosa

Sandra Paola Bonilla una bogotana con corazón opita, se dedica desde hace seis años a liderar un albergue de niños de 7 a 14 años en condiciones de vulnerabilidad.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | octubre 25 de 2014

Paola Bonilla es una arquitecta exitosa que ejerce sus labores en la capital del departamento del Huila junto a esposo, un hombre amoroso, caritativo y lleno de cualidades como ella misma lo describe.

Creció en una familia donde el pilar era ayudar a quienes más lo necesitaban, vio toda la vida cómo sus padres se esforzaban por realizar obras donde los más vulnerables pudieran tener condiciones de vida diferentes y ahora, tantos años después, sigue observando como sus padres con una edad avanzada, viven para servir a quienes necesitan de su ayuda.

Paola Bonilla llevaba una vida como la de muchos, con los afanes normales, las preocupaciones diarias y los afanes del día a día, fue ahí donde pensó en que debía hacer algo más. “Yo llego a este proyecto por la intención de tener una forma de poder servir formalmente a una institución (…) yo me quería vincular al Huila de una manera formal y sin duda esta fue la mejor opción” pues hoy está a la cabeza de la institución como presidenta de esta.

El Albergue Infantil Mercedes Perdomo de Liévano, el cual lleva 52 años trabajando por niños y jóvenes que han sido víctimas de abuso sexual, psicológico, violencia intrafamiliar, abandono, desnutrición, entre otras problemáticas, desde hace aproximadamente seis años se convirtió en la segunda familia de esta bogotana con alma huilense.

141 niños en protección en cuatro modalidades atencionales, escolaridad, externado, seminternado e internado, hacen parte del albergue que además de ofrecer todas las comodidades, les brinda un hogar lleno de amor y comprensión. “Los escolarizamos, los nutrimos, les enseñamos hábitos saludables de vida, analizamos con acompañamiento psicosocial y empezamos a construir con cada uno su proyecto de vida, buscamos sus habilidades, sus talentos, todo lo que el niño trae para podérselo explotar”.

 

“Hacer esto me da todas las satisfacciones”

La presidenta del lugar, cuenta con gran orgullo cómo varios niños han llegado al albergue en condiciones deplorables, maltratados por su misma familia e irrespetados por una sociedad que no tiene en cuenta los derechos de los menores pero que es satisfactorio ver cómo a medida que pasa el tiempo los niños y jóvenes van cogiendo rumbo y van cambiando por completo sus expectativas.

Esta mujer, quien al hablar lo hace completamente enamorada del albergue infantil, no solo admite que su vida espiritual ha tenido un crecimiento importante desde que dedica parte de ella a ayudar a los menores que más lo necesiten sino que su esposo y su hijo, se han vinculado completamente a este proyecto, lo cual la llena de orgullo y satisfacción pues “ellos también sacan tiempo para venir acá, para estar con los niños. Cada 8 días vienen, sacan a 3 niños y se van a jugar fútbol con ellos (…) hacer esto me da todas las satisfacciones, mi marido dice que a mí me brillan los ojos cuando hablo de la fundación y sí, porque le ha dado una enseñanza maravillosa a mi familia, a mi hijo”.

La arquitecta, expresa que siente un amor inmenso por cada uno de los niños que van a la fundación, que siempre está muy pendiente de los 12 que están en modalidad de internado y que tanto la junta directiva como los colaboradores del albergue intentan darle todas las oportunidades necesarias, pues es importante que estos niños piensen en tener un futuro mejor por lo que uno de ellos, quizá uno de los que más orgullo le ha dado, ya se encuentra haciendo segundo semestre de derecho en una universidad privada de la capital del departamento del Huila.

Por otro lado, los fines de semana se convierten en días de distracción para los niños y jóvenes por lo que Paola intenta que esos días los niños se diviertan. “El fin de semana los niños van a piscina, salen a cine, van a jugar fútbol, hacen todo tipo de actividades que haría cualquier niño durante los días de descanso”.

Todo el que quiera, puede vincularse

Sandra Paola Bonilla manifiesta que desde que Cecilia Lara Bonilla la invitó a conocer la institución “quedé enamorada como todo el que llega acá, desde ese momento me vinculé” por lo que invita a todas las personas que deseen colaborar a que se acerquen a las instalaciones, las conozcan y se relacionen a ella, “venir acá, conocer la institución, enamorarse y ayudar de la manera que puedan”.

Del mismo modo, hay universidades de Neiva como la Cooperativa y la Usco que tienen convenio con el albergue por los que los estudiantes de psicología, educación y demás carreras, pueden llegar hasta allí para hacer los meses requeridos de prácticas y contribuir con una labor que busca solucionar cientos de problemas que involucran a los niños y niñas del Huila.