jueves, 11 de septiembre de 2025
Dominical/ Creado el: 2015-08-09 09:18

Alfredo Olaya, una vida dedicada al deporte y al tatuaje

Un día la vida de Alfredo cambio circunstancialmente, de ser médico veterinario paso a ser tatuador, el arte que ama y que descubrió tras un accidente que sufrió, su vida está marcada por el deporte, fue nadador de subacuáticas, su hermana es la quinta mejor luchadora del mundo y su mamá es dirigente deportiva.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | agosto 09 de 2015

Alfredo Olaya nació hace 37 años y desde pequeño se apasionó por el deporte, ser nadador de subacuáticas era lo que deseaba para su vida deportiva, pero con el pasar de los años salió de las piscinas de la Villa Olímpica a un aula de clases de la universidad de Antioquia, allí se graduó como médico veterinario y deseaba dedicarse a su profesión por el resto de su vida.

Pero como nada en la vida es para siempre, el dedicarse a la veterinaria tampoco lo seria para Alfredo, y tras un accidente que sufrió y después de estar un año incapacitado, todo cambio en él, pronto descubriría su verdadero arte.

Los tatuadores han visto lo mejor y lo peor de la raza humana, para muchas personas ellos mejoran los cuerpos y la embellecen con las figuras que plasman en él, para otras los dañan y critican el trabajo con frases, “el tatuaje  es de delincuentes, de drogadictos, eso es del diablo”.

Pero Alfredo no se molesta por ello y sabe perfectamente que día a día el mundo avanza y con ello los pensamientos de las personas, muestra de ello son sus padres, sus primeros cómplices en esta ventura de llegar a convertirse en el mejor tatuador del departamento y en uno de los mejores del país.  

Un arte que ha dejado huella fuera del país

Su arte lo ha demostrado no solo en Colombia, sino también fuera del país y orgullosos  de ello se sienten Alfredo Olaya Amaya y Gloria Amparo de Olaya, sus padres. Los dos son profesores, científicos, amantes de la naturaleza y sobre todo del deporte. Cada vez que uno de sus hijos recibe un reconocimiento no ocultan su alegría y es por ello que no dudaron en apoyar a quien quería abrir su propia tienda para demostrar porque ha dejado en alto el nombre del país entre quienes tatúan a nivel mundial, una tienda donde sus hermanos, esposa y padres han aportado para que llegue a ser la mejor del sur de país.

Alfredo recuerda como comenzó todo y sabe que la vida le tenía preparado un destino para vivir no solo al lado de su familia, sino estar rodeado de grandes personalidades de la música, de la política, del deporte y hasta médicos, ellos han sido testigos de la pasión y el amor que siente este huilense a la hora de poner una maquina sobre la piel.

“He tenido clientes de todo tipo, médicos, abogados, jueces, deportistas, profesores políticos. Queremos demostrar con nuestra tienda Bucaneros que tendremos una forma distinta de atender a nuestros clientes y de mostrarles que un tatuaje es un arte y no implica cosas negativas que muchas personas dicen”, expresó Alfredo.

Alfredo cuenta que ha tenido clientes que han llorado, otros que resisten el dolor y aguantan varias horas, “unos tan solo están una o dos horas para un tatuaje que puede durar hasta cinco horas y les toca regresar después a una nueva sesión por el dolor que sienten, el tatuaje hay que saberlo hacer, es para llevarlo toda la vida en la piel y es algo que nunca se olvidara”.

Una vida para el deporte

Una de las primeras mujeres en dar ejemplo para llevar un tatuaje en su piel, es su mamá Gloria Amparo, quien siempre ha sido vista en una faceta distinta, docente, dirigente deportiva en la liga de lucha del Huila y ahora apoyando a su hijo en la parte empresarial y así siendo una de las artífices en lograr sus sueños.

“Esta faceta empresarial es el afán de toda mamá de acompañar a sus hijos a cumplir sus sueños, quizás por ello llegue a la lucha para que Andrea cumpliera sus sueño de ir a unos Juegos Olímpicos y ese sueño es de poder ir y estar en la gradería gritándole tu puedes hija”, dijo Gloria Amparo.

Y agregó, “esta empresa es el sueño de ellos, Bucaneros nace con la vena artística de Alfredo que es el artista, es mi hijo mayor y es aceptar un algo que inicialmente era muy difícil para mí como maestra universitaria, como desde los principios que a la edad mía era tener que aceptar que mi hijo médico veterinario dejara su profesión y se dedicara al tatuaje, eso no fue fácil, pero aceptándolo termine siendo su primera cliente para el tatuaje en el estudio y aceptándolo termine empujándoles el tren para que ellos levantaran vuelo con esta empresa”.

Y así como Gloria Amparo de Olaya aportó un grano a Bucaneros, su hermana Andrea Carolina, también tiene su arte plasmado dentro de la tienda, ella no solo es la mejor quinta luchadora del mundo, sino que sabe perfectamente que del deporte no se puede vivir para siempre, así que también decidió combinar las lonas de la lucha con el trabajo en la tienda.

“Esto es de toda la familia, aquí cada uno puso algo y eso es lo bonito de la familia, todos unidos estamos trabajando por una empresa que queremos llegue a ser la mejor del departamento. Andrea es muy creativa y ella dio que quería su espacio en la tienda y tiene sus accesorios elaborados por ella”, aseveró Gloria Amparo de Olaya.

La familia Olaya Gutiérrez ha sido vista en el departamento como una cuna de deportistas, nadadores, atletas, luchadores han sido los que han crecido en medio del hogar, y ante ello Gloria Amparo expresa que siempre estará acompañado a sus hijos para que cumplan sus sueños, sin importar el oficio que realicen.

“En la vida hay que luchar en todas las facetas, el arte del tatuaje como arte corporal tiene un espacio en la sociedad y que desde este nuevo espacio de la familia Olaya Gutiérrez estamos para atenderlos y decirles que el acompañamiento tiene que seguir siendo fuerte en el deporte, estamos a poco de lograr que Andrea este en los próximos Juegos Olímpicos y todos estaremos trabajando por ese sueño, así como hicimos realidad a Bucaneros”.

Un sueño cumplido

Para Alfredo el tener a Bucaneros es un sueño cumplido y poco a poco ha demostrado porque es uno de los mejores tatuadores del país, sabe que esta subido en un tren sin regreso, su hermano regreso de Europa con la intención de abrir una tienda y ahora solo desean plasmar en los cuerpos de las personas su arte.

“Lo más curioso es que esta idea no me nació a mí, yo empecé a tatuar por una accidente y de ahí empezaron los cambios en mi vida, la primera persona que hizo que yo volviera a tatuar fue mi esposa, siendo novios ella se tatuó y yo siendo muy joven había molestado con tatuajes pero con máquinas hechizas, el hecho que ella se tatuara fue lo que hizo que yo volviera a terminar revuelto con tatuadores y terminara en este mundo y poco a poco mi nivel fue subiendo y lograba conseguir patrocinadores importantes a nivel mundial”.   

Alfredo quería seguir aprendiendo su arte, pero ello implicaba el tener que viajar, antes de ello y con el permiso dado por su esposa, se fue del país a cosechar triunfos, pero antes le hizo la promesa que no se cortaría el pelo y la barba hasta que volviera, “después de tres meses parecía un náufrago y llegue con pañoleta y barba y mi esposa me abraza y lo primero que me dijo fue, volvió mi bucanero y se quedó ese término y mi hermano que es experto en mercadeo le gusto el nombre y ese es el que hoy tenemos en nuestra tienda, Bucaneros”.