Agrocales y Derivados, un sueño empresarial que trasciende a lo social
A mediano plazo, la meta es modernizar el proceso de granulación automatizándolo y ubicándolo en una nueva planta física más amplia y más adecuada, que sea autosostenible. A largo plazo, el objetivo es ser proveedor de Agacafé, con núcleos de alta solubilidad y valor agronómico.

En Pitalito, la empresa Agrocales y Derivados sobresale por la manera como viene favoreciendo la labor de los cafeteros, en especial aquellos que tienen sus cultivos en esta, la zona de mayor producción en Colombia.
Héctor Darío Guzmán Mosquera es el orgulloso empresario cuya iniciativa lo hace pieza clave en el gremio cafetero, no solo por sus productos, sino también por fortalecer la asociatividad.
Héctor Darío realizó estudios en gestión de empresas en la ciudad de Popayán, con énfasis pecuario en La Habana (Cuba). Adelantó actividades de comercio de insumos agropecuarios; pero decidió orientarse más hacia la minería, mediante la explotación de piedra caliza de una cantera adquirida con esfuerzo propio.
Este es el eje central de su economía, evolucionando hacia la industria, además de los fertilizantes, enriquecidos con calcio, magnesio y azufre.
El modelo de negocio lo fundamenta el aprovechamiento minero del departamento del Huila, que con una cantera propia de piedra caliza es sometida a un eficiente proceso de triturado y pulverizado, para luego pasar a un sistema de granulación, destacado por ser ambientalmente sostenible pues no utiliza ácidos tóxicos y su combustible es orgánico.
Explica que los productos obtenidos en esta primera línea de producción son núcleos correctamente granulados, con excelente aspecto físico, químicamente bien balanceados y diseñados de acuerdo a las necesidades de los suelos del sur del Huila.
Cerca de todos
Para llegar a los productores, la empresa cuenta con un punto de venta estratégicamente ubicado y distribuidores en varios municipios del sur, además de la bodega de almacenamiento, maquinaria, tres operarios en planta y dos en punto de venta directos, más cinco indirectos.
Todo un proceso en el que Héctor Darío ha contado con el apoyo de la Cámara de Comercio de Neiva. “Ha sido definitivo, mediante programas y capacitaciones logramos consolidar el proyecto y estructurarlo de tal forma que ha encontrado espacios gubernamentales, gracias a ferias, ruedas de negocios que abren puertas y las posibilidades de ampliar no solo el mercado sino la visión y misión de nuestra empresa”, dijo.
Agrocales y Derivados tiene en Pitalito y Acevedo su principal nicho de mercado, como quiera que estos municipios sobresalen en Colombia como los mayores productores de café.
Por obvias razones, su plan de negocio se inclina y evoluciona hacia la producción de fertilizantes con énfasis cafetero, disponiendo no solo de marcas registradas ante el ICA, sino de mezclas especiales, de acuerdo a las necesidades del cultivo y el análisis de suelos.
Con la familia y los cafeteros
Su padre, Héctor Guzmán Vargas, se ha distinguido en el Valle de Laboyos como comerciante de insumos agropecuarios por más de 40 años, de modo que heredó de él ese interés por trabajar con quienes se dedican a labrar la tierra y cultivarla. De la mando de su madre, Amparo Mosquera, quien siempre ha estado atenta a colaborar y servir de asistente cada vez que las circunstancias lo han exigido.
El apoyo de la familia ha sido fundamental, reconoce; “siempre han creído en mis capacidades y han estado en los momentos difíciles, donde las lágrimas no se contuvieron e hicieron del proyecto un sueño que en la actualidad hizo creer a un grupo de cafeteros que conforman y constituyen Agacafé (Asociación de Grupos Asociativos Cafeteros), que aglomera 548 cafeteros de 10 grupos de tres municipios del sur; ahora, juntos soñamos con una planta de mezcla de fertilizantes regional, que con recursos propios y apoyo estatal ya inició el montaje”, manifiesta sintetizando así muchos años de incansable labor.
Es por ello que su proyecto pasó de ser algo meramente personal a un propósito social, un sueño que busca ofrecer a los asociados beneficios directos, mucho más allá de la rebaja en los costos de producción.
El objetivo es atender 1800 hectáreas de café, esfuerzo que ha tenido toda suerte de obstáculos sociales, económicos e incluso culturales; a lo cual han respondido perseverando, investigando, desarrollando ideas e innovando, superando así toda suerte de barreras.
Más rápido, más alto, más fuerte
Héctor Darío Guzmán Mosquera sigue buscando metas cada vez más altas, de ahí que se identifique con una frase célebre de Henry Ford: “Si le hubiera preguntado a la gente qué querían, me habrían dicho que un caballo más rápido”.
A corto plazo, proyecta el montaje de una unidad de mezclado de fertilizantes, proyecto que ya con el mercado asegurado de los asociados de Agacafé sin lugar a dudas se catapultará.
A mediano plazo, la meta es modernizar el proceso de granulación automatizándolo y ubicándolo en una nueva planta física más amplia y más adecuada, que sea autosostenible. A largo plazo, el objetivo es ser proveedor de Agacafé, con núcleos de alta solubilidad y valor agronómico.
“Solo me resta decir a los nuevos empresarios, y a los que no se han decidido, que recuerden la frase de Henry Ford, que sueñen y crean, que nunca hay que dejar de aprender, de experimentar, de innovar, porque en lo personal la perseverancia me ha enseñado eso”, concluye.