jueves, 11 de septiembre de 2025
Dominical/ Creado el: 2017-06-11 06:55

«Ser mujer en Colombia es peligroso»

El panorama feminicida en Colombia es alarmante, en los últimos diez años han sido abiertos 34.571 procesos relacionados con feminicidio, de los cuales solo se han condenado 3.658, según informó la Fiscalía General de la Nación. El Huila lidera el ranking de departamentos con más violencia de género.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | junio 11 de 2017

Yesenia Polanía Pascuas
Diario del Huila 

A pesar de que Colombia cuenta con la Ley 1761, Por la cual se crea el tipo penal de feminicidio como delito autónomo y se dictan otras disposiciones, en donde  se tiene por objeto «tipificar el feminicidio como un delito autónomo, para garantizar la investigación y sanción de las violencias contra las mujeres por motivos de género y discriminación, así como prevenir y erradicar dichas violencias y adoptar estrategias de sensibilización de la sociedad colombiana, en orden a garantizar el acceso de las mujeres a una vida libre de violencias que favorezca su desarrollo integral y su bienestar, de acuerdo con los principios de igualdad y no discriminación», a diario se presentan hechos relacionados con feminicidio en todo el territorio nacional.

En el caso particular del departamento del Huila, se lidera el ranking de los departamentos con más feminicidios de todo el país. En lo que va trascurrido del 2017  se ha reportado que 11 mujeres han sido asesinadas  por su condición de ser mujer y en la mayoría de los casos ha sido por su pareja sentimental, según manifestó el Concejo  Municipal de Mujeres.

Política pública para las mujeres huilenses

En el Huila, por medio de la ordenanza 013 de 2014  de la Asamblea departamental, se adopta una política pública para la equidad de género de las mujeres huilenses, en donde lo que se busca es «avanzar en el reconocimiento de los derechos y la inclusión de las mujeres huilenses de todas las edades, condiciones sociales, étnico raciales,  situaciones económicas vulnerables o de desplazamiento,  de discapacidad,  en los procesos de desarrollo regional; generando de manera transversal  acciones afirmativas en los planes, programas y proyectos, eliminando las barreras que les impiden el ejercicio de sus derechos y promoviendo la transformación cultural para erradicar todo tipo de discriminación, violencia e inequidad».

Las líneas estratégicas que deben ser implementadas dentro de la política pública para las mujeres huilenses, son los Derechos humanos, Derecho a la participación y representación de las mujeres, Derecho a vivir sin miedos ni violencias, Derecho al desarrollo humano sostenible y a la autonomía económica de las mujeres, Derecho a la salud integral con enfoque diferencial y énfasis en los Derechos sexuales y reproductivos, Derecho a la educación con calidad y equidad y una cultura no sexista.

Acciones desde la cotidianidad en las localidades

Erika Marcela Tinoco Riveros, quien pertenece al área de Mujer y Género de La Casa de la Memoria Quipu Huasi, y ha liderado procesos con mujeres en el departamento del Huila desde hace más de una década, menciona que: «El tema del feminicidio ha sido algo complejo. Hemos logrado avanzar con que la categoría se reconozca. Saber que el feminicidio es un asunto público que debe reconocer que las mujeres estamos siendo asesinadas por el hecho de ser mujeres, por eso debemos lograr que los asuntos de género, las muertes de las mujeres, las violencias contra las mujeres sean asuntos públicos, hacerle saber al Estado que tiene la responsabilidad sobre lo que está pasando, que debe comenzar a producir cifras».

Adicional a esto reiteró que a pesar de que los avances que ha habido han sido insuficientes, las cifras en lo público han aumentado, ya que en lo privado han existido siempre. Lo de las mujeres ha pasado a ser un asunto público que antes era solo privado que debía resolverse en la casa, y que el papá o el marido tenían la potestad de hacer lo que quisiera con nosotras las mujeres en la escena de lo privado.  Hoy nos asustamos de ver la realidad, estamos en pánico, pero esa realidad ha existido siempre […].

Como mujeres debemos reconocer que somos víctimas de diferentes violencias y que no es nuestra culpa, antes había una naturalización tan fuerte que nunca se hablaba de eso, solo las mujeres que han tenido acceso a espacios de reflexión y educación, salen a reconocer que han sido víctimas de la violencia sexual, y solo hasta la última década las mujeres salieron a reconocer qué es lo que les está pasando. En términos de feminicidios, no nos aterran las cifras, no nos aterra lo que está pasando en el departamento de Huila, y no es porque seamos insensibles, al contrario, porque todos los días nos duele la muerte de todas las mujeres, nos han dolido desde siempre las niñas que han sido violadas y que siguen siéndolo en los colegios y que sencillamente somos inoperantes, somos insensibles, somos inhumanos  y generamos injusticia desde el mismo momento  en que toleramos que una niña esté siendo abusada y no seamos capaces de llegar a las últimas instancias, concluyó Erika Tinoco.

Feminicidio debe ser llamado por su nombre

La Ley colombiana contempla al feminicidio en el artículo 2 de la ley 1761 como «quien causare la muerte a una mujer, por su condición de ser mujer o por motivos de su identidad de género o en donde haya concurrido o antecedido cualquiera de las siguientes circunstancias, incurrirá en prisión de doscientos cincuenta (250) meses a quinientos (500) meses», además se hace presente en los siguientes casos:

  •   Tener o haber tenido una relación familiar, íntima o, de convivencia con la víctima, de amistad, de compañerismo o de trabajo y ser perpetrador de un ciclo de violencia física, sexual, psicológica o patrimonial que antecedió el crimen contra ella.
  •   Ejercer sobre el cuerpo y la vida de la mujer actos de instrumentalización de género o sexual o acciones de opresión y dominio sobre sus decisiones vitales y su sexualidad.
  •   Cometer el delito en aprovechamiento de las relaciones de poder ejercidas sobre la mujer, expresado en la jerarquización personal, económica, sexual, militar, política o sociocultural.
  •   Cometer el delito para generar terror o humillación a quien se considere enemigo.
  •   Que existan antecedentes o indicios de cualquier tipo de violencia o amenaza en el ámbito doméstico, familiar, laboral o escolar por parte del sujeto activo en contra de la víctima o de violencia de género cometida por el autor contra la víctima, independientemente de que el hecho haya sido denunciado o no.

Con lo anterior se pone en evidencia, como también lo menciona la líder en temas de Mujer y Género, que no existen «crímenes pasionales», que no «la mataron por celos», tampoco fue «porque le puso los cachos», mucho menos «por amor fue asesinada», eso no existe, ante eso solo hay un nombre correcto y eso es el Feminicidio, hecho en el que una mujer es asesinada por su condición de ser mujer.

La lucha continúa

Hace unos días la columnista Cristina de la Torre, en un medio de comunicación nacional mencionó que «en un país que ha “domesticado” su población más indefensa a fuete y a puñal, la mayoría ni se entera de que éste compite por la corona mundial en feminicidio, y las cifras le resbalan». Según los informes de Medicina Legal, son 345 asesinatos de mujeres por su condición sexual y sólo en los tres primeros meses de 2017 fueron asesinadas 104 mujeres. El Huila y Neiva lideran los índices más altos a nivel nacional, hasta hace dos años era la primera capital con casos de violencia de género.