Así fue el ‘robo hormiga’ del que la Fiscalía responsabiliza al extesorero de Altamira
La investigación apunta a que Wilmer Barrera no solo defraudó a este municipio, también hay otra investigación en Neiva, hasta por una posible falsedad en documentos públicos. Este contador se había comprometido a devolver el dinero que sacó de la cuenta de la Alcaldía, en cómodas cuotas mensuales. Pero no cumplió y está a la espera de que juez dicte la condena en su contra.

Por Leo Medina Jiménez
Para el Diario del Huila.
La forma como el extesorero de Altamira, Wilmer Barrera Meneses, se adueñó de dineros públicos es conocido como ‘robo hormiga’, es decir que fue sacando pequeñas cantidades, poco a poco, hasta completar una alta suma dinero, esto para evitar que los controles contables no pudiesen detectarlo al momento de una revisión de cuentas. Al extesorero se le acusa de haberse quedado hasta con las vueltas de los pagos de los recibos de servicio público de la administración municipal.
A Barrera Meneses, un contador público de 34 años, lo capturó un grupo de agentes del CTI de la Fiscalía el pasado domingo 9 de diciembre a las 4:30 de la tarde en el barrio Las Termitas, de Garzón, en donde los investigadores ya tenían establecido que era su lugar de residencia.
Al día siguiente de su detención las autoridades le hicieron las audiencias de legalización de captura, imputación de cargos y medida de aseguramiento en el Juzgado Único Promiscuo Municipal de Altamira. A Barrera Meneses el despacho judicial le dictó la detención domiciliaria, decisión que fue objetada por la Fiscalía a través de un recurso de apelación, debido a que existe el riesgo de que no asista a la siguiente diligencia, porque durante el tiempo en que venía siendo buscado los investigadores pudieron comprobar que había cambiado de sitio de permanencia en dos ocasiones.
Al polémico extesorero se le buscaba desde agosto de este año cuando el Juzgado Octavo Penal Municipal con Función de Control de Garantías de Neiva emitió en su contra la orden de captura.
El ‘robo hormiga’
Pero valdría la pena saber cómo fue que se inició el proceso en contra del extesorero, cómo se detectó el ‘robo hormiga’, acto que fraguó en solo seis meses de trabajo.
Todo empezó el 30 de diciembre del 2013. Es en esa fecha es cuando se establece la alarma, siendo alcalde Alfonso Lizcano Romero, preciso cuando un grupo de funcionarios realizaban la auditoria para el cierre de año.
El auditor después de varias sumas y restas estableció que existían algunas diferencias, que la contabilidad no cuadraba, sobre todo cuando eran confrontados con documentos, entre estas inexactitudes que unos cheques habían sido girados y de estos no se tenían soportes de la justificación de un gasto o de dichos pago.
De inmediato fue llamado el tesorero de turno para que diera una explicación de lo ocurrido, a Barrera Meneses. Este funcionario al darse cuenta que no tenía una clara explicación de aquello, acepta que las cosas no estaban bien y opta entonces por ofrecerle al funcionario que hacía la auditoría la suma de 8 millones de pesos para que guardara silencio.
El auditor no aceptó el ofrecimiento y reporta el hecho al Alcalde que al día siguiente, el 31 de diciembre, reportó ante las autoridades el particular robo. Ese día el mandatario Lizcano Romero firmó la inminente destitución del cuestionado funcionario.
Varios giros de cheques
Se inicia a partir de ese momento una investigación por parte de la Fiscalía, que descubre que Barrera Meneses había girado varios cheques a su nombre, la mayoría fueron producto de la suma de pequeñas cantidades, que entre estos cheques hubo no de unos 18 millones de pesos, además se hallaron faltantes hasta de tres millones, en sí la mínima cuantía del extraordinario desfalco. El primer desembolso a su nombre lo hizo a los tres días de haber asumido el cargo de tesorero municipal. Estos dineros, del primer descalabro, fueron sacados de una cuenta denominada de Fondos Comunes de la Alcaldía.
Los expertos en análisis contables del ente investigador descubrieron que en dos ocasiones el extesorero había girado los cheques para el pago de los servicios públicos de la administración, que tenían un valor superior al que decían los recibos de soporte. Barrera Meneses se quedaba con el excedente que transfirió a una cuenta bancaria particular.
Se establecieron fechas específicas de aquellas irregularidades, de la apropiación de dineros correspondiente a los impuestos municipales: el 16, 27 de agosto y 26 de diciembre. En total fueron 28 los cheques que tenían su firma al respaldo, los que sumados dieron la gruesa suma de más de 122 millones de pesos.
También se estableció que en esas fechas Barrera Meneses había transferido a sus cuentas 12’782.960 pesos que provenían del recaudo de los impuestos en favor de la alcaldía, los que debían aparecer en la cuenta oficial. Además, que los cheques girados a su nombre, para el supuesto pago de servicios públicos eran de 487.890 pesos.
Es decir, que en solo este rubro las cuentas dieron más de 135 millones de pesos, lo que generó un escándalo para aquel final de año.
Cuando Barrera Meneses se percató que había en curso una investigación en su contra, que lo podía llevar a la cárcel, decide devolverle al Estado la suma de 48’189.323 pesos, lo que llevó a concluir de su responsabilidad de la apropiación ilícita de aquellos recursos oficiales. El giro de este dinero lo hizo de una cuenta particular del Banco Agrario el 24 de enero del 2014.
Con esto a al hacerse la resta de lo devuelto frente al desfalco existente quedó con un pendiente de 87’474.379 pesos. En ese momento el acusado se comprometió en buscar el resto del dinero para devolverlo, procurando evitar su entrada a la cárcel.
Por este total el extesorero estableció un acuerdo de pago del que nunca cumplió y es cuando la Oficina de Responsabilidad Fiscal de la Contraloría Departamental del Huila tomó la decisión de darle curso a la investigación por el manejo inapropiado de los recursos públicos.
La Contraloría llamó a reconocer a un tercero como civilmente responsable, a Seguros La Previsora S.A., quien estaría desembolsando en favor de la Alcaldía de Altamira la suma de 63 millones de pesos a través de una póliza contra riesgos que el funcionario público firmó al momento de asumir el cargo, quedando un saldo en contra del procesado de más de 26 millones de pesos. En una citación de este año que hizo el ente de control, para que respondiera por el dinero faltante este dijo que se había declarado ilíquido, sin posibilidades de pagar este dinero.
Sin embargo, aunque existiese la recuperación de los recursos al investigado no se le exime de los delitos que se derivan de sus irregulares actuaciones.
La Alcaldía no ha reportado a la Fiscalía General de la Nación el pago por parte de la aseguradora del monto de la póliza.
La Procuraduría también realizó su correspondiente investigación y emitió su sanción que lo restringe para volver a asumir cargos públicos.
Al extesorero se le responsabiliza de delitos de peculado por apropiación ante los varios actos irregulares y el de cohecho por dar u ofrecer –esto por los 8 millones de pesos que propuso pagarle al funcionario que descubrió las imprecisas cuentas. Por cada uno de los cargos que pesan en su contra deberá pagar 64 meses de prisión y el pago de una multa. También se expone a ser inhabilitado por ocho años para el ejercicio de funciones públicas.
Toda vez que Barrera Meneses reconoció su ilícito se quedaría a la espera de una futura audiencia en la que un juez de conocimiento de Garzón dará a conocer el monto total de pena, diligencia que quedó prevista para el 2019.
Otras indagaciones
Pero este no es el único proceso que tiene en su contra, según la Fiscalía existe otra denuncia que dan cuenta que Barrera también estuvo como secretario de Hacienda con funciones de tesorero municipal en la Alcaldía de Suaza, en donde también hizo el mismo ‘robo hormiga’, por lo que asimismo se le acusa del delito de peculado por apropiación. En este momento el ente investigador no ha terminado de cuantificar el monto, pero se estima que el mismo supera la suma de los 110 millones de pesos, de los primeros soportes que se están instaurando.
Existe otra investigación en su contra por falsedad personal y falsedad en documentos públicos, delitos que al parecer fueron cometidos también en Suaza. Es decir, que a este contador se le ha establecido un mismo modo de apropiarse de dineros públicos.
En Neiva de igual manera hay una averiguación en su contra por defraudación de recursos públicos, una investigación que viene manejando la Fiscalía 17 Seccional de la capital del departamento del Huila.