45 años produciendo quesillo
El producto patrimonio gastronómico de Yaguará tiene en la localidad a diversas exponentes que a diario deleitan a propios y extraños con este delicioso manjar; Doña Florinda, es una de ellas; una mujer que aboga por la tradición y que irradia amor a cada uno de sus productos.

Por: Liz Farfán
Entre productos elaborados a base de leche, María Eugenia Quintero habla de su mamá como la mayoría de personas suelen hacerlo, aquí la diferencia radica en que doña Florinda, su madre, se convirtió en su mayor inspiración al catalogarse como la máxima representante del tan afamado quesillo fabricado en el corazón del municipio de Yaguará. Tanto así, que esta mujer resalta la gran labor de su progenitora, al considerar que, gracias a ella ha logrado encontrar una sostenibilidad y un reconocimiento alrededor de su tradición familiar, pues afirma que llevan cerca de 45 años posicionándose como empresa y al día de hoy, ya lograron su objetivo.
Recuerda que todo inició cuando su mamá prácticamente replicó la fórmula secreta de la creadora oficial de este manjar, la señora Antonina Falla, quien un día, hace muchísimos años, decidió inventarse una nueva receta a partir de leche mezclada con otros ingredientes, obteniendo como resultado final este producto que se ha convertido casi que en patrimonio de la cultura yaguareña y de los huilenses en general.
Reconocidos a nivel nacional
En este sentido, fue tanto el impacto que generó la creación de este producto, que vieron en él, la oportunidad de emprender y convertirlo en negocio para luego poder comercializarlo y llegar a más mercados. Así pues, el entusiasmo y las ganas fueron en constante crecimiento, que María Eugenia revive el momento en el que llegaron a convertirse en una cooperativa familiar en la que pudieron sostenerse alrededor de 10 años hasta que un día por ciertas circunstancias, esta se disolvió. No obstante y con el aprendizaje adquirido tras las dificultades del pasado, optaron por seguir adelante con el negocio hasta llegar a ser reconocidos por la calidad de su producto a nivel nacional, logrando además, convertirse en distribuidores oficiales de grandes entidades comerciales.
Por otra parte y tras la necesidad de seguir creciendo, María Eugenia, cuenta que vio la oportunidad de montar su propia sucursal y salir de las entrañas de Yaguará, su pueblo natal, llegando a la capital del Huila con el fin de potencializar su marca y reiterar que junto a su madre, siguen siendo las mismas desde que iniciaron, solamente que día a día trabajan con más constancia y desde entonces, hasta hoy, ya completa 12 años con una franquicia propia donde el ambiente familiar es el que le garantiza el resultado que sus clientes exaltan. Tanto así, que diariamente y a partir de las 2 pm, el resultado de la producción que inicia alrededor de las 10 am después de que llega la leche desde el municipio de Yaguará, la comercialización es indiscutiblemente positiva, pues la mayoría del quesillo que oscila entre 90 libras diarias, logra venderse durante esa misma tarde.
El legado
Es tanto el orgullo y la admiración que siente esta yaguareña, que al momento de hablar de su progreso y de todo lo que ha logrado hasta el día de hoy, honra la capacidad de su madre al transmitirle esa pasión que ya denomina como legado, pues enfatiza que el día en que ella o su madre ya no estén liderando su propia empresa, este legado seguirá transmitiéndose de generación en generación, ya que ha optado por infundirles ese mismo entusiasmo a sus hijos y aunque estos no sepan con exactitud cómo lograr el mismo resultado que su madre y abuela han obtenido durante años, María Eugenia les resalta que la clave y el toque que las diferencian de las demás producciones, es el amor, la lealtad, la pasión y sobre todo, la perseverancia con la que elaboran cada preparación.
Dicho de otro modo, esta mujer reitera que no basta con solo ingresar a la fábrica y mezclar los ingredientes, ya que sin duda, este es un producto altamente artesanal y como tal, debe verse y sentirse de este modo, en representación no solo de una marca sino de una familia que lleva años tratando de superarse con los frutos que han obtenido gracias a este producto y de otros tantos que también fabrican con el fin acompañar y potencializar ese exquisito sabor salado que caracteriza al particular quesillo yaguareño. Para esto, también producen bocadillos, arequipe, cocadas y bebidas a base de leche como la tradicional sevillana.
La versión del quesillo más grande
Y entre tantas producciones que han marcado su larga trayectoria, María Eugenia también resalta un logro gigante del que fue la representante legal y además, participante junto a las demás productoras de quesillo en Yaguará; pues hace tres años y desde entonces, optaron por participar en un reto que se caracteriza por realizar el quesillo más grande de todo el mundo y este año, sin duda, también piensa participar en el mes de agosto en su versión número tres, contando pues con el objetivo de que su gestión en compañía de la administración municipal sea de exaltar, que puedan llegar a hacer parte de los Guinness World Records.
En definitiva, esta fabricante de quesillo, junto a su familia, ha logrado todo su reconocimiento debido a la constancia y al esfuerzo con el que elaboran cada producción, y aunque ya cumplieron su máximo objetivo, no dejan de visionar el poder llegar a ser productores internacionales, pues ya tienen tanta habilidad en la realización de este exquisito producto, que solo les queda faltando en la lista de objetivos, lograr uno o dos más, para que la eficacia del negocio sea tanta, que exista la posibilidad de integrar en el calendario un ‘Día Nacional del Quesillo’ y por qué no, llegar a ser productores internacionales.