… Y la culpa no era mía, ni donde estaba, ni cómo vestía
Con una de las frases más alusivas del himno feminista que dio tanto de qué hablar en días pasados, el pintor Luis Alberto Angel exhibe por todo el mes de marzo su exposición artística en el Centro Cultural y de Convenciones José Eustasio Rivera, donde quiere exaltar el papel fundamental que juega la mujer en una sociedad que se rige bajo los lineamientos del machismo.

Por: Liz Farfán
Al interior del museo de Arte Contemporáneo, uno de los 20 que hacen parte de la Red de Museos del Departamento del Huila, se exhibe durante todo el mes de marzo una de las exposiciones artísticas más relevantes del año, pues su propósito o el del autor, está íntimamente ligado con reforzar las miradas que existen alrededor de la representación de la mujer en su mes, pues debido a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, se hace necesario destacar su lucha por alcanzar la igualdad y des cosificar su papel, porque para muchos, aun en esta época, la mujer, es sinónimo de objeto y no de valor.
Por esta razón, el pintor Luis Alberto Ángel, a través de lo que representa para el imaginario de muchos, el cuerpo de la mujer, elige realizar sus obras valiéndose de ciertos objetos para crear o recrear distintos collages que demuestran su ingenio a la hora de hacer notar de una forma aunque diciente para unos e impredecible para otros, los diferentes roles en los que se ha venido desempeñando la mujer durante años.
El imaginario colectivo
Es por esto, que también se hace necesario señalar que dentro del arte, la búsqueda de placeres trasciende del imaginario individual al colectivo, al deseo social, como sería el caso del desnudo femenino, un tema demandante en la estética de todos los tiempos y que por eso el autor, trabaja artísticamente alrededor de él. Sin embargo, la alegría de la representación que propone Luis Ángel es liberadora, es la alegría de la igualdad de los cuerpos y el placer del disfrute pleno del amor, por eso el soporte que utiliza es diferente y sorpresivo.
Por ejemplo, y para no ir muy lejos, alrededor de sus pinturas se encuentra una muy particular que semeja los diferentes puntos de vista que se pueden tener al ver o conocer a una mujer sin importar su oficio o profesión; pues causa asombro, percibir cómo esos distintos puntos plasmados con puntillas alrededor de todo su cuerpo, se enfocan principalmente en una parte especifica de la mujer: sus genitales. Pues es claro, que lo que el autor quiere reflejar por medio de esta pintura, es la imagen sexualidad con la que muchas veces han categorizado a la mujer, exceptuando, claro está, el particular objeto con el que el mismo autor representó la cabeza de esta mujer.
Un sifón, es la pieza clave que hace parte de la manera tan característica con la que quiso connotar de forma subjetiva los distintos abusos a los que se ven expuestas las mujeres a diario; pues por medio de este, se hace alusión a aquellos comentarios o información basura, que pueden afectar de cierta forma la integridad de la mujer que muchas veces se ve vulnerada, pero que asimismo, puede ser drenada como lo que realmente es. Basura.
La subjetividad del arte
Cabe aclarar que el arte es totalmente reconocido por su amplia subjetividad, por lo tanto, todo lo que represente para una persona, puede ser completamente contrario para otra en cuanto a su manera de pensar u opinar. Por esto, es que Luis Ángel, de manera gradual expone tantas pinturas para la comodidad de todas las personas que durante el mes de marzo puedan y tengan dentro de sus planes, visitar el Centro de Convenciones y abrir su mente a percepciones que van más allá del físico.
Así que más que un homenaje a la mujer en su día o en su mes, es un cuestionamiento a diversos clichés que se tejen alrededor del cuerpo y su interpretación. La obra no es la búsqueda de la belleza del cuerpo femenino, sino la provocación de roles asumidos por una sociedad que usa el cuerpo femenino para ser representado y consumido solo por el patriarcado. Es por esto que la pintura de Luis Ángel busca replantear los mitos, las creencias o los estereotipos que se adquieren a través de la erotización de los cuerpos, de manera que ponga de relieve que existen prejuicios sexistas en los esquemas conceptuales de la obra de arte.
Tal vez algunos se impacten con la insolencia del autor o se sientan heridos en la sensibilidad por ver a mujeres tal y como son, sin ropas ni otros aditamentos. Pero otra cosa muy distinta es la contemplación tendenciosa o pecaminosa de estos cuerpos. Por eso, en estas pinturas hay un eco de la canción “Un violador en tu camino”, convertida en un himno feminista que nació en Chile y que ya se extiende por todo el mundo con la frase "y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía", siendo tal vez este coro, el más repetido de toda la canción. De modo que, los prejuicios que existen para reconocer la libertad del cuerpo de la mujer y su derecho a decidir por ella misma, como se quiere ver y como quieren que la vean, es la invitación a ver esta exposición de este pintor nacido en Ibagué pero adoptado por los huilenses, para que entren a un lugar de encuentro, de discusión y de participación, donde desarrollarán toda su intuición alrededor de la sala de exposiciones de la Biblioteca Departamental.