¿Qué pasa con la libertad de prensa en Colombia?
Según la Fundación Para La Libertad de Prensa – FLIP, en lo que va del presente año, 248 periodistas del país han sufrido algún tipo de violencia; 104 han sido por amenazas.

Por: Caterin Manchola
Diario del Huila, Especial
Después de 24 meses del homicidio a la periodista Flor Alba Nuñez Vargas, un juez condenó a 47 años de cárcel a Juan Camilo Ortíz alias el “loco”, quien cometió el crimen cuando esta se disponía a ingresar a la emisora donde trabajaba en Pitalito Huila. Según las investigaciones, este hecho está relacionado con venganzas por las denuncias permanentes que la periodista realizó en su momento, contra una banda criminal que operaba en la región.
Un caso más trascendental fue el del periodista Nelson Carvajal, quien fue asesinado por un sicario el 16 de abril de 1998, en este mismo municipio, y que aún no ha sido esclarecido por las autoridades colombianas.
Noticias como estas se han vuelto casi comunes en la historia del periodismo, y es que en lo que va del 2017, según la Fundación Para La Libertad de Prensa – FLIP, 248 periodistas del país han sufrido algún tipo de violencia, donde el agresor más común fue un desconocido, con 82 víctimas, y en segundo lugar un funcionario público, cuya cifra es de 63 víctimas. Todo lo anterior hace que los trabajadores de prensa se cuestionen sobre: ¿Qué pasa con la libertad de prensa en Colombia?
De los anteriores casos, 104 fueron a causa de amenazas.
Las cifras
Según la FLIP, desde el 2006 hasta lo que va del 2017, se han cometido 1823 actos violentos en Colombia que han perjudicado a 2483 periodistas y han dejado 14 muertos. De estos porcentajes, en lo que respecta al departamento del Huila, se cometieron 56 hechos como asesinatos, amenazas, obstrucción al trabajo periodístico, agresiones, desplazamientos entre otros; que dejaron 71 víctimas.
El año en que más se cometieron crímenes para el oficio del periodismo en Colombia desde el 2006 a la fecha, fue el 2016, en el cual se presentaron 216 violaciones y 262 víctimas. Estas cifras no se veían desde el año 2007, en el que las cifras respectivamente fueron 162 y 261. Los tipos de aflicciones más recurrentes fueron las amenazas y obstrucción al trabajo periodístico. Los mayores porcentajes de víctimas para el 2016 se registraron en Bogotá y Cauca.
Según la FLIP, el año más crítico para la prensa en el Huila, fue el 2007, donde se cometieron 7 violaciones, en su mayoría amenazas, que afectaron a 12 periodistas.
La raíz del problema
Según Alvaro Trilleras, periodista e historiador y quien ha tenido un largo recorrido por diferentes medios del Huila, la libertad de prensa tiene dos fases: La primera tiene que ver con el periodismo político que ejercieron inicialmente los dueños de las primeras emisoras y periódicos del país, dado que por lo general eran congresistas, y las emisoras o medios se fundaban en las mismas casas de los líderes políticos, donde estos ejercían control a su gusto.
La segunda corresponde a la aparición del narcotráfico, cuando Colombia se volvió el país con mayor comercio y tráfico ilegal de drogas tóxicas a nivel mundial, gracias a Pablo Emilio Escobar Gaviria. El narcotraficante se ubicó como una de las personas con más dinero del mundo y comenzó a sobornar a funcionarios del alto gobierno, policías, mandatarios y prensa, entre otros. Financió cuantiosas muertes y entre esas figuró la de muchos periodistas como la del director de El Espectador, Guillermo Cano, y del director de Caracol, Jorge Enrique Pulido.
Según el historiador, estas situaciones infundieron miedo en la prensa e hicieron que el informar se hiciera de la forma en que los altos mandos requerían y se dejó de lado la denuncia.
«Fue una época muy dura porque si no aceptaban el soborno o la intimidación, atentaban contra la vida de los periodistas. Que es lo que viene ocurriendo en Pitalito, por ejemplo con la muerte de Flor Alba Núñez y Nelson Carvajal. Hay una confabulación entre los narcotraficantes y los paramilitares», explicó Trilleras.
Además agregó que el Estado colombiano está fallando en las investigaciones de los homicidios dado que, si bien se condenan a los sicarios que cometieron el delito, no se está profundizando en quién fue el autor intelectual que financió el hecho, como es el caso de la periodista Flor Alba.
«Actualmente la situación que se presenta es que hay mucha corrupción en las administraciones públicas, los funcionarios están manipulando los contratos del Estado y la prensa» indicó.
Caso Nelson Carvajal
En un comienzo, las investigaciones respecto al asesinato del periodista Nelson Carvajal Carvajal se centraron en dos hipótesis: una, las constantes denuncias por corrupción que hacía a través del micrófono y, dos, el hecho de que su emisora haya sido declarada objetivo militar por las FARC, a finales del año 1997.
En el 2017, 20 años después de numerosas investigaciones sobre el caso de Nelson Carvajal, este sigue sin resolverse. La Corte Interamericana de Derechos Humanos llevó a cabo una audiencia a raíz de una demanda contra el Estado colombiano por la investigación infructuosa del crimen del periodista Nelson Carvajal. Se insistió en que fue asesinado a tiros en Pitalito, por su trabajo como periodista investigativo. Según dijo el relator Édison Lanza, se trataba de silenciar a un hombre que desde sus programas radiales denunciaba la corrupción y la violencia rastrera del conflicto armado.
Desde 1997 han sido asesinados 152 periodistas colombianos, según el Centro de Memoria Histórica, en el informe ‘La palabra y el silencio’.
«Nosotros andamos desamparados y a esto hay que buscarle una salida, porque así como estamos actualmente, no hay seguridad de nada», dijo Alvaro Trilleras.
La Constitución Política de Colombia, dispone:
ARTICULO 20. Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación.
Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura.
La Declaración Universal de Derechos Humanos (1948), estableció:
«Artículo 19 Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión».