“Ni bruja ni yerbatera, solo vendedora de plantas medicinales”

Por: Liz Farfán

Después de llevar tantos años recomendando y comercializando todo tipo de hierbas para cualquier clase de dolencia sin importar cuál sea, Rosmeri Pérez, al interior de las cuatro paredes que rodean su negocio con infinitas plantas que cuelgan por doquier, expresa haber desarrollado un don especial para determinar qué es lo que necesita cada uno los clientes que atraviesan su puerta en medio de los estropajos vegetales que adornan la entrada.

A través de su experiencia, esta mujer con ciertos rasgos indígenas debido a que su mamá sí proviene de esta descendencia, guarda un sinfín de recuerdos alrededor de las historias con las que se presentan sus compradores, pues son tantas las personas que llegan a pedirle consejos para atraer el bienestar y alejar las malas energías, que ya es toda una experta de la medicina natural como afirma que se llama el servicio que presta a la comunidad en general.

En pro del beneficio colectivo

Acostumbrada a los rituales, Rosmeri a sus 39 años, lleva al interior de su delantal de trabajo un ajo “macho” para alejar todo tipo de “mal de ojo” o de energía negativa que se le llegue a presentar a lo largo y ancho de su diario vivir, pues afirma que la envidia ronda en todos lados y por esta razón, ella prefiere evitar una molestia de estas, cargando este elemento a donde quiera que vaya. Y mientras llegan los clientes preguntando por ruda que es lo que más acostumbran a llevar, cuenta, que esta es la hierba “bendita” para atraer la buena suerte en todos los ámbitos, sobre todo para los negocios, porque asegura que la gente no tiene la capacidad suficiente para emprender un negocio sin afectar el de los demás, porque la necesidad, aunque no lo cran y según esta mujer, no radica en el bienestar colectivo, sino en el propio. “Por eso, si usted siente que le está yendo mal o siente una energía pesada en medio de su vida personal o de su negocio, no dude en utilizar la ruda; verá que en un par de días, todo mejora”.

Debido a esto y de acuerdo a las necesidades de sus mismos clientes, es que esta mujer, aplica en ellos, lo mismo que aplica para su vida a través de su negocio, pues gracias a su conocimiento empírico, es que ha podido acreditar su nombre y también, los consejos que brinda alrededor de un servicio social, como podría describirse la labor que ejerce.

Ni bruja, ni yerbatera

Por otro lado, y así como hay clientes que la buscan y ven en ella una ayuda para alivianar las cargas físicas, emocionales y hasta económicas, también hay personas que la han llegado a catalogar como bruja por trabajar en medio de hierbas y remedios que podrían llegar a verse como el oficio de un chamán que se rige bajo las culturas ancestrales o en su defecto, de un yerbatero que se dedica al cultivo de las plantas. Pero ni lo uno, ni lo otro, Rosmeri solo brinda un servicio en pro a la formulación de plantas medicinales para ayudar a subsanar dolencias y atraer, quizás, la mejor de las suertes, si es que esta, se encuentra en sus planes.

A diferencia de muchos que tampoco creen en la medicina natural, porque afirman que solo lo que es comprobado por la ciencia es lo que funciona, hay otros como la mayoría de sus clientes y como la misma Rosmeri, que aplican todo lo contrario; pues ella asegura que las plantas jamás le hacen daño a alguien, siempre y cuando sean para algo bueno y que por el contrario, tienen el poder de sanación y un propósito diferente según la especie. “Aquí han venido persona preguntando qué tipo de hierbas deben utilizar para abortar, para hacer algún amarre y hasta para atraer a un ser querido, pero yo no presto esa clase de servicios. Yo lo único por lo que me caracterizo, es por ayudar a la gente a buscar un beneficio y no a buscarle males al cuerpo”.

En contraste, también es tanta la fe que abunda alrededor de este tipo de medicina natural o de creencias, que el negocio es tan rentable como para la época decembrina cuando la mayoría de personas acostumbra a comprar las siete hierbas para bañarse o limpiar la casa con el fin de dejar atrás lo negativo del año viejo y atraer todo lo bueno del año que viene. No obstante, Rosmeri también aconseja, que las personas deberían ser más constantes con el uso de las hierbas medicinales y no solo cuando se encuentren en momentos de angustia o inestabilidad, porque así como pueden tomarse una taza de café diaria, también pueden realizar una infusión de lo que sea y para lo que sea.

Y aunque también asegura que no todos tienen el tiempo o la disposición para realizar esto como una actividad rutinaria, del mismo modo indica que no solo las hierbas son amigas de los buenos rituales, también lo son las esencias y los buenos hábitos. Por tal razón, es que también comercializa todo tipo de esencias, raíces, tubérculos y hasta especias medicinales.