lunes, 02 de junio de 2025
Primer Plano/ Creado el: 2018-10-14 12:48 - Última actualización: 2018-10-14 12:48

¿Habrá justicia?

La Fiscalía ha calificado las suspensiones de las audiencias preliminares para juicio de los responsables del asesinato de Gerardo Ochoa Sánchez, como “maniobras dilatorias” de los abogados que representan a los implicados en este caso, entre los que está el actual alcalde de Pitalito, Miguel Antonio Rico Rincón y el empresario constructor Mauricio Parra Rodríguez, también señalado de ser testaferro de las Farc.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | octubre 14 de 2018

Por: Leo Medina Jiménez
Especial Diario del Huila

Esta semana hubo el cuarto aplazamiento de la audiencia preliminar al juicio definitivo por el asesinato del abogado Luis Gerardo Ochoa Sánchez, quien fue ultimado en su oficina ubicada en zona céntrica de Pitalito, Huila, el 6 de abril del 2017.

Ese día el profesional del Derecho fue citado en donde horas más tarde habría de ser ultimado a tiros. Lo citó alguien que desde hace días le venía escribiendo mensajes de chat por Whatsapp, identificándose como una de las víctimas de la millonaria estafa que ya él denunciaba.

Estas suspensiones, dijo una fuente de la Fiscalía,  no son otra cosa que “maniobras dilatorias” de los abogados que representan a los implicados en este caso, entre los que está el actual alcalde de esta población, Miguel Antonio Rico Rincón y el empresario constructor Mauricio Parra Rodríguez, también señalado de ser testaferro de las Farc. 

Pero, de acuerdo con lo dicho por esta fuente cercana al proceso, se busca principalmente lograr la libertad de los detenidos, antes del juicio, y por otra parte evitar que se descubran detalles que no dejan de ser escabrosos, que hicieron parte del plan criminal contra el abogado Ochoa Sánchez.

Otros pormenores

Diario del Huila, logró conocer algunos pormenores de la investigación, tales como testimonios claves que estará exponiendo el ente acusador en el juicio oral, sí es que este se logra hacer antes de que se venzan los términos.

Uno de estos testigos aseguró que el alcalde Rico Rincón tenía un gran interés en el proyecto urbanístico denominado La Voz de Dios, con el que un centenar de personas estaban siendo enredadas en una estafa millonaria, hechos en el que Ochoa Sánchez se había convertido en una especie de ‘palo en la rueda’.

Todo empieza con el testimonio del posible autor material de los hechos, Eduardo Villanueva Murcia, la persona  –que según la Fiscalía– abordó a las 5:45 de la tarde un vehículo de color negro, que fue captado por una cámara de seguridad, vistiendo un buzo a rayas, cuando huía de la oficina de Ochoa ocultando en el cinto una posible arma de fuego. El carro estuvo 15 minutos a la espera en ese sitio.

Fue esta persona la que le dijo a la Fiscalía de quienes habían estado con él, como autores en el macabro plan: Stiwar Sterling Santacruz, alias la Muerte, como la persona que lo contrató para el homicidio.  Mauricio Murcia Orjuela, alias El Duende, a quien señaló de haber disparado contra el abogado. Campo Elías Salas Murcia, alias el Viejo, quien señala de ser la persona que ocultó los vehículos que se emplearon en el siniestro plan. Yeferson Polo Mejía, el enlace entre ‘el Patrón’ –según la Fiscalía así llamaban al alcalde de Pitalito– y los sicarios. Polo Mejía era quien iba a estar con la víctima ese día. “Pero a él no le vayan a ‘cascar’ porque es el protegido del ‘Patrón’”, relató Villanueva Murcía.  Además, este testigo clave nombró a Mauricio Parra Rodríguez, alias el Quesero, como la persona que les pagó 50 millones de pesos para la comisión del delito.

Villanueva Murcia, aceptó su responsabilidad y por un preacuerdo con la Fiscalía fue sentenciado a ocho años de cárcel.

Las demás personas están tras los muros –a excepción del alcalde Rico Rincón–, a la espera de que se les definan su situación en un juicio oral,  acusados de los delitos de homicidio agravado, tráfico o fabricación de armas de fuego y de sus partes y municiones.

Luis Gerardo Ochoa Sánchez, fue ultimado en su oficina ubicada en zona céntrica de Pitalito, Huila, el 6 de abril del 2017.



Diario del Huila
, logró conocer algunos pormenores de la investigación, tales como testimonios claves que estará exponiendo el ente acusador en el juicio oral.

Prueba de audio

La Fiscalía aportará en el juicio un audio en el que se escucha a alias el Quesero conversar con César Alberto Sierra Avellaneda, el gerente de la que sería la constructora de los apartamentos de La Voz de Dios, cuando este último le cuenta a su jefe que el abogado Ochoa Sánchez les estaba tirando por el suelo todo el plan. “Ese abogado se va al hueco, se le hace una fiesta y punto”, estás personas también tienen medida de aseguramiento en su contra.

Un trabajo de laboratorio de expertos en informática de la Sijín en Bogotá llevó a la conclusión de que uno de los implicados entregó un celular, que según dijo se utilizó el día del crimen. Con este aparato se corroboró –ha dicho la Fiscalía– el testimonio de Villanueva Murcia. Este elemento hacía parte de varios teléfonos de alta gama que los cerebros del crimen le entregaron a cada uno de los componentes de la red, que además, el día del asesinato, cada uno recibió una pistola calibre 7.65.

En efecto, el informe de Medicina Legal, el pericial de necropsia al cadáver de Ochoa Sánchez,  coincide con este detalle: “Que sufrió un trauma craneoencefálico severo por el paso de un proyectil de baja velocidad” y que las vainillas encontradas en la oficina del abogado era de un arma de fuego calibre 7.65 milímetros.

Se pudo establecer por parte de la Fiscalía, además, que el celular fue suministrado a la Sijín por Luis Mario Colorado Rodas, que dijo haber sido engañado por su líder del grupo religioso. En este celular se descubrieron también los chats con los que se citó a Ochoa Sánchez el día que fue asesinado en su oficina. Como si fuera poco, se extraen otros mensajes de texto: “Pastor hoy le cumplo”, con fecha 6 de abril del 2017. Es así como pasada las 6 de la tarde de ese mismo día aparece otro mensaje: “Esta hecho mi pastor”.

El mensaje iba dirigido a Édgar Núñez Guzmán, a quien sus seguidores le llaman ‘el Profeta’, principal orientador de la Iglesia Cristiana Cruzada La Voz de Dios, de la que le seguía en el orden de jerarquía, Colorado Rodas, como segundo pastor.

La versión de Sierra Avellaneda

En el curso del proceso uno de los implicados, Sierra Avellaneda, manifiesta al ente acusador su intención de rendir su versión: que la constructora Soginco SAS., llegó a Pitalito porque  desde el  2015 se conocían con Miguel Antonio Rico Rincón, nombrado en el escrito como ‘el Patrón’, cuando los invitó a que invirtieran en su municipio. Dijo, que los llevó a la oficina de Vivienda de la Alcaldía en donde les mostraron varios proyectos urbanísticos, pero que Rico Rincón mostró especial interés por el de ‘La Voz de Dios’.

Contó Sierra Avellaneda que empezaron a invertir en un programa que desde el principio tuvo sus inconvenientes, sobre  todo con las licencias que expediría Planeación Municipal de Pitalito, porque ellos no eran los dueños del lote en donde se construirían los apartamentos. Agregó, que fue a partir de ese momento cuando el alcalde empezó a tener un trato directo y de mucha amistad con Parra Rodríguez, que este último le llamaba ‘Miguelito’.

En una ocasión, añadió Sierra, le entregaron a Rico Rincón 50 millones de pesos en efectivo por orden de Parra Rodríguez, que esa entrega se la hizo  en la oficina del Banco de Predios de la Constructora Soginco SAS en Pitalito y que además acompañó a su jefe hasta el Hotel El Virrey, en Bogotá, a la entrega a esta misma persona de un bolso que contenía una millonaria suma de dinero. Es desde entonces, revela el testigo, que se aumentó el interés del hoy alcalde por el proyecto urbanístico.

“En esa ocasión Miguel Rico Rincón me dijo que se iba a reunir con la concejal Clara y otros de sus colegas, a los que ofrecería un apartamento a cada uno por la colaboración que habían brindado”.

Fue ese día, relató el testigo, cuando se empezó a mencionar al abogado Ochoa Sánchez, que este iba a instaurar una denuncia en su contra y fue cuando dijo que “ese mejor es que se muera”.

“Es entonces cuando le sugiero que por qué tenía que matarlo, que mejor debían pagarle una especie de honorarios para que se quedara quieto”, preciso Sierra Avellaneda, quien dijo, además,  que las reclamaciones de esta persona eran legítimas.

La Fiscalía empezó extinción de dominio contra los bienes en los que aparecía como representante legal el empresario constructor Mauricio Parra Rodríguez.



Con estas imágenes digitales la cuestionada firma Soginco ofrecía la Ciudadela La Voz de Dios.



La firma Soginco SAS ofrecía apartamentos de 62 metros cuadrados a 50 millones de pesos, con 1.500 parqueaderos y hasta piscina en zonas comunes.

Revisión de contabilidad

El ejecutivo de la constructora le propuso a la Fiscalía que revisaran la contabilidad, que en el proyecto había 17 cupos que tenían un código especial, que estos apartamentos estaban destinados para el hoy alcalde y su familia. Aseguró, que como si fuera poco se había destinado en los planos un  sector para área comercial, que en principio se creía que este iba ser entregado a una importante cadena de supermercados. Sin embargo, “Mauricio Parra Rodríguez me dijo que este predio no podía ser tocado porque ese le pertenecía a Rico Rincón”.

Pero en ese momento se acrecentaron las denuncias públicas de Ochoa Sánchez y es cuando el testigo –revela en su declaración– le escucha decir al alcalde: “Por qué no se muere ese abogado h… Será que no tiene nada que hacer”.

La delegada fiscal en este proceso dijo en una de las audiencias que también se escuchó el testimonio de Polo Mejía, quien por voluntad propia tomó contacto con ellos y les manifestó que quería contar la verdad, que para ello era necesario que le cambiaran su abogado de la Defensoría del Pueblo, a quien le había perdido la confianza. Confesó que cuando trabajaba como mesero del Hotel Premium Plaza de Pitalito, el mismo en donde se hospedaban los ejecutivos de la firma Soginco SAS, donde se realizaban las reuniones y eventos de esta empresa, que él por sus atenciones se había convertido en uno los hombres de confianza de los ‘duros’ de la compañía.  

Esta persona aseguró que un mes antes de que mataran al abogado estaba atendiendo al entonces secretario de Planeación de Pitalito, Édgar Núñez Guzmán y a Sierra Avellaneda, y que ese día escuchó que hablaban con el ‘Patrón’ y que este les dio la orden de ‘callar’ para siempre al abogado y lo señala en su declaración de ser el determinador del homicidio.  

Esta aseveración del testigo y presentada por la Fiscalía fue rechazada por el abogado que defiende a Rico Rincón, de que quien lanzó la idea de matarlo fue su defendido y que es él quien convence a los demás de la ejecución del  plan criminal. “Yo le pido señora Juez que  examine conforme a la lógica y a las reglas de la experiencia,  a ver si un mesero escucha una conversación y de inmediato pueda  concluir que es el alcalde y que lo que escuchó hacer la propuesta de matarlo, supuestamente, a un abogado”, puntualizó el jurista David Benavides.