Viaje a Alto Motilón, el nacedero del roble
A 1.800 metros sobre el nivel del mar a más de 5 horas del casco urbano de Neiva, se encuentra uno de los bosques de roble más grandes del Huila.

Por Felipe González
Especial Diario del Huila
Una foto aérea permite ver la ladera de una región montañosa en la vereda Alto Motilón, zona rural de Neiva, llena de frondosos árboles. Es un gran cañón que tiene al frente a veredas como Soledad y en la mitad la quebrada Motilón, uno de los afluentes que surten de agua al río Las Ceibas.
Durante muchos años, esta zona fue testigo del uso de estos predios para la agricultura y la ganadería. De ahí que la deforestación consumió la zona por muchos años y la erosión como producto de los riegos y demás actividades agrícolas, empezaron a generar remoción en masas y desprendimiento de piedras, lodo y material vegetal que empezaron a caer constantemente sobre la quebrada Motilón.
De hecho, la topografía de la zona, llena de montañas y rocas, ha convertido a este afluente, en el encargao de aportarle mayor material rocoso, detritos y demás, al río Las Ceibas, el mismo que abastece el acueducto de agua para la capital del Huila. Incluso, un estudio de Amenaza, Vulnerabilidad y Riesgo, hecho por la CAM en varios sitios de la cuenca del río Las Ceibas, evidenció que era importante realizar una obra de contención de este material en la parte alta del río, con el fin de evitar emergencias a futuro y restar sedimentación al agua, para lo cual la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena, construirá a través del proyecto Ceibas, la primera malla para contención de detritos del sur del país, con tecnología suiza, con el propósito de mitigar el riesgo.
Reforestación con roble
No obstante, para atacar el problema de raíz, el mismo proyecto Ceibas, encargado de ejecutar el Plan de Ordenación y Manejo de la Cuenca del Río Las Ceibas, ha desarrollado en sus 10 años de ejecución, labores de reforestación en zonas como la de Alto Motilón, con el propósito de mejorar el medio ambiente y de paso el desempeño de la cuenca hidrográfica, protegiendo al mismo tiempo el suelo de la erosión.
De esta forma, en esta zona, se pueden encontrar bosques de roble de hasta 10 años de haberse sembrado, y que son producto de las primeras labores de reforestación del POMCA del río Las Ceibas y de la compra de predios que para estos fines, inició la Alcaldía de Neiva hace ya 35 años con la adquisición del primer predio en la cuenca del río Las Ceibas para su protección.
En la actualidad y según datos no oficiales, en la zona de Alto Motilón pueden existir cerca de 100 hectáreas de bosque de roble reforestado y unas 200 o más de este tipo de especie arborea que es considerada además originaria de la zona y que se encuentra allí de forma natural. Por esta razón incluso, muchos habitantes de la cuenca consideran esta zona como el nacedero de roble más grande de la región.
Y es que encontrar una zona rica en roble es todo un privilegio. La calidad que produce esta especie en madera, una de las más apetecidas en el mundo, hace que cada día se vean más pocas. La lentitud para el repoblamiento y crecimiento de estos árboles, hace que se muy difícil preservar esta especie por lo que es considerada en vía de extinción. No obstante en la CAM a través del proyecto Ceibas le siguen apostando a reforestar con esta especie en zonas como esta. Incluso hace dos años realizaron la última siembra de robles en la zona. 35 hectáreas que fueron adquiridas por el municipio en esta zona que hace parte ahora del área de reserva de la cuenca, fueron usadas para sembrar esta especie. Actualmente las plantaciones tienen un poco más de 70 centímetros de altura, no obstante a esta edad ya han producido raíces de hasta 1.5 metros de profundidad lo que le permite al suelo tener mayor agarre y
evitar la erosión en la zona. La meta de la corporación es que al cabo de unos 8 años, cuando esta especie empiece a alcanzar su altura máxima, toda esta zona cuente con un área suficiente en la ladera, que permita seguir conteniendo el suelo y evitando la remoción en masa de esta zona, lo que a su vez repercutirá en la calidad del recurso hídrico.
Así las cosas, en unos años, el verde intenso que se avisora hoy en una parte de este gran cañón, y que contrasta por ahora con un tono más claro que se encuentra en uno de los cerros de la zona, donde apenas empiezan a crecer los nuevos robles, terminará siendo en unos años, una gran sábana verde tendida sobre región montañosa de Neiva.