“Esto es lo que queremos”
Un verdadero ‘jalón de orejas’ acaba de hacernos el Alto Comisionado para la Paz cuando nos dice que dejemos de quejarnos tanto y nos demos a la tarea de elaborar planes y programas que mañana sean financiados con recursos del Estado.

*Por Fundación La Lupa
¿Qué responsabilidad le cabe a la clase política, a la universidad pública y privada, al igual que a los gremios?
Recientemente estuvo en Neiva el Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, y ante un selecto auditorio de líderes opitas, en alusión a las políticas gubernamentales que se ven venir en la etapa del postconflicto hizo la siguiente afirmación: “Lo que el Huila necesita es decir: Esto es lo que queremos, dejar de quejarnos por la ausencia del Estado, definir planes y tareas que puedan quedar incluidos en los planes de desarrollo y ser financiados con recursos regionales y nacionales”.
Más claro no canta un gallo, se diría en el lenguaje popular. Y es que no se necesita hacer un gran esfuerzo para entender que desde hace lustros es lo que debió hacerse para sacar del atraso a nuestro querido Departamento.
Definir planes y tareas que pueden quedar en los planes de desarrollo y ser financiados con recursos regionales y nacionales, ha enfatizado en Alto Comisionado para la Paz.
Pero ¿qué ha pasado? Cada cuatro años el Gobernador de turno somete a la aprobación de la Asamblea Departamental su flamante Plan de Desarrollo. Ese Plan es nada más y nada menos que lo que se conoce coloquialmente como la “carta de navegación” del Gobierno. Lamentablemente no se tienen la suficiente responsabilidad y compromiso cuando se construye ese proyecto. Los cambios están en algunas cifras y las promesas son casi las mismas.
¿Qué hacer?
El campanazo que ha dejado el doctor Sergio Jaramillo, debió salir de las universidades públicas y privadas, que tan jugosos ingresos tienen con la educación. Debió salir de los gremios. De la clase política es muy poco lo que se puede esperar. Con todo, debieron haberle hecho trampa a la ignorancia y a la indolencia y ocupar las “corbatas” que tienen en las unidades legislativas para que hicieran una tarea juiciosa de estudio sobre la realidad político-económica y social de los 37 municipios del Huila. Y, claro, presentar propuestas específicas para llevarlas al alto Gobierno, para proponer alianzas a la empresa privada, a las petroleras a las Emgesa, en fin, a tantas fuentes de recursos que hay no sólo en el país, sino en el exterior.
El rol de la universidad
Una deuda muy grande con la sociedad huilense tienen especialmente las universidades públicas, léase Universidad Surcolombiana –Usco- la Escuela Superior de Administración Pública Territorial Huila-Caquetá –Esap-, la Unad. Desde sus laboratorios, desde sus aulas, sus organizaciones de docentes, estudiantes y personal administrativo, debieron producirse rigurosos estudios que nos permitieran tener un mapa de nuestra realidad y perspectivas.
Qué maravilla que ante el llamado del Alto Comisionado para la Paz, estas universidades pudieran mostrarnos sus estudios sobre temas como: equidad, sostenibilidad, participación ciudadana, eficiencia, productividad. Todo sobre la base de un diagnóstico que nos ponga en contexto con asuntos como: desarrollo humano sostenible, ingresos de la población, situación nutricional de los habitantes del Huila, educación, cobertura y calidad de la misma, condiciones de vida de la niñez, la juventud y el adulto mayor, vivienda, deporte y recreación, medio ambiente y turismo, entre otros.
Los candidatos
Ahora bien, a un año de las elecciones por las que se escogerán gobernadores, alcaldes, diputados, concejales y ediles, como le harían bien al Huila estos personajes si por primera vez hicieran responsablemente el ejercicio de poner a sus séquitos de aduladores a investigar y elaborar documentos que nos digan cuál es la realidad huilense sobre su economía, la estructura de ella, su evolución y perfil. Profundizar sobre la situación del sector agropecuario es algo inaplazable. Ilústrennos sobre sus generalidades, la estructura productiva. Hablemos de minería. Cuéntennos que van a hacer para que el Huila sea un verdadero polo de desarrollo turístico. Recordemos que nuestras riquezas en ese campo devienen de antes del mal llamado Descubrimiento de América. O qué tuvo que hacer el huilense para tener la riqueza cultural y arqueológica que encierran los parques ¿de San Agustín y de Isnos, o el desierto de La Tatacoa, o las aguas termales de Rivera?
Es el momento
Con estos someros antecedentes, respetuosamente hacemos desde este portal del pensamiento un llamado con características de S.O.S. para que “todos a una” como en Fuenteovejuna, nos enfundemos la camiseta de la responsabilidad social para entregarle al Gobierno Nacional un completo paquete de propuestas para que mañana no se nos diga, como podría hacerlo, recuerden que aquí se les dijo expresen claramente qué es lo que quieren.
Hay que comenzar por desempolvar todos los estudios que han hecho particulares y universidades y por los que se pagaron jugosas cuantías. Algo o mucho puede haber allí de útil porque la situación del Departamento no ha cambiado mucho, salvo en cuanto hace a una mayor cantidad de pobladores víctimas del desplazamiento, del conflicto armado; también ha cambiado en lo referente a la población infantil más y más pobre cada día.
Corolario
Confiados, como estamos, de que los diálogos Gobierno-Farc van por buen camino, es el momento de prepararnos para las inversiones multimillonarias que tendrá que hacer el Gobierno Nacional para manejar el llamado posconflicto. Y es que, sin temor a equivocaciones, el Huila tiene que ser uno de los departamentos en los que se hagan mayores inversiones. Muy grande es la deuda social que tiene el Estado con esta región. Acaso es poco que hayamos sido escenario de hechos tan sangrientos y violentos como la masacre de concejales del municipio de Rivera, el secuestro masivo del edificio Miraflores o el plagio de que fueron víctimas buenas parte de los senadores y representantes del Huila?.
Quedan a la ilustrada consideración de nuestros lectores de todos los lunes estas notas que no tienen el propósito de molestar a nadie y que en consonancia con lo manifestado por el Alto Comisionado de Paz, coincidimos en que es hora de dejar de quejarnos y de presentar propuestas y planes para que se incluyan en los programas nacionales y regionales.
*Marino de Jesús Montoya Ramírez
Jorge Gil Aldana Pérez
José Israel Charry Calderón
Jairo Octavio Poveda Perdomo
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