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Variedades/ Creado el: 2014-06-09 09:24

Lecturas tecnológicas seducen a jóvenes neivanos

La estrategia, liderada por el SENA a través de la Tecnoacademia de Neiva y la Agencia Cultural del Banco de la República, busca desarrollar habilidades para el análisis, la interpretación y la resolución de problemas en contextos reales, a partir de la lectura con fines tecnológicos.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | junio 09 de 2014

Setenta chicos de la Institución Educativa Técnico Superior de Neiva se han convertido en los pioneros de un proceso de inmersión tecnológica que encuentra su punto de partida en la lectura.

Así es. Estos pequeños, cuyas edades oscilan entre los 10 y los 12 años, han sido incluidos en una actividad por medio de la cual se pretende fortalecer sus capacidades para analizar, conocer y transformar la realidad.

La idea es lograr que ellos afiancen la habilidad para aplicar sus conocimientos en la resolución de situaciones que podrían ir desde la simpleza de una carencia personal, hasta la complejidad de un problema social.

La iniciativa, liderada por el SENA a través de la Tecnoacademia de Neiva y la Agencia Cultural del Banco de la República, se consolida como una apuesta que busca impulsar la investigación y el desarrollo tecnológico, sobre la base de un modelo que encuentra en la lectura su punto de partida.

“El propósito es moldear las competencias de los jóvenes en el área de la lectoescritura, orientada a las lecturas de base tecnológica, con el fin de prepararlos para ingresar a la cadena de la formación, la cual conduce al ecosistema del emprendimiento”, expresa Luis Alberto Tamayo, director Regional del SENA en el Huila.

De acuerdo con el funcionario, el interés de la entidad está centrado en convertir a estos muchachos en beneficiarios de la Tecnoacademia, como primer eslabón del proceso de innovación.

“Buscamos que ellos fortalezcan sus capacidades para la lectura, la inferencia, la argumentación y el análisis, de forma tal que sea posible concluir en unos jóvenes investigadores, que tengan apropiadas las tecnologías emergentes y el método científico de investigación”, agrega Tamayo.

Sin duda, se trata de una propuesta generadora de grandes expectativas para los chiquillos, quienes semana tras semana asisten con mucha emoción a la biblioteca, donde tienen la oportunidad de explorar el mundo a través de los libros y, además, adelantan ejercicios prácticos que les permiten adentrarse en temas especializados, como la bio y la nanotecnología.

“La esencia del proyecto es formar investigadores. Los estudiantes inician con una inducción hacia la actividad lectora, que no ha sido la mejor entre los jóvenes del Huila, pues ellos son más tecnológicos. Por eso es por lo que queremos que se enamoren de la lectura y, a partir de ahí, logren analizar, comprender y proponer”, apunta Martha Lucía Monsalve, gerente de la Agencia Cultural del Banco de la República en Neiva.

Hay que cambiar el ‘chip’

La estrategia adquiere variados matices, más aún si se le articula con los malos resultados registrados por los colombianos en el Informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes o Informe PISA (por sus siglas en inglés: Program for International Student Assessment).

El estamento analiza el rendimiento de los alumnos a partir de unos exámenes que se realizan cada tres años en varios países, con el fin de determinar la valoración internacional de los alumnos. 

En pocas palabras, las pruebas PISA evalúan la capacidad para pensar, interpretar, resolver problemas y leer críticamente. Estas habilidades, de acuerdo con los expertos, no han sido desarrolladas por los estudiantes colombianos, porque el sistema educativo sigue dedicado a transmitir informaciones impertinentes y fragmentadas.

“La finalidad de la educación básica debe ser el desarrollo de las competencias transversales para pensar, interpretar, comunicar y convivir. Por ello, las clases deben ejercitar la inducción, la comparación, la generalización y la argumentación”, dice Julián De Zubiría, fundador y director del Instituto Alberto Merani.

Entre tanto, la Encuesta de Consumo Cultural del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) asegura que los colombianos mayores de 12 años leen 1,9 libros por año. Esta cifra es superada por un grupo de países (Argentina, Chile y Uruguay), con altos niveles de escolaridad y urbanización temprana, cuyo promedio de libros leídos al año está cerca de cinco por habitante.

Soluciones a la medida

De cara a este escenario, estrategias como la liderada por el SENA y el Banco de la República adquieren mayor importancia, pues toman a los chicos en la base del proceso, con la idea de llevarlos por la ruta de la formación integral.

La meta es conectarlos con las tecnologías emergentes, las ciencias básicas y la ingeniería, de tal forma que logren una visión más próxima de lo que es el mundo y de cómo pueden resolver las situaciones que a diario deben enfrentar.

“Saber leer y escribir bien es una capacidad necesaria para pensar y solucionar problemas, puesto que permite acceder al conocimiento que hoy se multiplica de manera vertiginosa. Ante los resultados de las pruebas PISA, debemos aliarnos de inmediato y hacer los aportes posibles al mejoramiento de las competencias de nuestros jóvenes”, manifiesta Fermín Beltrán, subdirector del Centro de la Industria, la Empresa y los Servicios.

Para él, el derrotero es el fortalecimiento de la lectoescritura, con una metodología apropiada a estos retos, uniendo temas de alta tecnología a los cuales se debe llegar por medio de este proyecto. “No puedo ser nanotecnólogo si no sé leer”, concluye.

Otros sectores han reconocido la pertinencia de esta iniciativa, la cual es catalogada como un ejemplo de alianza interinstitucional encaminada a la atención de necesidades sociales.

“Hay un avance significativo en el propósito de articular esfuerzos para construir una mejor sociedad, de la mano de la educación y el desarrollo de la ciencia y la tecnología”, considera Pedro Hernán Suárez, alcalde de Neiva.

Según el mandatario, este proyecto les da a los chicos la oportunidad de ser más competitivos, más productivos y más innovadores. “Es un paso significativo para hacer realidad el tema de la innovación, la ciencia y la tecnología en la ciudad”, puntualiza.

Así las cosas, el SENA a través de la Tecnoacademia de Neiva y la Agencia Cultural del Banco de la República continuarán abriéndose paso para llegar a más jovencitos, con una propuesta que seguirá sembrando conocimientos, cultivando mentes y, mejor aún, cosechando triunfos.