Encuentran sistema estelar con siete planetas
Los planetas tienen una masa similar a la Tierra y fueron detectados usando el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA
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La Agencia Espacial Estadounidense (NASA) ha anunciado que un grupo de astrónomos norteamericanos y europeos han encontrado un sistema estelar con siete planetas de masa similar a la Tierra, que se encuentran a 40 años luz de la Tierra.
Tres de esos planetas se encuentran en una zona habitable y podrían albergar océanos de agua en su superficie. Orbitan la estrella nombrada TRAPPIST-1, una enana roja que tendría sólo un 8% de la masa del Sol, y que tiene un brillo cerca de mil veces menor que nuestro Sol.
Los seis planetas más cercanos a la estrella, probablemente rocosos, pueden tener una temperatura en la superficie de entre 0 y 100 grados, es decir, el rango en el que puede encontrarse agua líquida.
Según reportan medios de prensa, el autor principal del estudio es Michaël Gillon (Instituto STAR en la Universidad de Lieja, Bélgica), quien en un comunicado se ha mostrado feliz con los resultados de la investigación:
"Se trata de un sistema planetario sorprendente, no sólo porque hayamos encontrado tantos planetas, ¡sino porque son todos asombrosamente similares en tamaño a la Tierra!".
Gillon ha precisado que "los planetas están muy cerca uno del otro y muy cerca de la estrella, lo que recuerda mucho a las lunas alrededor de Júpiter".
"Sin embargo, la estrella es tan pequeña y tan fría que los siete planetas son templados, lo que significa que podrían tener agua líquida y, por extensión, quizás vida en la superficie", agregó.
Los planetas, cuyo descubrimiento apareció en la revista Nature, fueron detectados usando el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA y varios observatorios, entre ellos uno en Chile y uno en Las Palmas de Gran Canaria (España).
Tras una fase inicial de "reconocimiento", los científicos quieren comenzar a partir de ahora "observaciones detalladas para estudiar el clima y la composición química de los cuerpos, con el objetivo de determinar si hay vida en ellos".
Uno de los investigadores ha afirmado que en el plazo de una década ya se sabrá mucho más sobre esos planetas, y ya se sabrá si hay vida en ellos.
A tan solo 40 años luz de la Tierra hay un sistema estelar con siete planetas de masa similar al nuestro, tres de los cuales se encuentran en la zona habitable y podrían albergar océanos de agua en la superficie, lo que aumenta la posibilidad de que ese sistema pudiera acoger vida.
El sistema, localizado por un grupo internacional de astrónomos y cuyo estudio publica Nature, tiene tanto el mayor número de planetas del tamaño de la Tierra como el mayor número de mundos que podrían contar con agua líquida en superficie.
Los seis planetas más cercanos a la estrella, probablemente rocosos, pueden tener una temperatura en la superficie de entre 0 y 100 grados, el rango en el que puede haber agua líquida, y tres de ellos están en la llamada “zona habitable”, por lo que son candidatos especialmente prometedores para albergar vida.
Los cuerpos recién descubiertos giran en órbitas planas y ordenadas alrededor de TRAPPIST-1, una estrella enana ultrafría con un brillo cerca de mil veces menor al del Sol.
El autor principal del estudio, Michaël Gillon, del Instituto STAR en la Universidad de Lieja (Bélgica) se mostró encantado con los resultados: “Se trata de un sistema planetario sorprendente, no sólo porque hayamos encontrado tantos planetas, ¡sino porque son todos asombrosamente similares en tamaño a la Tierra!”, según un comunicado.
El nuevo sistema es relevante para los científicos por su cercanía a la Tierra en términos astronómicos y porque es el primero que cuenta con siete planetas de un tamaño similar al nuestro, así como por el reducido tamaño de su estrella, una particularidad que simplificará el estudio del clima y la atmósfera de esos mundos.
Los siete planetas son 80 veces mayores respecto a TRAPPIST-1 que la Tierra respecto al Sol, por lo que bloquean una gran cantidad de luz cuanto transitan por delante de la estrella.
Eso facilita a los investigadores la tarea de identificar sus componentes químicos por medio de técnicas de fotometría.