Cómo elegir el gimnasio ideal
A la hora de comenzar nuestro entrenamiento debemos tener en cuenta ciertos puntos que nos harán elegir el mejor gimnasio. Todo dependerá de nuestras necesidades y de las opciones que tengamos en nuestra ciudad.

Escoger un gimnasio es una tarea que puede parecer sencilla, pero les aseguramos que no lo es: son varios los requisitos que debe cumplir un establecimiento dedicado a los ejercicios para cubrir tus expectativas.
Algunos gimnasios, desgraciadamente, se manejan con publicidad engañosa o no son honestos a la hora de contar sus bondades, por lo que la mejor estrategia es descubrir sus fortalezas y debilidades a través de la experiencia propia o ajena. Proponemos cinco consejos que podrán ayudar a determinar cuál de las diferentes ofertas en el mercado son para usted.
Pero antes, hay una tarea que sólo uno puede realizar: la determinación de su objetivo respecto del cual emprenderá el camino del ejercicio físico, ya que no es lo mismo entrenar para perder peso que para ganar volumen muscular o para complementar su práctica de otro deporte. Sólo una vez que haya decidido qué es lo que quiere hacer en lo que toca a su cuerpo podrá saber si el gimnasio es conveniente o no para usted.
Procure que el gimnasio se adapte a sus necesidades y no a las del gimnasio
Si su objetivo principal es la pérdida de peso y el gimnasio posee innumerables máquinas aeróbicas, más grandes salones en los que se dictan clases de actividades aeróbicas, creemos que finalmente ha encontrado lo necesario. Si por el contrario su objetivo es aumentar su masa muscular y ve que los atletas que a eso se dedican tienen reservado un oscuro rincón con sólo un par de barras y mancuernas, ese gimnasio definitivamente no es para usted. Observe bien las instalaciones, pregunte a otros usuarios y a los profesores y compara toda la información que vaya recabando con la compatibilidad con su objetivo principal. Si está practicando algún deporte, averigüe si existen instalaciones para realizarlo en el gimnasio por un costo adicional.
Elija un gimnasio que se encuentre cerca de su hogar o su trabajo
Seguramente, si es que ha realizado actividad física con anterioridad, se había prometido no faltar un solo día al gimnasio. Sin embargo, imprevistos, ocupaciones o mera pereza se interpusieron entre su cometido y la realidad.
Si su gimnasio se encuentra demasiado lejos de algún punto familiar para usted, como su empleo o su casa, el clima o cualquier otra vicisitud lograrán que encuentre un pretexto para no concurrir ante la menor contrariedad. Procure que el gimnasio que elija se encuentre a distancia de caminata o bien a no más de diez o quince minutos en automóvil.
Observe el comportamiento de los entrenadores y profesores
En la parte administrativa del gimnasio con seguridad le hablarán maravillas de los profesores y entrenadores, de su esfuerzo, capacidad y dedicación. No obstante, es mejor verlos en acción que confiar en promesas. De un paseo por el gimnasio en un horario en donde haya abundante público y constate qué están haciendo los profesores: ¿Corrigen a los atletas que están realizando mal un ejercicio? ¿Prestan ayuda a quienes lo solicitan? ¿O, por el contrario, dedican su tiempo a holgazanear o a establecer relaciones sociales, o lo que es peor aún, emplean su tiempo en entrenar sus propios cuerpos mientras los usuarios son abandonados a su suerte? Si es así, es mejor no concurrir a ese gimnasio; no crea que harán una excepción con usted.
Observe el estado de las máquinas, poleas, cables, barras, mancuernas y discos:
No nos referimos únicamente al orden que impera en el gimnasio (aunque éste es de por sí un punto muy importante), sino al estado de mantenimiento: un gimnasio deteriorado es un riesgo para su salud y una invitación a lesionarse. Una buena pista es si alcanza a ver personal de mantenimiento comprobando el estado del material, especialmente en máquinas aeróbicas y poleas y cables.
Compare al menos tres gimnasios antes de decidir
Es muy común que los gimnasios hoy en día le hagan firmar un contrato semestral o anual para asegurarse que permanecerá como su cliente aún si no concurre. Algunos de ellos ofrecen reembolso si no utiliza un determinado número de meses; otros no. Visite varios gimnasios y compare no sólo las características detalladas más arriba sino también su política de precios, membrecía y reembolsos. Eso hará que más tarde no se arrepienta de malgastar su dinero.