Cómo aprender a manejar la ira
Usualmente las decisiones menos acertadas se toman en los momentos que hay una alegría máxima o ira profunda. Aquí tiene algunos consejos para aprender a controlarse.

Es claro que todas las personas en el mundo sienten en algún momento rabia pero la furia fuera de control no solo puede incurrir en equivocarse al tratar mal a alguien o tomar una decisión poco acertada, es importante saber que algunos casos, la ira representa en la persona un peligroso comportamiento que puede conducir a problemas de salud como dolores de cabeza, hipertensión, problemas gastrointestinales, ansiedad o depresión.
Algunos pasos sencillos que pueden ayudar a tratar los episodios de ira descontrolada, se basan en una respiración profunda, hacerlo desde el pecho ayudará a la relajación. Repetir lentamente una palabra o frase que ayude a tranquilizarlo, "relájese", "tómelo con calma”, “Estoy enojado, pero lo puedo controlar,” o “no debo dejar que esto me moleste.” repítalas mientras respira profundamente.
Expresarse de una manera firme pero no agresiva, es el primer y más importante paso para aprender a manejar la ira que en muchas ocasiones se sale de control. Aquí tiene algunos consejos para llevar su vida de una forma mucho más tranquila:
1. Mantener la calma es muy importante: contar hasta diez y salir del cuarto ayuda a controlarse.
2. Respirar profunda y rítmicamente mientras hace algunos ejercicios relajantes.
3. Hacer algún deporte para liberar energía acumulada.
4. Pensar en una historia o chiste ameno: imagínese o piense en la persona con la que está molesto, en una situación graciosa.
5. A diario identifique las situaciones que le provocan ira y registre la forma en la que reacciona: así sabrá cómo controlarse en algunas ocasiones.
6. Hablar con un amigo, familiar o persona cercana, incluso con su médico o terapeuta para desahogarse: decir “estoy furioso” o “estoy tan enojado que podría…” le permitirá reducir su frustración.
7. Perdonar: reconozca que no es realista esperar que todos se comporten de la manera que usted desea. Si algo le parece ofensivo o provocador, aprenda a perdonar a quien lo hizo. Imagínese que en esa persona también existen sentimientos de quietud y calma.
8. Hablar en primera persona al describir el problema: esto le ayudará a evitar criticar o culpar a la otra persona, algo que podría hacer que se enfadara más o sintiera resentimiento, aumentando la tensión.