'No tengo las cualidades para ser política'
Ana Isabel Valencia Hurtado de Lara, gestora social de Neiva, dijo que jamás incursionaría en la política y que su papel en estas lides es el de acompañar al alcalde Rodrigo Lara Sánchez durante sus cuatro años de mandato.
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¿Cómo cree que le cambiará la vida en estos cuatro años?
Espero que el cambio no sea tan grande. Esta nueva vida implica mayor sacrificio, menos disponibilidad de tiempo, pero creo que si uno se lo propone, sobre todo en el interior de la familia, nada debe cambiar. Cambiaron los roles que cada uno va a desempeñar pero no las personas que constituimos la familia.
¿Cómo recibe el calificativo de primera dama?
(Risas) Tengo que adaptarme a ese calificativo ya que ni siquiera en mi trabajo me dicen “ingeniera”, siempre me llaman por mi nombre; pero no me molesta que me digan “primera dama” o “gestora social”, pues es el rol que asumiré en estos cuatro años. Lo que sí es importante es hacerle honor a ese título.
Durante la campaña se le vio recorriendo Neiva, ¿cómo resultó esa experiencia?
Fue muy bonita pero a la vez, dura. Difícil en el sentido de que uno se encuentra con la realidad que antes no era tan palpable para uno. Aprendí a conocer lo que realmente era la ciudad y sus necesidades, pero eso me permitió proyectar qué es lo que se quiere y se tiene que hacer por esa ciudad.
¿Qué siente por Neiva, teniendo en cuenta que usted es oriunda de Popayán?
Llevo 22 años en Neiva que es mi segunda tierra. La quiero como propia, porque de hecho lo es, y no por cuestiones de campaña política sino desde antes, porque acá está la familia de mi esposo, mis hijos tienen sangre opita. Quiero mucho a Neiva y por eso, trabajé de la mano con Rodrigo (Lara Sánchez) para sacarla adelante.
¿Qué va a pasar con su profesión como ingeniera electrónica?
No la puedo dejar. Tengo que combinar mis roles y como persona no puedo olvidar lo que he sido desde hace 20 años. Son dos líneas que no chocan y puedo ejercer mis funciones de gestora social pero también desempeñándome como ingeniera.
¿Alguna vez estuvo en desacuerdo que su esposo dejara la medicina por la política?
Nunca le dije un “no” rotundo. Sí lo cuestionamos mucho, no solo yo sino mi hija mayor también; mirábamos todos los puntos de vista, los pro y los contra, porque no quería que dejara de un momento para otro una carrera para la que él se había formado por tantos y años y en la cual ha sido exitoso. Pero siempre estuve apoyándolo en sus decisiones.
¿Cree que se dejaría seducir por la política?
No, y no porque no me guste sino porque no estoy preparada para esas labores ni tengo las características que se necesitan para serlo. Un buen político debe saber cómo hablar en público y convencer gente, planear la ciudad y proyectar, y esas cualidades no las tengo. Mi papel es acompañar a Rodrigo durante su alcaldía.
Hablemos de la relación de pareja. ¿Cómo fue eso de amor a primera vista?
(Risas) Eso fue de mirada mutua. Coincidimos en una fiesta y desde ese día empezamos a hablar, luego nos comunicábamos por teléfono porque yo vivía en Cali. Desde ese día y hasta el sol de hoy estamos juntos.
¿Tienen alguna canción que los identifique como pareja?
“Contigo en la distancia”, la versión de Luis Miguel, porque cuando salió esa canción yo vivía en Cali y él en Popayán.
¿Qué es lo que más le gusta del alcalde?
Admiro su sinceridad y lealtad.
¿Y físicamente qué le atrae de él?
Todo (risas), pero me gustan mucho sus manos y sus sonrisas.
¿Cómo define en tres palabras al alcalde?
Transparente, responsable y vertical.
¿Cuál es su debilidad en cuanto a vanidad femenina?
Los zapatos, me encantan, pero no soy una compradora compulsiva ni tengo cincuenta pares. Si salgo de compras es lo que más me gusta ver y si me van a hacer un regalo, los zapatos son el regalo perfecto.
¿Le cocina al alcalde?
No, no sé cocinar, quien cocina es él y no me he interesado en aprender porque como él sí lo hace, yo me desentiendo del tema (risas). Mi papel en la cocina es ayudar a recoger el desorden que él deja cuando cocina.
¿Cuál es el mejor plan para disfrutar juntos?
Irnos de viaje y desconectarnos de cualquier ambiente laboral. Esos han sido momentos que hemos disfrutados muchísimo, no solo como pareja sino como familia, con nuestros hijos.