Actualidad/ Creado el: 2020-11-05 05:22
Varias emergencias en San Andrés por paso de huracán ETA
Organismos de socorro ayudan a las familias damnificadas y realizan la entrega de kits de aseo y colchonetas.

Los habitantes del archipiélago de San Andrés y Providencia viven días difíciles desde el lunes 2 de noviembre por los coletazos del huracán Eta, que a su paso ocasionó varias afectaciones que obligaron al Consejo Departamental para Gestión de Riesgo (CDGDR) a declarar la calamidad pública en el departamento.
Además, todos las instituciones se encuentran en grado máximo de alistamiento ante cualquier eventualidad climática que pueda ocurrir en las islas.
En efecto, cuando lo presupuestado por la mayoría de los pronósticos era que la depresión y tormenta tropical se convertiría en huracán de categoría 1 (en la escala de Saffir-Simpson) al cruzar aguas del Norte del archipiélago colombiano -a la altura del 'Cabo Gracias a Dios', en el límite de Nicaragua y Honduras- el fenómeno dio un giro inesperado hacia el oeste-suroeste, incrementando el vigor de sus vientos y llegando hasta la categoría 5.
Una vez pasado el peligro que representaban las ráfagas, tres cuadrillas interinstitucionales hicieron un barrido por toda la isla para verificar las afectaciones que se habían presentado a raíz del fenómeno climatológico.
Durante el recorrido se pudieron evidenciar árboles caídos, escombros y grandes rocas sobre la vía circunvalar que fueron arrastrados por las fuertes olas, y decenas de negocios y viviendas ubicadas en la zona costera que fueron destruidos por la fuerza del mar.
El sector que presentó mayor afectación fue el Hoyo Soplador, donde además de restaurantes y negocios, 21 personas que qué habitaban en la zona fueron evacuadas.
Sus casas fueron arrastradas por la furia del mar por lo que fueron reubicadas en casas de familiares cercanos y se les entregaron kits de aseo y colchonetas.
El coronel de la Policía Nacional, Jorge Pinzón Villarroel, reportó que se recibió un total de 47 llamadas a la línea 123 por afectaciones a viviendas (destechadas), árboles caídos, vías bloqueadas por desechos y daños a servicios públicos (electricidad).
Pinzón confirmó también que los bomberos recibieron más de 150 llamadas por caídas de árboles.
Al respecto, el capitán del cuerpo de Bomberos de San Andrés, Willie Gordon Bryan, dijo que en el litoral oeste de la isla la mayoría de los establecimientos de atención al público como kioscos, tiendas de buceo y restaurantes -además de numerosas viviendas- resultaron seriamente afectadas.
"Desde la noche del lunes hasta la madrugada del martes tuvimos vientos sostenidos de hasta 75 kilómetros por hora, cosa que no sucedías hace muchos años en San Andrés y Providencia", afirmó Gordon Bryan, aclarando que "gracias a Dios no hay por ahora víctimas humanas que lamentar".
Según el Gobernador (e) Alen Jay Stephens, durante las visitas realizadas a los sectores es claramente notorio el impacto que este fenómeno natural ha dejado en el territorio, principalmente en las viviendas. Del mismo modo, aseguró que su administración prestará constante apoyo a los afectados.
En la isla, además, hay toque de queda desde las 11 de la noche hasta las 5 de la mañana y las playas permanecerán cerradas hasta nuevo aviso.
Por otra parte, en la mañana de este martes, con la presencia del Alcalde de Providencia y Santa Catalina, Jorge Gari Hooker, unas cuadrillas del municipio iniciaron desde muy temprano las labores de recuperación de la estructura del Lover’s Lane (Puente de los Enamorados) que une a Providencia con Santa Catalina, el cual presentó daños tras los fuertes vientos registrados este fin de semana por el paso del ETA.
Además, todos las instituciones se encuentran en grado máximo de alistamiento ante cualquier eventualidad climática que pueda ocurrir en las islas.
En efecto, cuando lo presupuestado por la mayoría de los pronósticos era que la depresión y tormenta tropical se convertiría en huracán de categoría 1 (en la escala de Saffir-Simpson) al cruzar aguas del Norte del archipiélago colombiano -a la altura del 'Cabo Gracias a Dios', en el límite de Nicaragua y Honduras- el fenómeno dio un giro inesperado hacia el oeste-suroeste, incrementando el vigor de sus vientos y llegando hasta la categoría 5.
Una vez pasado el peligro que representaban las ráfagas, tres cuadrillas interinstitucionales hicieron un barrido por toda la isla para verificar las afectaciones que se habían presentado a raíz del fenómeno climatológico.
Durante el recorrido se pudieron evidenciar árboles caídos, escombros y grandes rocas sobre la vía circunvalar que fueron arrastrados por las fuertes olas, y decenas de negocios y viviendas ubicadas en la zona costera que fueron destruidos por la fuerza del mar.
El sector que presentó mayor afectación fue el Hoyo Soplador, donde además de restaurantes y negocios, 21 personas que qué habitaban en la zona fueron evacuadas.
Sus casas fueron arrastradas por la furia del mar por lo que fueron reubicadas en casas de familiares cercanos y se les entregaron kits de aseo y colchonetas.
El coronel de la Policía Nacional, Jorge Pinzón Villarroel, reportó que se recibió un total de 47 llamadas a la línea 123 por afectaciones a viviendas (destechadas), árboles caídos, vías bloqueadas por desechos y daños a servicios públicos (electricidad).
Pinzón confirmó también que los bomberos recibieron más de 150 llamadas por caídas de árboles.
Al respecto, el capitán del cuerpo de Bomberos de San Andrés, Willie Gordon Bryan, dijo que en el litoral oeste de la isla la mayoría de los establecimientos de atención al público como kioscos, tiendas de buceo y restaurantes -además de numerosas viviendas- resultaron seriamente afectadas.
"Desde la noche del lunes hasta la madrugada del martes tuvimos vientos sostenidos de hasta 75 kilómetros por hora, cosa que no sucedías hace muchos años en San Andrés y Providencia", afirmó Gordon Bryan, aclarando que "gracias a Dios no hay por ahora víctimas humanas que lamentar".
Según el Gobernador (e) Alen Jay Stephens, durante las visitas realizadas a los sectores es claramente notorio el impacto que este fenómeno natural ha dejado en el territorio, principalmente en las viviendas. Del mismo modo, aseguró que su administración prestará constante apoyo a los afectados.
En la isla, además, hay toque de queda desde las 11 de la noche hasta las 5 de la mañana y las playas permanecerán cerradas hasta nuevo aviso.
Por otra parte, en la mañana de este martes, con la presencia del Alcalde de Providencia y Santa Catalina, Jorge Gari Hooker, unas cuadrillas del municipio iniciaron desde muy temprano las labores de recuperación de la estructura del Lover’s Lane (Puente de los Enamorados) que une a Providencia con Santa Catalina, el cual presentó daños tras los fuertes vientos registrados este fin de semana por el paso del ETA.