Internacional/ Creado el: 2020-03-26 09:38
Tres osos son maltratados en Rusia
En Rusia, en el Circo Estatal Bolshoi, el entrenador Grant Ibragimov fue captado mientras obliga a tres osos a caminar en dos piernas atando su cuello a la pared. Es parte del ensayo para después entretener a las multitudes.

El entretenimiento es algo que todos necesitamos. Distraernos, disfrutar de un espectáculo, es fundamental para dejar de lado al menos por un momento el estrés del día a día, valoramos la posibilidad de concentrarnos en otra cosa y que nuestra mente descanse. Sin embargo, siempre es fundamental estudiar el trasfondo de lo que nos gusta, porque lo que para nosotros puede ser un acto divertido, para otros se puede significar sufrimiento.

Creo que casi todos llegamos a pisar un circo en nuestros primeros años, la posibilidad de asistir a un espectáculo y ver a los animales de cerca, era algo que soñábamos hacer, el sólo verlos a unos metros en esas jaulas significaba para nosotros un acto de valentía.
Pero lo que era un secreto a voces, se ha convertido en pruebas gracias a la tecnología y al internet. Los maltratos que ocurren detrás del escenario han dejado de ser rumores y hoy son respaldados con pruebas. Los circos han sido limitados y prohibidos en buena parte del mundo, no obstante, en países como en Rusia siguen muy desactualizados en este aspecto.
Hace ya algún tiempo fue visto Grant Ibragimov, un reconocido ‘maestro de circo’ realizando el entrenamiento de sus ya tradicionales rutinas junto a osos
El domador, de acuerdo a información de National Geographic, trabaja en el Circo Estatal Bolshoi de San Petersburgo en Rusia. Según la misma fuente, el ‘maestro de circo’ los obliga a permanecer de pie, en dos patas, para que logren soportar su propio peso y de esta forma se mantengan en esta posición ante el público. Esto es lo que vemos detrás, y acá lo que vemos ante las multitudes:

Mientras la gente siga asistiendo, pagando una entrada para que otras personas se lucren por medio del maltrato de especies silvestres que deberían estar en su hábitat natural o en refugios, esto no va a parar. Rusia sigue muy atrasada en estos aspectos y las presiones de las asociaciones sin fines de lucro parecen no ser suficientes.
Esperemos que en determinado momento el gobierno ponga cartas en el asunto para que dejemos de ver estas prácticas horrorosas donde todos ganan dinero, se ríen y disfrutan a costa del maltrato animal. Ellos suelen culminar lastimados con heridas que probablemente acorten radicalmente su expectativa de vida, es momento de poner un alto.