Sentidos llamados pontificios
El Papa, Pastores de la Iglesia Católica, y directivos de otras confesiones religiosas de bases serias, se refieren constantemente a temas de coyuntura nacional.

Por: Mons. Libardo Ramírez Gómez
Van avanzando días mes y años, y el creyente va recibiendo insistentes llamados hacia aspectos importantes de su fe encaminadas a su cultivo espiritual, fundamentales para todo su vivir como humano. El Papa, Pastores de la Iglesia Católica, y directivos de otras confesiones religiosas de bases serias, se refieren constantemente a temas económicos, culturales o ecológicos, pues no son extraños al bien integral del ser humano, le insisten a los técnicos en cada materia cumplir a conciencia, y plena responsabilidad su servicio a la humanidad, sin perder de vista su dimensión espiritual, que a cada persona le es fundamental para cumplir su misión trascendental que es su salvación o realización en el más allá.
No son extraños a la labor de los directivos espirituales los temas de la vida de los humanos en la tierra, y es deber ocuparse de ellos en la medida de su misión, pero no se pueden quedar en esa dimensión sino que deben manifestar la indispensable conexión del buen tratamiento de ellos con el pleno bien del ser humano, dotado de materia y espíritu, y, para la completa realidad, recordar la importancia trascendental de que todo contribuya a su eterna salvación. La iluminación de todo lo relacionado con la Amazonía está dentro de la orientación que ha de dar la Madre Iglesia, y de allí sus tareas en Roma en Sínodo de este octubre, y, también, como iluminación para el bien general, está dar llamados a cumplir con la Patria en jornadas electorales.
Con acento clamoroso, en cumplimiento de su misión, hemos recibido, por ello, del Papa Francisco, con especial instancia, que en este octubre, y como impulso a una labor de permanente proyección, tengamos presente los cristianos la dedicación que ha dado la Iglesia Católica a impulsar la labor misionera, y, bajo el amparo de María Santísima, madre del primer Misionero, Jesús. En las distintas regiones del mundo, entre ellas en Colombia, se ha escuchado el llamado pontificio, y en la gran mayoría de las Parroquias, se han desplegado, bajo las luces dadas por el Papa, especiales e intensas actividades encaminadas a esa vivificante labor, con el propósito de resultados espirituales no solo de momento sino con estable proyección.
Ha invitado el Papa, primeramente a que cada creyente realice personalmente cada día alguna actividad o gesto impregnado de su deber misionero de difundir el caminar en la fe con su testimonio, y, con palabras prudentes que inviten a difundirlas. Este ejercicio primera obra de misericordia, traería el saludable fruto de revitalizar el encuentro personal en Cristo y a recordar el ejemplo edificante de los santos, comenzando por los de nuestro País, siempre abiertos ellos a la labor evangelizadora como Santa Laura Montoya o el Párroco Beato Mariano Euse.
Al lado de esa primera y principal acción misionera, vienen las recomendaciones papales a la oración para que Dios vivifique esa labor, y la atenta lectura y escucha de algún aparte de la Sagrada Escritura, aplicándolo a la propia vida. Recomendable para esta última benéfica actuación echar mano de folletos bien preparados que traen las lecturas propias de la liturgia de cada día como “Minutos de Amor”, y, también, realizar diariamente otras posibles acciones benéficas en tónica con toda la exhortación papal, como es la dar alguna limosna u otra práctica de alguna de las demás obras de misericordia.
Estos llamados del Papa son un tratado sencillo de espiritualidad con raíz en el deber misionero de cada creyente, que, cumplido bajo el amparo de la Virgen Santísima y enriquecido con la meditación y recitación de los Misterios del Santo Rosario, son prenda de seguridad de avance misionero y crecimiento espiritual de cada persona.