viernes, 12 de septiembre de 2025
Economía/ Creado el: 2019-09-05 02:54

Sector del mueble no reacciona, ¿se apoltronó la desaceleración?

Los fabricantes de salas, comedores, alcobas y otros bienes que vienen de la madera aseguran que las ventas siguen, en casos puntuales, por debajo del 50 por ciento. Aumenta reparación de muebles.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | septiembre 05 de 2019

 

Posiblemente el debate que suscitó la eventual desaceleración de la economía en Colombia entre el Banco de la República y el gobierno no se constate en las meras tesis estatales, el asunto se escucha y se ve por fuera. Para muchos la caída en las ventas es un indicador alarmante que pone a muchos a pensar porque para el caso de los muebles no pocas empresas cerraron sus puertas para siempre, recordando el bello tema “Las Acacias”. Hay firmas, y en otros sectores de la producción, que reportan contracción de la demanda interna y una tendencia de adquirir muy por debajo de los índices históricos porque en opinión de varios, en Colombia se perdió el poder de compra, como quien dice que los trabajadores no ganan suficiente porque lo que les llega por hacer parte de la fuerza laboral no alcanza ni para cubrir las necesidades más básicas.

Colombia sigue en una senda poco grata porque su crecimiento continúa siendo lánguido, amén de las fiestas que se hacen en algunas esferas ya que ven el tres por ciento casi de siempre como una variable de crecimiento suficiente, lo malo es que no se observa el devenir ni la coyuntura, hoy el mundo puede estar haciendo un ingreso poco grato a una desaceleración de los mercados, que según los más versados puede llegar con cargo a la guerra comercial entre Estados Unidos y China. El tema es ¿cómo estamos?, ¿si llega una recesión o crisis mundial de la economía, estamos vacunados?, ¿el déficit en cuenta corriente nos puede condenar?, ¿estamos listos para afrontar un desplome?, en fin, preguntas hay muchas, pero respuestas muy pocas lo cual alimenta ese contexto de incertidumbre que tiene a más de uno bailando en una pata.

En un recorrido por el sector que se hizo mucho fácil por la Feria del Hogar en las instalaciones de Corferias pudimos constatar que hay líos con las ventas, pero igual que los productos suntuosos como algunos tipos de cama y colchón siguen dinámicos, o por lo menos conservando a sus clientes gracias a la calidad, confianza y fidelidad.

Al buscar muebles de calidad y a unos precios relativamente cómodos, muchos recomiendan ir al eje del mueble en Bogotá por excelencia, al barrio Doce de Octubre, sector que logró extenderse hasta los barrios Gaitán y San Fernando y en donde hay más de 1.200 empresarios con todo tipo de oferta, variedad y presupuesto. Eso sí la calidad de producto fabricado en este punto de la capital es, como dicen los más exigentes, a toda prueba.

Este barrio que nació con la localidad de Barrios Unidos en 1950, en esos momentos turbios de la política y el orden público pues era el tiempo de las pandillas, de los reclamos y de los todavía lamentos que desprendían de aquel terrible 9 de abril cuando con el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán, estalló el “Bogotazo”. A dos años de ese insuceso, las invasiones de la Bogotá rural, esa de las haciendas San León, hoy barrio Los Alcázares, y otras como la del ex presidente, Miguel Abadía, así como Quinta Mutis de propiedad de los hermanos Dominicos y la enorme hacienda El Salitre propiedad de José Joaquín Vargas, fueron tomando un orden urbano y comunitario que le dio expansión a ese dinámico sector en el noroccidente de la capital.

Hace 25 años la señora Ligia Rojas, nacida en Guachetá, Cundinamarca, y el señor, Carlos Macías, un valluno de pura cepa nacido en Alcalá, optaron por dedicarse a una pasión y a un arte que tenían en las venas. Ellos con mucho ímpetu y deseo de progresar le dieron vida a la fábrica de muebles Avanti, que si bien partió de ceros, fue creciendo por el talento en fabricación y diseño, pero igual por esa característica de muy buenos vendedores.

En charla con Diariolaeconomia.com, la hoy propietaria de Muebles Avanti, Mary Bermúdez, aseguró que actualmente resulta muy difícil hacer empresa en Colombia porque hay temas como los impuestos, el IVA, la competencia, que es mucha, sin dejar de lado que hubo mucho padecimiento con los muebles traídos de China, de tan regular calidad que muchos empresarios que compraron estos enseres se quedaron con el inventario porque la gente notó que el producto no era bueno y que no reunía las calidades ni ofrecía garantías como sí pasa con los muebles hechos en Colombia.

Aseguró que hay una contracción en la economía que se refleja en una alarmante caída de las ventas pues al hacer la comparación con 2018, los despachos en lo corrido de este año dejan ver caídas en algunos meses que oscilan entre el 50 y el 60 por ciento, situación compleja que refleja la dura situación del país, pero que igual invita a sostener un mercado para salvar puestos de trabajo y una marca consolidada.

 “Las ventas del año pasado fueron complicadas, muy difíciles, pero con todo y eso, a partir de julio, mejoró la situación hasta noviembre, sin embargo de diciembre hacia los primeros cinco meses de 2019 el contexto fue nuevamente de dificultad.

Tan solo en mayo hubo un mejor comportamiento, pero las compras en los colombianos han mermado de manera importante”, declaró Mary Bermúdez.

Vender sobre diseño

El tema se ha puesto tan difícil que los fabricantes de muebles ya no fabrican para vender y acumular inventario y pérdidas sino que venden para fabricar, es decir sobre diseño porque los clientes llegan con una idea en la cabeza y buscan que los maestros de la madera la plasmen, asunto bien complicado, pero que debe hacerse porque igual hace parte del portafolio de la empresa.

Por la situación del sector y por unas ventas sosas que no permiten un generoso flujo de caja, la empresa no invierte como debiera en innovación o en tecnologías, siguiendo con ese formato tradicional y artesanal de manufacturar muebles que generalmente van al mismo segmento de clientes, empero la innovación sí es visible en diseños, tendencias y nuevos estilos, sin dejar de lado las telas y los accesorios. La tendencias, agregó, están en el listado de posibilidades, pero aclaró que usualmente al cliente de Avanti no le gustan mucho esas propensiones en donde se imponen modas como el natural, el blanco, el decapé y los capitoneados como pasa en tapicería, de todas maneras la fábrica maneja una línea que moderniza el mueble.

Una sala de las que fabrica Avanti, con unas calidades exquisitas y para un muy gusto puede costar más de 6.9 millones de pesos que no resulta costosa si se tiene en cuenta que se trata de un mueble nacional que utiliza insumos de la mejor calidad dentro de lo que se cuentan las telas de Lafayette de gama alta y claro está, materiales siempre en madera flor morado, de las más finas que hay.

Cierre de almacenes

Los años de competencia fueron pasando factura y de los cincos almacenes, Avanti se quedó con un solo punto de venta en el sector del Doce de Octubre, ese dinámico sector de los muebles en Bogotá. Hasta hace diez o quince años la factoría empleaba a 50 personas, hoy hay cinco trabajadores que le meten todo el empuje y el compromiso para retomar los buenos tiempos, aunque los de hoy son amables porque por primera vez y en la administración de Mary, la empresa logró llegar con su imponente muestra a la Feria del Hogar, un deseo de años que por fin se cumplió.

 “Desde 2014 las cosas se empezaron a complicar, nos vimos obligados a reducir la empresa, pero la apuesta sigue y por eso estamos en estos eventos porque la idea es seguir creciendo, mostrar calidad y precio porque no descarto que a futuro incursiones en el mundo de las exportaciones, igual es una tendencia y por ello jamás se debe desestimar el mercado internacional, por el contrario hay que alistar todo para cuando llegue la hora, esa opción está ahí, pero hay que reforzar primero el asunto nacional para dar ese gran paso”, apuntó Bermúdez.

Preocupa la guerra comercial

La guerra comercial es una preocupación porque si bien la devaluación tiene frenadas las importaciones, lo cierto es que hace unos seis o siete años hubo una tremenda afectación con la importación de muebles chinos puesto que la gente se lanzó a comprar masivamente esos enseres, castigando duramente al producto nacional que vio cómo se desplomaron sus ventas. Por fortuna vinieron las devoluciones, las exigencias por mayores garantías y al ver la situación la gente volvió a creer en el producto colombiano y reactivó las compras.

Agregó que las empresas hoy están apuradas porque con los niveles del dólar se encarecieron algunas materias primas importadas, una situación difícil para el fabricante porque los componentes importados aumentan el costo de producción.

Actualmente un comedor traído de China puede costar 1.2 millones de pesos cuando el valor real del mismo con calidad nacional es de 3.8 millones que es en madera flor morado, maciza, con dos años de garantía, con servicio posventa y con todas las asistencias, pero que muchas veces se hace de lado porque lo más barato gana la partida, dejando de presente que lo barato sale caro como ya ha pasado.

“Al Presidente de la República, Iván Duque, le pido que nos ayude con el tema tributario porque un IVA del 19 por ciento para nosotros que dependemos de las ventas es terriblemente fatal porque cuando uno cobra dos millones de pesos y le sube cerca del veinte por ciento a un cliente es muy difícil porque se pierde la venta y sí se hace con dinero plástico, igual hay pérdida porque los tributos son demasiado elevados, y ese tema nos perjudica, nos ataca y nos quita competitividad, aspecto que en ocasiones ha sacado gente del mercado porque en ese escenario cobra vigencia la competencia con China y ahí no hay nada que hacer pues no hay acompañamiento, no hay apoyo y caso opuesto se dan las condiciones para que se posicione el producto importado, algo que no se compadece con el esfuerzo de los que fabricamos y generamos empleo”, dijo la empresaria.

En medio de todo, Mary Bermúdez, es una fabricante feliz porque ante tantas arremetidas y tsunamis económicos, de moneda, contrabando o importaciones, sabe que está en el mercado con un excelente producto, con unos espectaculares clientes y con gente que los sigue buscando lo cual demuestra que hay armas para competir y reduce a cero los miedos, sencillamente porque la empresa sabe el tipo de producto que maneja.

Otro factor que juega a favor de la industria nacional del mueble es que hay unos artesanos de la madera muy reconocidos, ello expresado en una carpintería de lujo y en unos tapiceros que generan orgullo. A lo anterior se suma un número importante de diseñadores y de fabricantes que como Avanti siempre al consumidor con los mejores acabados y con unos muebles hechos para disfrutarlos y mostrarlos porque como dice, Mary Bermúdez, el arte se exhibe.

Diseño especial

Un segmento que se mueve de manera interesante es el mueble de diseño especial porque hay grandes almacenes que no manejan el negocio, lo que no sucede en Avanti en donde el cliente se va con el mueble que quiere y con el que sueña, no con el que le toca.

Otro llamado la hizo la empresaria a las grandes superficies y almacenes que comercializan muebles en Colombia pues lo ideal sería que lograran un acercamiento con los industriales nacionales de la madera para poner en exhibición y venta muebles nacionales, dejando de lado esa tendencia importadora que tanto lesiona a quién hace su tarea de la mejor manera. Esa propuesta de llegar a esas plataformas gigantes, comentó, sería importante si se lograran concretar a precios justos en donde todos ganen porque hay unas plataformas que remuneran muy mal el producto, quedándose con un esfuerzo ajeno que lesiona a los fabricantes más pequeños.

“La idea es crecer y superar lo que hicieron mis padres porque nosotros como empresarios nacimos, crecimos y casi que nos morimos a edad temprana por culpa de tanta carga tributaria y coyunturas por las que ha pasado el país”, dijo.

En Colombia la gente compra de todo, pero es bueno decir que hay épocas para algunos muebles, razón por la cual en algunos tiempos se venden más alcobas, en otros salas y comedores, pero lo cierto es que al colombiano le quita el sueño estrenar y es allí en donde clientes como los pensionados se hacen importantes en la compra de muebles porque cuando deciden una compra, siempre se llevan lo mejor.