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Panorama/ Creado el: 2019-02-12 12:25

Salud mental un imperativo común

El tema de la Salud Mental fue magistralmente  tratado por nuestro invitado el Sicólogo  Federico Barreto Presidente del Capítulo Huila del Colegio  Colombiano de Sicólogos este pasado martes.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | febrero 12 de 2019

Por German Liévano

La impactante noticia del suicidio de la madre soltera saltando al vacío aferrada de su hijo en Ibagué aterrorizó al mundo y a Colombia. Qué clase de diabólico sentimiento se apodera del alma desesperada de una bella joven que además  tenía familia y educación universitaria?

Un problema de dinero o de relación de pareja o de salud o cualquiera que fuera podría justificar tan horrenda conducta? Cuándo se pierde la razón? Cuándo se nublan las neuronas conectoras de conciencia y realidad? Es decir, cuando es que se pierde la salud mental y llegan las aberrantes conductas que nadie entiende  ni justifica?

El tema de la Salud Mental fue magistralmente  tratado por nuestro invitado el Sicólogo  Federico Barreto Presidente del Capítulo Huila del Colegio  Colombiano de Sicólogos este pasado martes. El primer gran aporte fue la explicación  en que consiste la salud mental que antes se consideraba innata a la salud física cuando antes predominaba la concepción biológica de la salud.

La gran innovación conceptual fue establecer con la OMS que  “la salud mental es un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad…”.

Esta definición integradora permite analizar cada una de sus variables y por ende, entender cuando se da un trastorno mental. La descripción de que lo que se observa es apenas la punta de un iceberg significa que en la base escondida se encuentran múltiples factores que van desde el ámbito familiar y social hasta los factores socioeconómicos y biológicos.

Todas estas experiencias generan un substrato que debe permitir que el individuo tenga seguridad de sí mismo cuando se trate de afrontar y resolver los múltiples problemas que se encuentran en el día a día y así podrá ser productivo. En una Encuesta Nacional de Salud Mental realizada en el 2015 se encontró que en general por encima del90 % de los encuestados percibían que se encontraban en un estado de felicidad alto y suficiente que a medida de la edad y  en especial dentro del género femenino y población pobre va disminuyendo progresivamente.

En un país con tanta desigualdad y tanta pobreza no entiende uno que es lo que la población percibe como felicidad. Y más podría interpretarse la felicidad como la adaptación a la cotidiana realidad. Pero es impactante comprobar que en nuestro departamento del Huila existen altas tasas de suicidio y trastornos mentales  por encima de los promedios nacionales por cada 100 mil habitantes siendo Arauca (15,77), Quindío (10,65) y Huila (7,21) las tres regiones con más suicidios en los últimos tres años. Pero quizás lo más preocupante son las altas tasas de suicidios en población campesina: Palestina (38,02), Rivera  (22,98), Salado blanco (19,56) Santa María (19,39)….Y además la afectación de los jóvenes menores de 18 años es aún más preocupante.

En los cuatro últimos años el promedio de suicidios en el Huila oscila entre 50 y 60 por año y de ellos más de diez son menores de edad. Estas estremecedoras cifras nos obligan a analizar todo ese conjunto multifactorial de familia, escuela, comunidad, recreación, consumo de sustancias psicoactivas, etc que son la sumatoria de variables que llevan a un individuo a estar capacitado para afrontar los problemas y desafíos que a diario se nos presentan. Pero es que además del suicidio hay otras cifras igualmente preocupantes en nuestra región como son la violencia intrafamiliar y de género, el abuso sexual, el matoneo escolar, la violencia psicológica, etc que Ha llevado a más de 5 300 denuncias en el pasado año con una tasa de 445 casos ´por cada 100 mil habitantes, con un evidente subregistro  habida cuenta de la desconfianza de nuestras gentes hacia el sistema judicial.

Es decir definitivamente estamos ante una sociedad enferma mentalmente y que requiere políticas de estado para su manejo y contención. Y además debemos asumir una vigilancia ante la aparición de los factores de riesgo mayores que puedan llevar a un suicidio o una agresión. Quizás el más frecuente es la depresión que se puede manifestar por cambios de conducta asociados a fracasos sentimentales o escolares o sociales o por violencia pero que en nuestra población  escolar se asocia mayoritariamente a los dos primeros: pareja y escuela.

Así pues debemos montar un sistema de vigilancia familiar para descubrir a tiempo esos síntomas depresivos y esas palabras de autoagresión que surgen a veces sin darles importancia. Y antes que nada pensamos que debería instituirse la cátedra de salud mental en escuelas y universidades  así como se le da importancia a la educación física y deportiva. Nuestro expositor invitado nos informó de los distintos programas que tiene la Secretaria de Salud y otras instituciones que son loables pero insuficientes. Porque como ya se dijo la salud mental es el producto de una serie de variables educativas, familiares, socioeconómicas, etc que no es fácil coordinar y darles rumbo.