jueves, 11 de septiembre de 2025
Salud/ Creado el: 2019-05-02 02:33

Salud mental: el estigma de los trastornos mentales

Las consecuencias negativas del estigma no solo afectan a las personas con problemas y trastornos mentales, sino a quienes los rodean, principalmente sus familiares, por las tensiones e incertidumbre que experimentan.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | mayo 02 de 2019

Según el Ministerio de Salud y Protección Social, en Colombia la Ley 1616 de 2003 define la salud mental como “un estado dinámico que se expresa en la vida cotidiana a través del comportamiento y la interacción de manera tal que permite a los sujetos individuales y colectivos desplegar sus recursos emocionales, cognitivos y mentales para transitar por la vida cotidiana, para trabajar, para establecer relaciones significativas y para contribuir a la comunidad”.

En relación al anterior concepto, es importante tener en cuenta: la forma como nos comportamos y nos relacionamos con las personas y el entorno en nuestra vida diaria es el resultado de la manera en que transcurren las percepciones, los pensamientos, las emociones, las creencias y demás contenidos en nuestra mente, los cuales se encuentran íntimamente afectados por factores genéticos, congénitos, biológicos y de la historia particular de cada persona y su familia, así como por aspectos culturales y sociales.

Del mismo modo, la salud mental es una construcción social que puede variar de un contexto a otro, dependiendo de los criterios de salud y enfermedad, normalidad y anormalidad establecidos en cada grupo social.

¿Qué son los trastornos mentales?

Actualmente no existe una manera biológicamente sólida de hacer la distinción entre normalidad y anormalidad mental, tampoco se conocen claramente todas las causas de los desequilibrios en este campo. Sin embargo, mundialmente se aceptan dos clasificaciones de trastornos y problemas mentales.

Los trastornos y problemas mentales pueden curarse, rehabilitarse o controlarse con un tratamiento adecuado; los medicamentos e intervenciones son cada vez más específicos y selectivos. Suelen definirse de manera específica para cada caso, combinando el tratamiento farmacológico con medidas de rehabilitación socio-laboral, psicoterapias y apoyo familiar.

Sin embargo, son diferentes los estigmas y creencias falsas que surgen alrededor de este tema, se han construido estereotipos fuertemente arraigados en relación con la peligrosidad, incompetencia y falta de voluntad de las personas con trastornos mentales. Principalmente por el desconocimiento sobre la forma de identificar los problemas y trastornos mentales de manera oportuna, su tratamiento y pronóstico.

¿Cómo superar el estigma?

El estigma puede dar lugar a la discriminación; esta puede ser evidente y directa, por ejemplo, si alguien hace un comentario negativo sobre la enfermedad mental o sobre el tratamiento. También puede ser no intencional o sutil, como cuando alguien asume que podría ser inestable, violento o peligroso a causa de la enfermedad mental.

Algunos de los efectos nocivos del estigma comprenden:

  • Resistencia a buscar ayuda o tratamiento.
  • Falta de comprensión por parte de familiares, amigos, compañeros de trabajo u otras persona
  • Menos oportunidades laborales, o para participar en actividades escolares o sociales, o problemas para encontrar una vivienda.

Medidas para sobrellevar el estigma

  • Busque tratamiento: Es posible que se muestre reacio a reconocer que necesita tratamiento. No deje que el miedo a ser etiquetado como enfermo mental impida buscar ayuda. El tratamiento puede brindar alivio mediante la identificación del problema y la reducción de los síntomas que interfieren en la vida cotidiana.
  • No permita dudar de sí mismo: Los estigmas no provienen de los demá Buscar asesoramiento, investigar la afección y conectarse con otras personas que tienen una enfermedad mental puede ayudar a aumentar su autoestima y a sobrellevar la autocrítica destructiva.
  • No se aísle: Si tiene una enfermedad mental, tal vez dude en contárselo a los demá Sus familiares y amigos, a los miembros de su comunidad que pueden ofrecer apoyo. Acuda a personas de confianza.

Las valoraciones de los demás casi siempre provienen de la falta de compresión, y no de información basada en hechos. Aprender aceptar la afección y reconocer lo que debe hacer para tratarla, buscar apoyo y ayudar a educar a los demás puede marcar una gran diferencia.


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