Restaurantes, entran en la tecnología digital o desaparecen: Analistas
Al término del Congreso Nacional de Acodres, esta fue la gran conclusión, pero también quedó la sensación que a los gremios les tocó cambiar el trillado discurso.

El mundo gira, los años pasan de manera inexorable y la vida nos va cambiando con nuevas propuestas, modas y maneras de vivir. En estas épocas de cuarta revolución industrial en donde el mundo digital y la inteligencia artificial se imponen casi como dando órdenes implacables, las empresas de bienes y servicios empezaron a cambiar el chip porque el tema ya no es como pensemos sino como lo considere el que compra, sin duda alguna el gran jefe o patrón.
Escuché y con mucho juicio una conferencia en el , y la verdad, no podía quedar así en el aire, no, hay temas que están dando vueltas en su andamiaje y la era digital indiscutiblemente manda más que los gobernantes, que los tiranos o los que posan de dioses con pedestales endebles y seguidores inanimados. En fin, la robótica, la cibernética, las plataformas, la información y las comodidades vía web llegaron para quedarse, o por lo menos para durar largo rato en un trono binario y en un reinado creado, en este caso, sí, por inteligentes y vanguardistas.
En diálogo con Diariolaeconomia.com, el experto en marketing, catedrático, escritor y CEO de SMRestauranting, Diego Coquillat, dijo que en medio de todos los problemas que la gente y el mundo tienen encima, hay soluciones que literalmente están a la mano en vista que se encuentran en la web, la mejor valla, el mejor y más contundente aviso publicitario y un voz a voz que hace mucho bien a la hora de hacer reingeniería a los negocios, haciendo uso de las herramientas digitales.
Retos digitales
El tema es sencillo, aseguró, quien no esté en las plataformas tecnológicas, aquél que siendo miembro del sector real de la economía como dueño de un restaurante e inclusive como empresario del sector que sea y no esté metido en el reto digital, puede estar firmando con lamentable autenticación su sentencia de extinción pues el mercado es infalible y sacará de circulación a todo aquel que no haga bien su tarea o le haga el quite al sentido común, y eso son las redes sociales sensatez.
"La realidad es una, apuntó, porque la puerta de un restaurante, hoy, no es de madera ni de cristal, es digital."
Dijo que luego de escuchar las circunstancias del sector gastronómico en Colombia no logró sorprenderse porque las quejas y los inconvenientes son los mismos de cualquier lugar del mundo, es decir que los problemas no son muy diferentes y cada país, expuso, tiene una envergadura en ese asunto.
“Ese tipo de circunstancias son propias del sector de restaurantes y desde luego hay aspectos como la digitalización y la tecnologías que nos pueden ayudar a darle un vuelco a todo ese entorno, y que desde luego, teniendo una identidad gastronómica como la tiene este gran país, teniendo una cultura interesante y una suma de muchos valores añadidos en donde entra el concepto digital y el turismo, no muestra más que una apuesta ganadora al cien por ciento, y esa condición y esa opción no la puede dejar escapar Colombia ni nadie en América Latina porque de lo contrario será otro quién tome esa posición”, declaró el muy amable señor Coquillat.
Sostuvo que sin lugar a dudas en la tecnología reposan muchas de las soluciones que Colombia dentro del sector de la hostelería puede encontrar. La realidad es una, apuntó, porque la puerta de un restaurante, hoy, no es de madera ni de cristal, es digital.
El cliente es el importante
Un ítem importante y que no se puede perder de perspectiva, agregó, es que los restaurantes y los grandes, medianos y chicos empresarios de la gastronomía deben asumir que hoy el dueño no es quien compra y adecua una carta o un establecimiento sino quien visita, pide y paga, ahí, dijo está el secreto del éxito, porque si al que deja su dinero no se le mira con el relieve que merece, no habrá negocio que tenga prospectiva.
En su opinión todos los restaurantes tienen un montón de jefes que son sus clientes porque ese comprador hoy tiene medios digitales que le dan un poder enorme, en algunos casos, inclusive, mal utilizados.
“Hay que entender que la comunicación de hoy no la hace el restaurante, la está haciendo el cliente quien es que narra su propia, y si eso es llevado a positivo y se logra gestionar, será la mejor base para captar y fidelizar nuevos clientes. El hecho de gestionar esa reputación online es absolutamente fundamental en el sector para conquistar algunos clientes porque si yo hago hoy un comentario sobre un restaurante en Bogotá, seguramente ese concepto podrá influir en una persona de Madrid en España que dentro de un mes estará en los manteles del comedor bogotano, y todo por esa conexión que permite cuidar, gestionar y promover la reputación a través de las propinas digitales, expresadas en comentarios y opiniones es un aspecto absolutamente fundamental para lograr posicionamiento y abrir las más herméticas puertas digitales”, apuntó el experto.
De la mano de la tecnología
Las cifras no mienten y el uso de plataformas está mostrando que en los restaurantes el cambio llegó para afianzarse. El sector de restaurantes en España paso hace diez años de 250.000 opiniones a más de 10 millones de opiniones por el entorno digital.
Coquillat consideró que no hay ningún sector en el mundo que genere mayor contenido digital por parte de sus clientes que la gastronomía, dato que está muy por encima de cualquier otro frente productivo porque para el capítulo hostelería, el comentario es algo que hace parte del entorno porque a la gente le gusta compartir.
El CEO Reflexionó sobre ese aspecto y dijo que si los empresarios son capaces de poner ese activo intangible en valor y si pueden sumar reputación online, tanto de país, de ciudad, de industria, de gremio y de restaurante en sí, la apuesta será ganadora y ese feliz resultado no admite la mínima duda porque es el cliente el que está contando la historia de un sitio o de un lugar en donde vive experiencias lo cual genera y estrecha lazos de fidelidad y de credibilidad enormes.
Al preguntársele sobre el lamentable desperdicio de la llamada cuarta revolución industrial, Coquillat manifestó que después de observar toda el despilfarro y la falta de aprovechamiento de la red, se puede concluir que muchos en la región no han llegado ni siquiera a la segunda revolución industrial luego de ver la realidad y de hacer la comparación con Europa y puntualmente con España.
Cuidar las franquicias
Sobre la salida de franquicias de comida y la salida de restaurantes para otras latitudes ante las dificultades o la precariedad a la hora de hacer las cosas, o trazar la estrategia, el tema es lamentable y doloroso porque esos son trenes que cruzan y no vuelven otra vez con lo cual urge tomar medidas necesarias, empezando por las propuestas que surjan del gobierno para accionar y sacar los buenos propósitos adelante.
Comentó que notó en las personas del gobierno, empezando por el ministro de Comercio, una predisposición muy buena por impulsar el sector gastronómico desde lo digital y desde luego, estimó, este es un tren que ni Bogotá ni Colombia pueden perder porque realmente se está hablando de posicionar un mercado que crece en todo el mundo como es el turismo gastronómico y que es de lejos un nicho de mercado único y diferencial en donde hay oportunidades necesarias para el bienestar del país y de los colombianos.
El crecimiento del turismo en Colombia y las mayores visitas de extranjeros, precisamente obedecen a ese auge de las redes sociales en las cuales se muestran destinos, platos y costumbres y justamente es allí en donde la gente toma decisiones, para el CEO, no admite discusión que el boom de las redes le dio una mano importante a Colombia que es por sí mismo un destino espectacular.
“Muchos turistas posiblemente no vienen a Colombia por la comida, pero la van descubriendo y una buena mesa genera la posibilidad de posiblemente retornar al país para experimentar de nuevos las buenas sensaciones gastronómicas y por eso es determinante poner en valor la gastronomía y la cultura porque es un recurso único. En el turismo suelen copiarse muchas cosas, pero este tipo de recurso no se puede clonar porque se requiere de la esencia que para el caso de Colombia es muy particular, consolidándose como un recurso que se debe explotar”, afirmó el escritor.
Innovación
La tecnología es tan contundente, aseveró, que a la hora de hablar de innovación en los restaurantes, el punto no es como potencio la carta sino como le saco todo el provecho a red y de qué manera. La experiencia, explicó Coquillat, ya no es solamente presencial sino una inspiración digital porque la gente está buscando información y el hecho de ser fácilmente localizable, facilitará la conexión y las mejores ventas, más cuando el producto es bueno, el destino óptimo y la atención única, empero, todo eso hay que transmitirlo y allí salta a esa palestra estratégica el voz a voz y el “cacareo” de lo bueno en la red.
El tema es crudo para los restaurantes porque el mercado habla por sí solo y hace sus advertencias, es decir si la atención y oferta de servicios online no está en pleno vigor, muchos van a salir de la industria, es algo fuerte y terrible, pero es una situación cierta que no admite aplazamientos o dilaciones. El presagio, así suene dramático y apocalíptico, agregó, es real porque en España está pasando ya que los restaurantes que no entendieron el modelo tuvieron que cerrar y ello porque el cliente busca la calle más importante en la península Ibérica y en el mundo, y esa calle es la Internet.
El propósito es ir a la red, aprender de los negocios digitales porque si no se cierra el negocio, de todas maneras las cosas se complicarán y a eso hay que agregarle que mientras algunos se rezagan, otros van de manera eléctrica haciendo todo tipo de adecuaciones y adelantos. Esto, dijo Coquillat, no es una decisión, es una apuesta firme y contundente para poder entrar en unos canales que brindan entre otras cosas, una apertura internacional, es decir todo está dispuesto para ganar, pero al menor descuido, igual todo está listo para salir, pero esa no es la idea muy seguramente.
Otro cambio que está llamado a hacerse en Colombia y en todas las latitudes es el cambio en el discurso porque hay voces agrupadas que pecan en reiterar las mismas quejas, los mismos malestares y las mismas peticiones. El ya gastado cuento de la informalidad pasó de moda, se quedó congelado en el tiempo y lo que no ven muchos es que hay que atacar menos y generar recursos atractivos para que todos logren legalizarse que finalmente ésta será una propuesta arrancada de la lógica.
Desde su análisis, y teniendo en cuenta a través de la historia hubo empresarios y comerciantes de gran tamaño, mediano y pequeños, todos con distintas posibilidades, manifestó que no se trata de estrangular al ilegal ni nada que se le parezca ya que la solución la da una simple propuesta de valor para migrar a la legalidad. Además, escribió, hay un problema global porque en todos los países siempre va a haber un porcentaje de gente no se va a legalizar por diferentes circunstancias o motivos, pero indicó que la gran meta está en enamorar a la gente, a la gremialidad para que una vez unida, contribuya en la solución de los grandes problemas y una cosa que no se puede negar es que el gremio de la hostelería es muy atomizado porque si bien hay muchos, son demasiado dispersos y el restaurante grande no quiere estar con el pequeño y a su vez el pequeño no sabe para qué son tantas cosas, y ello, estimó el experto, obliga a generar esa propuesta de valor y hacerle ver al que está por fuera que es perentorio legalizarse y estar al amparo de una gremialidad.
Un aspecto adicional que trajo a colación el CEO, es que hay un problema que radica en la falta de educación y no una educación cualquiera sino esa que lleva a las personas por los caminos consecuentes y que les dice que en los entornos hay deberes y derechos que no se pueden omitir, es decir, la cultura de pagar las tarifas es urgente porque no se puede alardear de ser nacional de un país u otros, si no tiene claro que las cosas cuestan y que hay que pagar por ellas, así no haya mucha simpatía por el destinatario de los recursos, es un tema de valores.