Las implicaciones de las horas extras
Hoy una hora de trabajo para una persona que devenga el salario mínimo vigente cuesta 2.567 pesos.

Luego de que el ministro de Trabajo, Luis Eduardo Garzón, durante la reunión de la Comisión de Concertación de Políticas Laborales y Salariales, propuso ayer a los empresarios y a los sindicatos resucitar el pago de horas extras a partir de las 8 de la noche, los gremios y académicos le salieron al paso al Ejecutivo rechazando la iniciativa debido a que se ve afectada la rentabilidad de las empresas.
Por otro lado, algunas centrales obreras dan su aval a esta idea ya que, argumentan, la generación de nuevos puestos de trabajo no se vería perjudicada.
Garzón explicó durante la reunión de la Comisión que “el recargo y las horas extras no se toman en cuenta para el ingreso base de la cotización para el pago de aportes a las cajas de compensación”. Esto quiere decir que las empresas harían sus aportes teniendo en cuenta una jornada diurna —que hoy día comienza a las 6 a.m. y termina a las 10 p.m.— que pasaría a ser de 6 a.m. a 8 p.m.
Hay que tener en cuenta que hace 12 años, antes del Gobierno Uribe, las horas nocturnas comenzaban a las 6:00 p.m.
De esta forma, esta iniciativa que fue bandera en la campaña de la relección del presidente Santos, beneficiaría a 6 millones de trabajadores que perdieron ese derecho con la Ley 789 de 2002, promulgada durante el primer mandato de Álvaro Uribe Vélez.
La propuesta beneficiaría a cerca de 5,3 millones de trabajadores formales (de un total de 21 millones de activos) que cuentan con seguridad social en pensiones, según cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
¿Por qué no están de acuerdo?
Rafael Mejía López, presidente del Consejo Gremial Nacional (CGN), señaló al ministro de Trabajo y a las centrales obreras que gremios del país como por ejemplo la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) y la Asobancaria no están de acuerdo.
“Todo esto va en contra de la rentabilidad de las empresas. Además, hay que tener en cuenta que el Gobierno radicó una reforma tributaria. La propuesta es perfectamente descabellada en este momento”, sostuvo el dirigente gremial.
Y aunque la propuesta para darle un giro a la reforma laboral de 2002 está sobre la mesa, pero no ha sido presentada aún al Congreso de la República, el presidente de la Confederación Unitaria de Trabajadores (CUT), Luis Alejandro Pedraza, sostuvo que la iniciativa aún es “desconsiderada con la conquista laboral que los trabajadores tienen de las ocho horas de día ordinario. A partir de las 8 de la noche es tiempo extra en cualquier parte del mundo. Nosotros entendemos eso como una iniciativa para mantener, de todas maneras, la pérdida de un derecho que los trabajadores tenían”.
Lo que costaría cada hora nocturna y las dominicales
Hoy, una hora de trabajo para una persona que devenga 616.000 pesos mensuales (el salario mínimo vigente), cuesta 2.567 pesos y si se suma los 1.925 pesos del recargo nocturno, el precio de esos 60 minutos sube a 4.492 pesos.
Trabajar los domingos y festivos no es algo que muchos harían si estos no implicaran ingresos salariales extras. Con la Ley 789 de 2002, el recargo para estos días se redujo del 100 por ciento al 75 por ciento por hora trabajada.
Para la mayoría de los empleados que viven con un salario mínimo, un día de 8 horas de trabajo (lo permitido legalmente), dejó de costar 41.172 pesos y se redujo a 35.936 pesos.
Uno de los mayores errores en los que se ha incurrido al hablar de la jornada laboral es decir que se van a volver a implementar las horas extras, cuando estas nunca fueron eliminadas.
En este punto es indispensable conocer que un trabajador, sin importar su cargo, puede hacer máximo dos horas extras al día y 12 a la semana. Además, las empresas deben solicitar un permiso especial al Ministerio de Trabajo para poder implementar las horas extras.