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Política/ Creado el: 2014-09-03 09:33

Las deudas del contratista de la sede del Concejo de Neiva

Julián Andrés Santofimio Riveros es el representante legal de la Unión Temporal Fuentes y Rodríguez, la firma contratista que no ha entregado las obras de las nuevas instalaciones del Concejo.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | septiembre 03 de 2014

Hace meses no contesta el teléfono celular y sus deudas van desde el arriendo de un apartamento, hasta $2 millones que su empleada del servicio le prestó.

 

INVESTIGACIÓN DH

Diario del Huila, Neiva

Muy cerca de finalizar el año 2011, la Administración Municipal de Neiva celebró un contrato de obra (número 860) con la Unión Temporal Fuentes y Rodríguez. El objeto era realizar la construcción de la fase II y arreglo de las instalaciones eléctricas y obras civiles complementarias de la nueva sede del Concejo de Neiva.

El documento está firmado por el entonces jefe de la Oficina de contratación del Municipio, Euclides Dussán García, y Jhon Fredy Quintero, representante de la Unión Temporal Fuentes y Rodríguez. El valor tasado ascendía a $822’307.753 y el contratista se comprometía a ejecutar la totalidad de las obras en tres meses a partir de esa fecha.

Es decir que según esos cálculos los trabajos debieron estar listos en marzo de 2012 ya que el contrato fue celebrado el 29 de diciembre de 2011, tres días antes de finalizar el mandato del alcalde Héctor Aníbal Ramírez Escobar. El nuevo gobernante local, Pedro Suárez, debió haber recibido esas obras al inicio de su periodo.

 

No cumplió los plazos

Pero el compromiso no se cumplió y un año después, el 7 de diciembre de 2012 a la misma unión temporal se le firmó el “adicional” 01 al contrato 860 por $372’644.963. En ese momento cambiaron las dos firmas del documento: el jefe de la Oficina de Contratación era Carlos Fernando Puentes Ramírez y el nuevo representante legal de Fuentes y Rodríguez era Julián Andrés Santofimio Riveros, con cédula de ciudadanía 9.434.196 de Yopal (Casanare).

Aunque en el contrato aparecen dos plazos para la entrega de las obras, uno por siete meses y otro por 180 días, ninguno se cumplió y hasta la fecha no hay actas ni de entrega de la sede del Concejo de Neiva ni de la finalización de las obras, como lo denunció ayer DIARIO DEL HUILA en un informe especial.

El adicional 01 al contrato 860 tiene fecha del 7 de diciembre de 2012 y debió terminar en junio o julio del año pasado. El propio director del Departamento Administrativo de Planeación Municipal, Óscar Eduardo Bermeo Peña, reconoció que “la interventoría del citado contrato se encuentra realizando el control de las actividades contractuales para finiquitar el acta de recibo de obra final, los cuales se están llevando a cabo los correctivos en el sitio para el recibo a entera satisfacción y así proceder a realizar el acta de liquidación final del contrato en comento”.

 

Deudas y más deudas

El problema es que el contratista, Santofimio Riveros, no da la cara hace ya varios meses. Este medio de comunicación conoció que quedó debiendo por lo menos cuatro meses de arriendo, que la empresa Ferroacabados y Diseños de Colombia SA lo demandó al parecer por un “cheque chimbo” por más de siete millones de pesos y su empleada del servicio le prestó $2 millones que no le ha cancelado.

Con documentos en mano el propietario del apartamento 402 del Conjunto Multifamiliar Acrópolis, en el norte de Neiva, el señor Alberto Rozo Bernal, demostró que el representante legal de la Unión Temporal Fuentes y Rodríguez le quedó debiendo varios meses de arriendo y los servicios públicos los alcanzaron a cortar.

“Este año Julián Andrés Santofimio no me canceló puntualmente ningún mes de arriendo. Es más, me quedó debiendo cuatro meses, es decir, unos $3 millones. Los servicios públicos fueron suspendidos y la deuda también es grande”, añadió.

Para que le devolviera el apartamento, Rozo Bernal tuvo que autorizar a Santofimio Riveros para que sacara sus enseres: un televisor de pantalla plana, una cama de lujo y un horno microondas.

“Cuándo él habló conmigo para arrendar el apartamento yo le pedí garantías para el pago y me dijo que no era de acá, pero que tenía un contrato de obra con la Alcaldía de Neiva. Yo creí en su palabra y lamentablemente me dejó con deudas”, agregó el propietario del apartamento.

 

No contesta el teléfono

DIARIO DEL HUILA intentó ponerse en comunicación con el representante legal de la Unión Temporal Fuentes y Rodríguez, pero no contestó el teléfono. De hecho, el señor Alberto Rozo lo llamó y tampoco respondió.

“Para que me responda a través de mensajes de texto tengo que llamarlo muchísimas veces y me doy a la tarea de hacerlo. Él me escribe que ya está en el banco, que ya va a consignar, que hoy me ‘arregla ese problema’ y nunca me cumple”, agregó.

Los compromisos económicos de Julián Andrés Santofimio son tan diversos que tiene multas de tránsito desde el año 2005. Son seis en total, cinco en Yopal y una en Neiva. Suman un poco menos de $3’500.000.

La primera multa fue el 20 de octubre de 2005 en Yopal (Casanare) por $410.488; la más costosa fue en el mismo municipio el 23 de marzo de 2012 por $1’290.700; y la más reciente tuvo lugar en Neiva, ciudad donde incumplió el contrato de la nueva sede del Concejo, el 17 de agosto de 2013 por $355.374. No ha cancelado ninguna.

La Unión Temporal Fuentes y Rodríguez, de la que Santofimio Riveros es el representante legal, manejó en total $1194,95 millones para ejecutar el contrato de la fase II de la nueva sede del Concejo de Neiva, que incluía obras civiles y arreglo de las instalaciones eléctricas.

Sin embargo, lleva meses haciéndole el quite a la Alcaldía de Neiva y a sus acreedores que lo llaman todos los días para que responda por las millonarias deudas que tiene: arriendo, servicios públicos, dinero, una demanda por un cheque sin fondos y hasta una cama que no quiere devolver.

 

“Él es un sinvergüenza, él no paga”

Leider Yaneth Medina Rodríguez, la empleada de Julián Andrés Santofimio Riveros, también se quejó por el incumplimiento del ingeniero contratista de las nuevas instalaciones del Concejo de Neiva.

Ella lo demandó civilmente. Ya le embargaron los pocos bienes que tenía. Aún debe muchos cánones de arriendo y hasta una cama que no quiere devolver.

 

¿Cómo lo conoció?

Yo le trabajaba a él en el apartamento. Hace tres años  lo distingo, él cuando llegó a Neiva llegó donde una señora llamada Edith y yo le trabajaba a ella, por eso lo conocí

Yo empecé lavándole la ropa, haciéndole las cosas del apartamento, un buen día en febrero, nosotros todavía estábamos trabajando, y él me dijo que necesitaba una plata. Nosotros teníamos unos ahorros y yo le dije que sí, que se los prestábamos y a hasta el sol del hoy.

 

¿Cuánto le prestaron?

Dos millones de pesos.

 

¿Usted le trabajaba a él?

Sí, a él yo le lavaba la ropa, a iba cada ocho días a arreglarle el apartamento.

 

¿Por qué se los prestó?

Yo se los presté porque yo veía que manejaba muy buena plata. Eso eran parrandas con ‘viejas’. Cuando vivía detrás de una clínica, la dueña le pidió el apartamento porque comenzó a quedarse en el arriendo, también se le llevó una cama que no se la ha pagado y se fue para Acrópolis. De allá también me dio llaves porque yo manejaba las llaves del apartamento de él.

 

¿O sea que usted le prestó los ahorros?

Yo no tenía la plata cuando él me dijo y se fue a las nueve de la noche para Tello, donde mi mamá, a recoger la plata.

 

¿Usted nunca vio algo raro en él?

Yo veía que era mentiras sobre mentiras. Cuando yo estaba haciendo aseo lo llamaban y decía no es que estoy en el banco o en la obra y estaba realmente en el apartamento. Yo ya le había prestado la plata.

 

¿Del trabajo que usted le realizó le cumplió con el pago?

No, porque yo le decía: ‘bueno, hasta que no me pague no le devuelvo la ropa’. Y él me decía: ‘pero es que no tengo para el jabón’. A una cuñada (Yolanda) que trabajó en el apartamento también le quedó debiendo de trabajo que ella realizaba.

Al apartamento iban obreros y se hacía negar. Iba cantidad de gente a cobrarle, y como yo tenía acceso a las llaves se hacía negar cuando yo lo buscaba. Una vez fui a buscarlo y un costeño salió y me dijo que no estaba, yo le dije que iba a hacer aseo y fui entrando y él estaba escondido en el baño. Varias veces lo traté muy feo. Yo le dije: usted fue mi jefe pero eso no se hace. Usted sabe que los ahorros que yo tenía eran para la cirugía que me hicieron, que me costó cinco millones de pesos y ahora me tocó pagarlos a interese y él con la plata ahí.

 

¿Cuánto va en intereses?

Desde enero, y no me ha pagado ningún interés. El sábado recibí una llamada de él y me dijo que como yo tenía acceso de las llaves, que le faltaba un Nintendo, que le costó como un millón de pesos. Yo le dije vea ingeniero, vayámonos por las buenas, quédese con los interese pero deme el capital, porque estoy muy necesitada por la cirugía, que sí, dijo que el lunes me llamaba, pero mentiras, no llamó y hoy le timbré (martes).

 

¿Usted conoció a otras personas a las que les quedó mal?

Él me presentó al doctor Álex Fernando Osorio y él me ayudó en un caso con un abogado. Él trabaja allá también en la Alcaldía, un día yo fui y hablé con el doctor Álex y le dije que si él se hablaba con el ingeniero que yo necesitaba la plata. Me dijo: ‘mire mijita, a mí me dejó endeudado en Homecenter, me tocó pagar porque fui el codeudor. De ese tipo ni me hable’. Y eran amiguísimos.

Conozco el caso de doña Edith, la dueña del apartamento, que le quedó debiendo una cama y el de la ferretería que me dijeron que él fue y le dijo a la niña que  le iba a dejar unos materiales y la niña se los soltó y ahora la muchacha está pagando ese crédito. Él también trabajaba con otro muchacho y a otras personas de esa familia les quedó debiendo una plata.

 

¿Usted cree que él le va a pagar?

Él es un sinvergüenza, él no paga. Según tengo entendido son bastantes los casos que tiene que le debe a la gente: a obreros, los celadores lo dicen. El cuento era que por la Ley de Garantías no pagaba, que en Yopal tenía una obra y que con eso me iba a pagar, pero nada.