El hombre detrás del candidato
Los lentes de Sergio Younes, esos que utilizó desde niño, ya no reflejarán los paisajes de la tierra opita, el rostro de sus gentes y la sonrisa de su madre. El candidato a la Cámara, por el partido de La U, falleció cuando se dirigía al sur del Huila, para hacer lo que más amaba: política.

Sergio Younes era una de las propuestas jóvenes de la política regional, su recorrido como líder remonta desde sus primeros años de juventud, lo que lo posicionó como una de las promesas del ejercicio democrático. Muchos lo recuerdan como estudiante destacado en el Gimnasio La Fragua, representando a sus compañeros en sinnúmero de ocasiones o por sus interpretaciones con su banda de rock, tocando la guitarra o la batería. Cultivando después otros intereses musicales como el acordeón o el canto, dotes que afloraban en las fiestas comunales o parrandas de amigos a las que asistía ocasionalmente.
También lo describen como joven crítico en la Universidad Externado, de puntos de vista más sólidos y profundas discusiones sociales; más tarde miembro principal del consejo directivo y especialista en Derecho Público, Ciencia y Sociología Política de la misma universidad.
De su madre Ana María Rincón, conocida gestora cultural, heredó el empuje, el dinamismo e incluso lo ′terco′. Huérfano de padre desde los 17 años a causa de la violencia, Younes maduró con prontitud, convirtiéndose en un hombre consagrado a su núcleo familiar y de grandes instintos protectores. Más allá del clásico rol de hijo, Sergio se convirtió en el principal apoyo para su mamá y sus dos hermanastros en Barranquilla, a los que les financiaba el estudio y otros gastos. Nunca descuidó a ninguno de sus seres queridos, incluyendo a sus amigos, para los que fue siempre sinónimo de amparo y confianza.
“Quiero ser presidente”
La organización y entrega desmedida al trabajo, le permitieron ser asesor jurídico en el Fondo Nacional para la Defensa de la Libertad Personal, donde se dio a conocer como un amante de las causas sociales y un comprometido total con la paz en Colombia. Fue columnista en el DIARIO DEL HUILA y el periódico La Nación, apreciado catedrático de Historia Económica y Política de Colombia Siglo XIX de la facultad de Ciencia Política de la Universidad Surcolombiana y se convirtió en el diputado más joven de la Asamblea Departamental además de alcanzar una de las votaciones más altas en la historia del Huila, para dicho cargo.
Su gran carisma lo postulaba como representante seguro a la Cámara y desde pequeño él mismo afirmaba “Yo quiero ser presidente, voy a ser presidente”, la política era su principal pasión y siempre se mostró seguro ante sus colaboradores, con los que trabajaba hombro a hombro hasta altas horas de la madrugada. Marco Ramírez, su amigo de años y jefe de prensa de campaña, recuerda haber visto por última vez a Sergio a eso de las tres de la madrugada del viernes, un día antes de la tragedia: cansado por la dura jornada, el candidato fue vencido por el sueño. Marco lo convenció de parar la reunión e irse a la cama, lo acompañó hasta el cuarto donde retiró del rostro de Sergio aquellas gafas características, sin saber que a su amigo le esperaba pronto un descanso eterno.
También recuerda el gran sentido del humor que acompañaba a Younes. En reuniones privadas solía, después de entrar en confianza, imitar a personajes de la vida política, gracias a su gran capacidad de observación y detenimiento para los detalles. Entre su repertorio ingresaban Jorge Eduardo Géchem, Hernán Andrade, Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos, Carlos Ramiro Chávarro y Rodrigo Villalba. La gentileza y cordialidad se volvieron rasgos característicos de su personalidad, siempre con un tono amable respondía incluso a los improperios de algunos oponentes, conservando la compostura.
Murió próximo a cumplir los 30 años, dejando no solo proyectos inconclusos, también un gran vacío en el corazón del departamento. Sin embargo, la promesa no muere, sus seguidores y la gente que lo conoció no quiere renunciar al sueño que Younes compartió con ellos. Varias voces piden que sea Ana María Rincón, su madre, la que asuma con la fortaleza que la identifica, aún en medio del dolor, la campaña de Sergio, que sea ella la que continúe con su legado.