“Las Farc quieren la paz desapareciendo a la oposición”
La polémica representante a la Cámara por Bogotá, María Fernanda Cabal, integrante del Centro Democrático, habló con DIARIO DEL HUILA sobre el panfleto amenazante que llegó a su correo electrónico. Sostiene que no es de las que se victimiza y que el Gobierno se dedicó a perseguir a la oposición y no a los criminales que han acabado con Colombia.

¿Cómo llegó a sus manos el panfleto amenazante de las Farc?
El panfleto me llegó por correo electrónico e inmediatamente lo puse en conocimiento de la Unidad de Protección y de la Policía.
Lo que de alguna manera nos inquieta es que anuncian un propósito, pero además justifican ese propósito diciendo que somos políticos corruptos, que apoyamos el paramilitarismo y finalmente uno sabe que en realidad son ellos y queremos que se verifique a fondo porque es muy grave que se esté planteando una paz donde la oposición esté sometida a ser desaparecida por pensar diferente o por exigir que no haya impunidad.
¿La habían amenazado antes?
No. Es la primera vez y usualmente yo no soy de la característica ni de victimizarme, ni de buscar cortinas de humo para dañar procesos. Yo las ideas las he expresado de frente, con argumentos, con coherencia, defendiendo el estado de derecho, entonces por eso me sorprendió, porque uno no puede restarle atención a algo sabiendo cómo son los grupos terroristas aquí y en otras partes del mundo.
¿Se autocensurará después de este episodio?
Lo que pasa es que ninguno está exento de ser víctima de grupos que lo único que entienden es con acabar con el opositor. Las expresiones, las opiniones que pueden hacer sido consideradas como polémicas, finalmente las he respaldado con argumentos y se ha abierto el debate público para quienes estén a favor y en contra.
Eso es lo que hay que rescatar en una democracia. A uno a veces le toca escuchar discursos que le son desagradables pero qué tal que no existieran. Entonces no habría posibilidad ni siquiera de denunciar actos reales de corrupción, ni de contradecir políticas de un gobierno porque se volvería una dictadura.
Esta fue su primera experiencia comercial, ¿cómo la evalúa?
La verdad es que es una experiencia nueva, no había tenido experiencia electoral anteriormente. Sí he trabajado con comunidades de base desde hace más de 20 años, he trabajado por la gente que más necesita, o económicamente o el acceso a la justicia. Entonces los calificativos con los que me llaman en ese panfleto no tienen nada que ver con la realidad, precisamente por no haber tenido experiencias anteriores.
Estar en la Cámara de Representantes es una experiencia nueva; sin embargo, nota uno que tiene que recuperar la credibilidad de los colombianos en el Congreso de la República. El Congreso se ha auto cercenado, incluso, el derecho superior que tiene de poder opinar, señalar y tener unos argumentos, así sea en contra de lo que es la política diseñada por el Gobierno incluso dentro de nuestra misma bancada tenemos diferencias. Siento que hay un trabajo por hacer, porque hay que recuperar esos espacios que en otros países son prácticamente inmunes.
Los parlamentarios ingleses tienen un fuero total, dicen lo que quieren. Aquí estamos peleando por tener un debido proceso, una doble instancia, los ciudadanos del común tienen más derechos que nosotros; y nuestro compromiso es con el estado de derecho para defender el país.
¿Qué destaca del trabajo del Centro Democrático?
Yo destaco que es un trabajo con convicción. Para mí es un honor salir elegida sin tener experiencia política. Sé que la marca del presidente Uribe da la pauta, pero aquí se ganó un espacio de opinión en una Bogotá que es difícil para hacer política, una Bogotá con una administración de izquierda, una campaña en contra del Gobierno y creo que logramos unos resultados electorales magníficos. Con esa mezcla de la mística del presidente Uribe y un trabajo auténtico de personas que no estamos contaminadas con vicios políticos.
¿Cuál será la agenda legislativa de 2015?
Nuevamente volveremos a recoger iniciativas que se hundieron por la aplanadora de la Unidad Nacional. Consideramos que la labor del campo, lo que tiene que hacer una política pública en el tema rural todavía falta mucho y tenemos que respaldar a toda esta gente que hace el trabajo de alimentar a toda Colombia; tenemos que retomar las regalías, no se le puede quitar a las regiones esa posibilidad de progreso centralizando la política dejando a expensas del gobierno central cualquier decisión que afecte a la región.
Creemos que hay que volver a los principios de la descentralización. Entonces hay varias propuestas que tenemos el interés de promover en esta legislatura.
¿Fue difícil dejar Fundagán por el Congreso de la República?
Sí da nostalgia porque no puede uno ser protagonista de hechos en donde a la final el propósito es mejorar la calidad de vida del campesino más pobre, pero creo un estadio superior, como creo es la Cámara de Representantes, también nos da más espacios para lograr soluciones. Nos da más opinión y puntos de vista que pueden ser escuchados con más facilidad, nos da más poder para movernos y eso no lo teníamos antes desde la sociedad civil.
El Centro Democrático hará una gira para dar su concepto del proceso de paz, ¿usted los acompañará?
Yo en esa gira no estaré. Tengo planeado un viaje a Washington (EE. UU.) para organizar las relaciones que se tenían cono organizaciones sociales, con políticos (republicanos y demócratas) que defendemos una misma línea de pensamiento.
¿En qué consiste el viaje que hará a Estados Unidos?
Hacia finales de febrero o principios de marzo se hace una convención donde hace presencia todo el centro de pensamiento, las instituciones y las organizaciones que conforman la línea de los republicanos, también se hacen citas con demócratas que son más de la línea de centro y derecha. Es volver a conectarnos para tener una opinión consensuada, para que entiendan qué es lo que está pasando en Colombia.
¿En ese viaje la acompañarán otros congresistas del Centro Democrático?
En principio el viaje lo pienso realizar con organizaciones que me han acompañado en la campaña. Es decir que voy a ir yo con miembros de la sociedad civil.
¿Qué opinión le merece la investigación que le están haciendo al hijo de Óscar Iván Zuluaga y a Luis Alfonso Hoyos?
A mí lo que me da una desazón es que pareciera que se hubieran dedicado más a perseguir a la oposición legítima que a los criminales que han acabado con Colombia. Aquí hacer oposición al Gobierno o a las instituciones del Estado que están prácticamente trabajando con el Gobierno y no cumpliendo su función misional que es perseguir el delito, hace que se desestimule la libertad de expresión y la posibilidad de la alternancia en el poder por movimientos que piensan diferente.
Yo pienso que el doctor Óscar Iván Zuluaga y su familia son personas muy respetables. Su vida, su tradición, se deben reconocer. En la campaña recibimos toda clase de posiciones desventajosas, desde la propaganda del Gobierno que fue abusiva, no fue fácil hacer una campaña contra toda una aplanadora que se inventó la paz como si los culpables fuéramos nosotros los del Centro Democrático y no las Farc. Entonces esperemos a ver qué pasa.
Si me lo pregunta a mí, a título personal, yo creo que el señor Sepúlveda es más una creación del mismo estado que en realidad un personaje que sirviera a intereses ocultos de una campaña que se hizo con mística y con austeridad.
Volviendo a las Farc, ¿cree usted en el proceso? ¿A los colombianos les están contando toda la verdad?
Desafortunadamente yo creo que aquí hay muchas historias ocultas. No nos han contado qué es lo que se ha negociado por detrás de la mesa. Hay mucho más que no sabemos. Me desconsuela que el estado de derecho quede al arbitrio de decisiones de un gobierno de turno. Los estados de derecho se fundan sobre acuerdos que hace la sociedad y allí se construye la ley y las normas de convivencia.
Pedir que el Ejército se iguale a los criminales es inaudito, pedir que no haya justicia para delitos atroces es inadmisible en una sociedad civilizada. Vamos a ver qué más pasa, pero nosotros seguiremos en la lucha. Somos personas de fe, somos creyentes en un Dios y aspiramos que por algún lado este país retome el rumbo de lo que se quiere, que es que le respeten la vida y lo dejen trabajar.