domingo, 20 de julio de 2025
Política/ Creado el: 2014-05-21 08:08

‘Yo he sentido vergüenza ajena’

A pocos días de las elecciones presidenciales, la candidata del Polo Democrático, Clara López, dio a conocer algunos apartes de lo que serían sus realizaciones al ejercer el primer cargo nacional. Así mismo se refirió al escándalo del video que implica al candidato Óscar Iván Zuluaga.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | mayo 21 de 2014

Al preguntarle qué cambiaría en Colombia en caso de ser elegida presidenta, Clara López aseguró en diálogo que debe replantearse el modelo económico debido a que algunos tratados como el Libre Comercio no han sido fructíferos funcionado para el país.

López manifestó que debido al déficit de la balanza cambiaria debe renegociarse el TLC con Estados Unidos para evitar en una situación económica delicada.

Clara López, aseguró que siente pena ajena por los escándalos en los cuales están envueltas las campañas de Óscar Iván Zuluaga y Juan Manuel Santos.

¿Cómo está viendo esta semana electoral?

“A mí me parece que esta confrontación entre dos de las campañas lo que ha generado es un desasosiego en la gente. Yo he sentido vergüenza ajena. Pensar que dos personas que están tan encumbradas en la sociedad  se están lazando semejantes imputaciones de carácter delictual lo deja a uno desconcertado. A nivel internacional he escuchado declaraciones de exembajadores de otros países en Colombia que están mostrando el asombro del grado tan bajo al cual ha descendido la campaña”.

Enrique Peñalosa se lanzó al agua y pidió la renuncia de Óscar Iván Zuluaga después de que se conociera el video publicado por la revista Semana. ¿Usted se atrevería a pedirle lo mismo?

En una situación tan grave como ésta, que desde luego tiene que tener consecuencias, la lógica es que no seamos los contendores sino que sea el propio partido de Zuluaga y él mismo que tomen las decisiones que corresponden. Estamos en una complejísima situación que demanda decisiones contundentes, pero que yo le pida la renuncia u otro candidato es inocuo, debe exigírsela la prensa, debe exigírsela la Fiscalía, debe buscar un camino que expeditamente los colombianos podamos encontrar claridad de cara a las elecciones porque hay muchos temas controversiales por ahí volando.

¿A usted le aterra un gobierno de Álvaro Uribe por interpuesta persona?

Nosotras hemos venido planteando en un aviso televisivo que quienes hacen la guerra sucia electoral no se han ganado el derecho a gobernar. Aquí hay demasiadas cosas en juego para que el próximo gobierno sea una repetición de la campaña electoral.

¿Usted siente que todavía hay una especie de machismo electoral y que estamos lejos de una mujer presidente?

El machismo electoral lo estamos viendo con esta confrontación estilo vaqueros entre dos campañas que no han contribuido tanto al debate propositivo como a la confrontación y la polarización. En ese aspecto ha surgido la ventaja comparativa de las mujeres. Ese mensaje que hemos venido dando hoy ha quedado patente ante el electorado. El pueblo colombiano tiene que mirar y escoger, valorizar su voto y no seguir con la costumbre de votar como lo ha venido haciendo.

¿Cuál es el cambio fundamental en un eventual gobierno suyo, si usted llegara a ser presidente de Colombia qué es lo primero que cambiaría?

Nosotros hemos venido hablando de la necesidad de enrumbar a Colombia por un buen camino, eso qué quiere decir, que el modelo económico que importamos a comienzos de los noventa no ha dado los resultados esperados, ni las privatizaciones funcionaron, ni ha funcionado el libre comercio y el achicamiento del Estado nos está generando que hasta el Fondo Monetario le ha recomendado a Colombia que al lado de crecimiento económico debe preocuparse por lo social. Plateamos que hay que hacer un viraje en el modelo económico para regresar al cauce del pensamiento económico nacional, ese que nos permitió un balance entre Estado y mercado, un equilibrio que nos garantice que tengamos un aparato productivo nacional fuerte capaz de generar empleo, una política macroeconómica que pueda blindar a Colombia de los grandes choques internacionales, y una posibilidad real de financiar con recursos sanos de los impuestos colombianos una política social profunda.

¿Se trataría de revisar o desmontar todos los tratados de libre comercio que Colombia ha firmado?

Lo principal es comenzar con el TLC con los Estados Unidos que tiene un capítulo enorme de inversiones que limita la capacidad del gobierno al momento de afrontar crisis, que todavía no se nos han presentado pero se están encubando en materia de balance de pagos. Ese tratado tiene unas cláusulas que no le permiten a Colombia utilizar mecanismos de intervención cambiaria, que en un momento de crisis lo que generaría es un gran sufrimiento social, porque todo el ajuste estaría a cargo de la reducción del gasto público social, habría una gran devaluación, y como siempre el pago de la crisis lo vendrían a pagar los más débiles de la sociedad.

Hablando del tamaño del Estado, ¿qué es lo que se imagina usted, volver al viejo Seguro Social?

En esto tenemos que evolucionar, el sistema del Seguro Social era solo para un sector de la población. A mí me parece que tenemos que volver a beber sobre lo que se empezó a montar en Colombia que se desmontó en los años noventa al ingreso del modelo neoliberal, aquí se empezó a montar un sistema de prestación de salud descentralizado a través de mecanismos de atención primera a través de las promotoras de salud que tenían dos funciones fundamentales, la una velar por la construcción de acueductos veredales que se hacía con autogestión y con aporte financiero del Estado y al mismo tiempo eran parteras, verificaban los temas de nutrición y vacunaban. Lo que hemos planteado es algo que se avanzó muchísimo en Bogotá con excelentes resultados y es atención primaria con equipos multidisciplinarios de trabajadoras sociales, enfermeras, médicos, que van a las comunidades y tienen a su cargo el cuidado de un número específico de familias a quienes están visitando regularmente atendiendo preventivamente.

¿Con usted frena la locomotora minera en seco?

Ni más faltaba, nosotros necesitamos la explotación de los recursos mineros para hacer crecer la economía, pero minería sí, pero no así, porque la minería tiene que respetar el medio ambiente.

¿Usted qué piensa del uso que el Gobierno le ha dado a las regalías?

Lo de la mermelada es inicuo, por eso existe el principio de la planeación, las prioridades desde luego tienen que establecerse en el Congreso de la República en una discusión abierta y transparente, sobre la mesa. Si una región desea priorizar una obra se tiene que priorizar en el presupuesto, lo que no puede ser es que empecemos a señalar a título de apoyo electoral y político una obra en una región y que el contrato lo asignen a dedo a quien diga el parlamentario o el gobernador correspondiente. El 70 por ciento de la contratación pública en Colombia es a dedo, eso es inaceptable.

¿Usted va a mantener el 4x1000 con diferente asignación?

Hay que mantenerlo, le quitaría muchas exenciones no justificadas al sector financiero.

¿Es partidaria de eliminar la reelección?

La reelección ha resultado ser un tóxico para nuestra democracia y las consecuencias están a la vista. Pienso que cuatro años son suficientes.

¿Cree en el proceso de paz de La Habana?

Yo sí creo que el proceso de paz de La Habana va terminar en acuerdos decentes y sensatos para la sociedad, definitivamente no en este gobierno.